Martín Llaryora afrontará, en un año, su primer examen en las urnas, desde que llegó al Centro Cívico. Pero las elecciones legislativas no parecen quitarle el sueño al gobernador porque su apuesta principal será buscar su reelección, en el lejano 2027.
No obstante, los comicios legislativos de 2025 serán la primera prueba en las urnas del proyecto nacional que está construyendo Juan Schiaretti.
El exgobernador recorre el país armando un nuevo espacio (Hacemos), con el objetivo de mostrarse el año que viene en toda Argentina.
Llaryora y Schiaretti tiene desafíos distintos para el 2025 electoral que se avecina, pero una coincidencia: saben que en Córdoba, y a nivel nacional, el rival a enfrentar serán los libertarios.
En el Centro Cívico admiten que los comicios legislativos nacionales siempre fueron incómodos para el PJ cordobés, que desde el año 2008 cuando rompió con el kirchnerismo, se convirtió en un partido provincial.
Los llaryoristas reconocen que, como ocurre en cada elección de medio término, lo que está en juego es el apoyo o el rechazo al presidente, en este caso, Javier Milei.
Córdoba es la provincia donde el Presidente mantiene el mayor nivel de adhesión, aunque con un desgaste en este primer año de gestión.
Como en todos los espacios políticos no libertarios, la gran incógnita, que también atraviesa al oficialismo provincial es cómo llegará Milei a las elecciones del año que viene.
No es un detalle menor. Quizás es el fundamental. Si el Presidente logra derrotar a la inflación y consigue una recuperación de la economía, llaryoristas y schiarettistas coinciden que sería el peor escenario para el “partido cordobés” que pregonan el gobernador y su antecesor.
Pero otro escenario sería si Milei llega a las urnas con una imagen erosionada por una gestión sin resultados positivos.
A diferencia de la oposición local, que duda entre acercarse o enfrentarse con la Casa Rosada, Llaryora y Schiaretti tienen claro que el cordobesismo irá con candidatos propios en la provincia.
Candidaturas
Hoy, hasta el propio Llaryora parece convencido de que Schiaretti no será candidato. El gobernador sigue pensando que si quiere consolidar un espacio nacional el exgobernador debería ser candidato en Capital Federal, distrito en el cual está habilitado para competir (desde hace más de dos décadas, , tiene una vivienda en Caba).
Schiaretti no ha dicho nada sobre la propuesta de Llaryora. Pero, sus dirigentes más cercanos descartan de plano una posible candidatura en Capital Federal.
Ningún peronista cordobés lo admitirá en estos términos, pero hay un único escenario en el cual Schiaretti evaluaría encabezar la lista en Córdoba: que la gestión libertaria se derrumbe el año que viene y haya un riesgo de continuidad institucional.
En ese hipotético caso –que hoy no se avizora– el exgobernador podría rever su decisión de no competir por una banca de diputado nacional.
Como sea, y ante las escasas chances de que Schiaretti puede liderar la lista en Córdoba, Llaryora ya está pensando en un “plan B”.
Bancas del PJ
El PJ cordobés pondrá en juego dos bancas en Diputados: Ignacio García Aresca y Natalia de la Sota.
Admitiendo que no será fácil competir contra los libertarios, los peronistas locales no hablan de salir primero en Córdoba. Argumentan que el objetivo es retener la dos bancas que ponen en juego. No es una meta tan difícil: con el 20% en la provincia retendrían esos lugares.
“Si conseguimos tres será un resultadazo”, difunden los llaryoristas. Para ese objetivo deberían sumar el 27%.
Sobre las candidaturas, Llaryora tiene el perfil, pero aún no el nombre del cabeza de lista: debe ser un peronista, con cierto conocimiento provincial.
o hay muchos peronistas con ese requisito. Uno es el ministro de Gobierno, Manuel Calvo, pero en el Gobierno argumentan que el gobernador lo necesita en la gestión, en el trabajo que realiza con los intendentes.
No obstante, si no hay otra alternativa, Llaryora se vería forzado a mover una pieza clave en su gestión.
El otro peronista que viene levantando el perfil es el legislador Miguel Siciliano, presidente del bloque oficialista en la Legislatura.
El dirigente capitalino se ha convertido en una pieza importante en el equipo de Llaryora y hoy aparece como un peronista con chances de ser el primer candidato a diputado.
Para acompañarlo, en el oficialismo hablan de una apuesta fuerte: la vicegobernadora radical Myrian Prunotto.
La vice tiene un alto perfil, recorriendo la provincia, pero hay una cuestión personal: Prunotto hará todo lo posible para no dejar la Legislatura.
A la dirigente radical no la entusiasma en lo más mínimo ocupar una banca en la Cámara de Diputados.
A la diputada De la Sota se le vence su mandato. Es un apellido fuerte y con conocimiento a nivel provincial. Aunque, por ahora, su relación política con Schiaretti está rota, y es distante el vínculo con Llaryora.
La hija del exgobernador José Manuel de la Sota descarta ser candidata por fuera del oficialismo provincial.
Su aspiración política sería recomponer su relación con el gobernador y tener algún cargo en la gestión llaryorista.
Mientras que García Aresca también aspiraría a un cargo ejecutivo, pero Llaryora lo quiere en el Congreso.
Alesandri irá por los peronistas desencantados
Córdoba siempre fue un distrito esquivo para el kirchnerismo. La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner hoy está involucrada en la interna nacional del PJ, pero Unión por la Patria, o el sello que sea, tendrá lista propia en Córdoba.
No está confirmado si se replicará en Córdoba la alianza del PJ nacional con Sergio Massa (Frente Renovador), pero es una posibilidad.
En este escenario, está claro que el legislador provincial Federico Alesandri es el dirigente cordobés hoy con mejor trato con la expresidenta.
El exintendente de Embalse es el que tiene más chances de encabezar la lista que impulsará Cristina Kirchner. Alesandri es opositor crítico de la gestión llaryorista, y más crítico aún de Juan Schiaretti. Si finalmente es cabeza de lista, el dirigente irá por el votante peronista, desencantado del cordobesismo.
