“La deuda pública de Córdoba es absolutamente sustentable y ha sido generada para brindar mejoras en la calidad de vida de sus ciudadanos, nunca para financiar gastos de ineficiencia”, analiza Martín Llaryora, candidato de Hacemos Unidos por Córdoba, respecto del estado de situación del pasivo provincial.
Desde la vereda del frente, Luis Juez (Juntos por el Cambio) sentencia: “La deuda que asumió (Juan) Schiaretti ha sido un gran acto de irresponsabilidad porque un 98% está en dólares y se ha seguido tomando incluso hasta en el último tiempo, sabiendo que un posible salto del dólar oficial, por crisis o por unificación cambiaria, pondrá al próximo gobierno al límite de sus posibilidades financieras”.
Consultados por La Voz, los aspirantes al Panal con más posibilidades tienen una visión diametralmente opuesta sobre un tema que volvió a la agenda luego de que el Banco Central decidiera restringir el acceso al mercado único de cambios: la deuda de Córdoba.
El actual intendente capitalino justifica la toma de deuda que se produjo en los gobiernos de Juan Manuel de la Sota y Schiaretti en que “se usó para financiar parte del costo de obras que hoy disfrutan todos los cordobeses”. Llaryora dice que “la deuda es la contrapartida de una Provincia capitalizada” y que “demandará mucho menos esfuerzo pagarla que tener que conseguir ahora los recursos para ejecutar lo que no se hizo”.
Dice que el pasivo es “sostenible” porque “la Provincia tiene ahorros para afrontar los próximos vencimientos” y porque garantizará “una administración austera en gastos operativos”. También dice que la Provincia tiene “una importante capacidad de ahorro hacia el futuro” y que “no constituye ninguna traba ni condicionante para el futuro”.
Juez, por su parte, asegura que con el actual nivel de deuda “de alguna manera, Schiaretti ha repetido el camino de los populistas: se endeuda sin reparo, hace obras y acciones faraónicas y luego deja que pague el próximo gobierno; un comportamiento muy similar al kichnerismo”.
El actual senador nacional entiende que este estado de situación del pasivo obligará a su potencial gobierno “a ser muy prudentes”. “Deberemos ser austeros, disciplinados en lo fiscal, aunque con la responsabilidad de producir cambios, sobre todo en lo que hace a servicios, sin comprometer el equilibrio de las finanzas públicas”, anticipa.
El 2025, el año más complicado
El 2025 será el año más complicado en cuanto a pago de capital e intereses de deuda. Al respecto, Llaryora compara ingresos con compromisos y asegura que es sustentable. “El peso de los servicios de la deuda sobre los ingresos corrientes se ubicó, al cierre de 2022, en un 4,33%, incluso en 2025, con un mayor peso de vencimientos en dólares este indicador no sobrepasará el 10%”, dice el candidato, agregando que por la Ley de Responsabilidad Fiscal, a la que Córdoba está adherida, define un límite del 15% para este ratio.
Juez, por su lado, dice que irán “monitoreando la cuestión desde el minuto uno, de acuerdo a las medidas que tome el nuevo gobierno a nivel nacional”, pero desechando “cualquier posibilidad de reestructuración o default”. “Posiblemente sí existan conversaciones con nuestros acreedores en el marco de negociaciones razonables”, expresó.
El candidato opositor espera que “un eventual gobierno de Juntos por el Cambio a nivel nacional y provincial pueda disparar un ciclo de reactivación económica y crecimiento que permita llevar con más tranquilidad esta carga financiera de la deuda”.
“Nosotros vamos a cambiar la lógica de la toma de deuda pública. Primero porque no tomaremos más deuda en dólares. Y además, porque la estrategia será apoyar al sector privado para que puedan tomar deuda para crecer y exportar”, prometió.
