En el acto de cierre de campaña del interior, la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, planteó la elección del domingo como “una oportunidad histórica de cambiar” y a su fuerza política como “la única con poder político capaz de sostener un cambio”.
“Es la primera vez en 40 años de democracia que tenemos poder político propio, que tenemos mayoría parlamentaria, tenemos lo que nunca tuvimos para sostener el gobierno, un poder que no lo van a poder doblar ni torcer”, enfatizó.
Las instalaciones de la Rural de Río Cuarto estuvieron colmadas de dirigentes y militantes, de diferentes lugares de la Provincia que se motivaron para salir a luchar “voto a voto” en las horas que restan para la elección nacional.
La candidata fue precedida en el uso de la palabra por Gonzalo Parodi (flamante candidato a intendente de Río Cuarto), Mario Negri, Luis Juez, Rodrigo De Loredo, Luis Picat, Claudio Poggi y Horacio Rodriguez Larreta. “Estamos sintiendo viento a favor, estamos para arriba, lo sentimos en la calle”, arengó Larreta.
Bullrich centró su mensaje en críticas a sus dos adversarios: Sergio Massa, de Unión por la Patria y Javier Milei, de La Libertad Avanza. “No es lo mismo un cambio que plantea romper todo que uno que tiene la fuerza para cambiar un país (…) un país ordenado y de convivencia”, diferenció.
También dijo querer ser la presidenta “del gobierno más austero de la historia argentina”.
“La austeridad no es sólo es un valor aprendido en la familia, un gobierno austero significa cobrar menos impuestos, un funcionario que no tiene celular y comida gratis (…), un funcionario a servicio de la gente y no la gente al servicio del funcionario”, sostuvo.
Planteó que “la sociedad hoy siente una tristeza profunda por ver cómo está la patria tras 20 años de kirchnerismo. No han dejado el miedo de salir a la calle, el miedo a que nos maten, a que en las aulas adoctrinen (…) a que nos corten las calles, a que bloqueen las fábricas y nos sigan metiendo las manos en los bolsillos. El kirchnerismo dejó tierra arrasada”.
Apeló al recuerdo de las denuncias contra las “mafias” y las condenas por corrupción, el origen de Cambiemos, las plazas del “sí se puede”. “Es el momento de que esta lucha la coronemos con un gobierno que cambie la Argentina de una vez y para siempre. Nunca en mi vida aflojé. No voy a dar un paso atrás en el cambio que necesita la Argentina. Llegó el momento de terminar con esta pesadilla. El kirchnerismo se termina”, insistió.
Promesas para el campo y la ciudad
Desde Río Cuarto le habló al sector productivo. “Cuando el kirchnerismo los quiso arrasar allí estuvimos. Sabemos lo que han sufrido. Sabemos que perdieron mucho. Vamos a ir eliminando las retenciones a las exportaciones (…) vamos a eliminar el sesgo antiexportador de la Argentina. Vamos a prender los motores del campo (…) quiero que Argentina vuelva a ser un granero del mundo de verdad”.
En cada una de las más de 1500 sillas dispuestas en el salón de la Rural había banderas argentinas que fueron enarboladas por la militancia. No faltaron ni el disfrazado de Pato ni los bombos de los jóvenes del Pro.
Bullrich recordó su accionar como ministra de Seguridad y el narcoescándalo de Río Cuarto. Prometió, en caso de ser electa, “trabajar con los gobernadores para bajar la tasa de homicidios, cuidar a la ciudadanía, cuidar a los policías y perseguir a los ladrones a sus guaridas”. “El que las hace las paga”, remarcó.
Aludió a la inflación y la crisis económica. “Hay un país que no vuela por los aires porque el domingo hay elecciones”, razonó.
Dijo querer se presidenta para garantizar “una vida tranquila y previsible”. En materia económica, sólo destacó a su equipo y prometió “terminar con la inflación, para vivir en paz y tranquilidad”.
Criticó a su adversario Javier Milei por su acercamiento a “sindicalistas mafiosos” y por sumar a su lista a personas que identificó con el massismo. “Tiene más gente de Massa que Massa ¿Qué casta quiere combatir si la tiene adentro?”, lanzó.
Para fustigar a Milei sacó su celular para leer la cita de un autor que el candidato de La Libertad Avanza dice admirar y que promovería la libertad de los progenitores de no brindar cuidados esenciales a sus hijos.
Cosechó los mayores aplausos cuando interrogó a los presentes sobre qué elegirían dejarles a sus hijos y proclamó:”La educación pública y gratuita en la Argentina no se toca”.
En todo momento, insistió con que su fuerza sabe cómo sacar al país adelante pero no anunció posibles medidas. “Queremos ser un país de clase media, donde todos puedan tener un vida digna”, planteó.
Entre otras promesas, aseguró que en su gobierno, Córdoba, y cada provincia, tendría una representación fuerte en el gabinete. “Vamos a ser un país verdaderamente federal, como hay que ser”, proclamó.
En diferentes partes de su alocución Bullrich insistió con que, esta vez, su fuerza tendría el poder suficiente “para sostener el cambio”. Destacó los triunfos opositores al kirchernismo y el peronismo en las diferentes provincias, “la fuerza de 10 gobernadores, 500 intendentes, mayorías parlamentarias”.
“Ahora los que tienen miedo son ellos. La mafia tiene miedo de perder sus privilegios, de perder sus negociados y de ir a la cárcel”, dijo y los jóvenes empezaron a corear: “la mafia tiene miedo…”.
