A más de un año que se defina su sucesión al frente de la intendencia de Villa María, Martín Gill abrió un abanico de nombres de mujeres y hombres que podrían continuarlo en el cargo, y además dio una pista de cuándo podría hacerse la elección municipal de 2023.
Si bien no aparecieron sorpresas en el listado, las menciones en boca del intendente ponen oficialmente en carrera a varios de ellos, más allá de lo que termine resultando de los acuerdos internos en el peronismo.
En una entrevista con el programa Periodistas, de la señal televisiva local universitaria, Gill mencionó a integrantes de su gabinete, a funcionarios de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y a miembros del gobierno provincial como posibles sucesores.
Aclaró que en este momento la tarea pasa por la construcción de los consensos y acuerdo para darle continuidad al proyecto que viene gobernando la ciudad hace más de 20 años. Sin embargo, señaló como importante abrir las fronteras partidarias y propuso buscar una representatividad mayor de lo que es la sociedad villamariense.
En este marco, dijo que hay varias personas preparadas desde la gestión para llevar adelante la continuidad del proyecto gobernante.
Y valoró como un buen antecedente para la unidad del peronismo la conformación de una lista única en la conducción el PJ local entre su sector ligado al Frente de Todos y el de Eduardo Accastello, cercano hoy al schiarettismo.
Posibles candidatos en Villa María
Al momento de enumerar posibles candidaturas, Gill mencionó primero a secretarios de su equipo municipal, como Héctor Muñoz (jefe de Gabinete), Eduardo Rodríguez (Gobierno), Celeste Curetti (Inclusión Social) y Rafael Sachetto (Educación).
Del Concejo Deliberante rescató al presidente, Pablo Rosso, quien lo reemplazó en el Ejecutivo los dos años recientes que estuvo de licencia para ser secretario de Obras Públicas de la Nación.
También ubicó como posible candidato a Carlos Pizzorno, presidente del Parque Industrial, y en el ámbito universitario citó al rector de la UNVM, Luis Negretti, un histórico aliado de Gill desde la época de estudiantes secundarios, y a la vicerrectora Elizabeth Theiler.
También incluyó en su enumeración a funcionarios del actual gobierno de Juan Schiaretti, como la exintendenta Nora Bedano (ahora presidenta de la Agencia Córdoba Cultura) y Juan Pablo Inglese, secretario de Comercio del ministerio que conduce otro exintendente, Eduardo Accastello.
Gill no dio por cerrada ahí la lista, y dijo que podría haber más posibles postulaciones.
Un nombre de un funcionario provincial que no dio, pero que también asoma dentro del espectro del peronismo, es el de Marcos Bovo, secretario de Comunicaciones del gobernador Schiaretti, y ex funcionario municipal de varias gestiones en Villa María.
Elecciones en Villa María: cuándo se vota
En la entrevista televisiva, Gill también adelantó que la fecha de las elecciones municipales de 2023 podría ser “la última” de todo el calendario de ese año. La Carta Orgánica Municipal establece que debe fijarse entre 45 y 90 días antes de la finalización del mandato, y no debe coincidir en el mismo día con otros comicios.
De esta manera, debe evitar coincidir con las Paso (primarias) de agosto, las generales de octubre y un eventual ballotage en noviembre, en cuanto al calendario nacional. Tampoco deben ser simultáneas con las elecciones para gobernador de Córdoba.
Proponen Boleta Única para Villa María
Más allá de cuándo quede fijada la fecha, este miércoles se presentó en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para la implementación de la boleta única en papel como sistema electoral para los próximos comicios municipales.
Hasta aquí, en Villa María se usó siempre el sistema tradicional de papeletas separadas para cada partido, cada uno con sus tramos de candidatos.
La iniciativa es de Manuel Sosa, abogado que ya se lanzó como candidato a intendente por el espacio Uniendo Villa María. Sosa viene del peronismo, es asesor del Ministerio de Trabajo, y cuenta con el acompañamiento del exsecretario de Ambiente provincial, Raúl Costa, y de David Bazán Carricaburu.
Para Soca, la implementación de la Boleta Única de papel permitirá ahorrar al estado municipal millones de pesos, y se lograría un sistema de votación “más moderno, económico y seguro”.
El modelo propuesto en el proyecto de ordenanza es similar al que se utiliza a nivel provincial. Se establece un orden descendente según el número de lista de cada candidato, con casilleros para el tramo de intendente y concejales, por un lado, y el de tribunos de cuentas por el otra.
También se contempla un casillero para votar lista completa. En el proyecto se propone que la boleta tenga dimensiones superiores a 42 centímetros de ancho y 29,7 centímetros de alto.
