El radicalismo de Córdoba vuelve a punto de ebullición. El foco del conflicto es la estrategia de Rodrigo de Loredo y Marcos Ferrer: construir una amplia alianza electoral que incluya a La Libertad Avanza.
La jugada es resistida por Ramón Mestre y sus aliados, quienes fueron a la Justicia Federal para reclamar una elección interna que defina los candidatos del partido en octubre, una forma de bloquear un acuerdo con los libertarios.
Esta semana, una reunión ampliada del Comité departamental de Río Cuarto dejó expuestas esas diferencia en el seno de la conducción de la UCR.
Mariana Giorgetti, vicepresidenta del Comité Provincia y principal representante de Más Radicalismo en esa mesa, y varios dirigentes del radicalismo en el sur cruzaron a Ferrer cuando éste expuso que la estrategia debería ser un acuerdo electoral con los libertarios para doblegar al peronismo.
“Si queremos ser competitivos en el 2027 tenemos que tener un buen resultado en 2025”, es lo que repite Ferrer desde hace tiempo.
Ferrer busca que los intendentes –“los radicales que gobiernan”– fuercen el acuerdo electoral con La Libertad Avanza. Incluso, Ferrer fue hasta Río Cuarto acompañado del intendente de Vicuña Mackenna, Roberto Casari, presidente del Foro de Intendentes. Ellos serán la clave para la pelea que viene: la definición de la alianza que deberá ser aprobada por el Congreso Provincial.
Lo cierto es que en Río Cuarto Ferrer no logró una victoria. De hecho, dijo que en lo personal no era partidario a acordar con los libertarios, pero había una necesidad matemática de hacerlo.
En esa reunión, le dijeron a Ferrer que la política “no se hace en función de intereses, sino de convicciones”, que el radicalismo “no puede ser funcional a un proyecto autoritario y antidemocrático” y que “no debe sostener alianzas con quienes desprecian los valores históricos del partido”.

El cónclave de Río Cuarto también dejó en evidencia la nueva reconfiguración del radicalismo: Evolución (el grupo que encabeza el excandidato a intendente Gonzalo Parodi) se mostró contrario al acuerdo con Milei. Como se recordará, De Loredo lideró Evolución hasta la ruptura con Emiliano Yacobitti, el amigo de Marcos Ferrer.
Tras la polémica, el presidente de la UCR insistió en que será el Congreso Provincial del partido el que definirá si se debe hacer un acuerdo con La Libertad Avanza.
“Ese es el ámbito en el que se verá cuál es la voluntad real que tiene el partido. Si ellos (por Mestre y sus socios de Más Radicalismo) están convencidos que el radicalismo no tiene que ir con La Libertad Avanza y están convencidos que la mayoría de los radicales piensa como ellos, ¿por qué se preocupan por el Congreso Provincial?“, dijo Ferrer.
Sin embargo, la resistencia a Milei podría ampliar la base de sustentación de Más Radicalismo en su rechazo al acuerdo. En Río Cuarto ya se vio la influencia que podría ejercer Yacobitti y lo refractaria que es la Franja Morada a tomar por ese camino. No es un tema menor en la coyuntura: las universidades públicas volverán a tener este año graves problemas de financiamiento.
De Loredo vs Mestre
El miércoles a la tarde, Mestre y sus aliados de Más Radicalismo –Carlos Becerra y Fernando Montoya– ingresaron en la Justicia Federal la denuncia formal por el no llamado a internas para elegir candidatos en los plazos fijados por la carta orgánica del partido.
De acuerdo con el planteo, el lunes pasado Ferrer debió haber firmado la convocatoria de la elección para elegir los candidatos a diputados que competirán en octubre.
Más Radicalismo solicitó a la Justicia electoral que ante el “abuso” del Comité Provincia en no convocar a internas se designe “un interventor judicial que convoque a dichas elecciones, fije cronograma electoral y disponga la celebración de la elección”.
El próximo lunes, mientras en Tribunales empiezan a analizar el planteo judicial, está previsto que se reúna la mesa ejecutiva del Congreso Provincial, órgano que comanda el mestrista Facundo Cortés Olmedo, pero donde De Loredo tiene mayoría. Allí debería comenzar a debatirse qué hacer con la interna y con un eventual acuerdo con La Libertad Avanza.
Ferrer reclamó a sus críticos internos que dejen al deloredismo conducir el proceso de alianzas: “Desde que tomamos el control en 2021, sacamos el 54 % de los votos con (Luis) Juez y De Loredo; en 2023, estuvimos a 3 puntos de ganar la Provincia; ganamos la Legislatura y el Tribunal de Cuentas; y la Intendencia de Córdoba la perdimos por 7 puntos, pero sacando 40. Cuando éramos oficialismo (con Mestre), sacábamos 30 puntos. Y recuperamos 60 intendencias”.
“Déjennos laburar tranquilos. Capaz le damos alguna alegría al radicalismo. Ya es tiempo que nos dejen equivocarnos a nosotros. O a lo mejor no les preocupa la UCR y reciben instrucciones de otro lado”, dijo Ferrer al sembrar sospechas de una posible funcionalidad en la estrategia de Más Radicalismo con el Gobierno provincial.