El peronismo cordobés va a seguir sin develar el cronograma electoral provincial por un tiempo más, pero ya va dando señales de los tiempos, de las cartas que pondrá sobre la mesa y de las que espera que juegue el adversario.
Se cierra una semana de muchas reuniones para ir poniendo a punto el diseño de campaña con el cual Hacemos por Córdoba buscará su séptimo período consecutivo en la gobernación.
La primera constatación fue que el anuncio del lanzamiento del espacio nacional con el que el gobernador Juan Schiaretti se anotaría en las primarias presidenciales no sólo no movió el amperímetro en el tablero político, sino que ni siquiera mereció consideraciones de sus propios dirigentes, que insisten en que todos los esfuerzos deben ser concentrados en retener el poder en Córdoba.
Tanto es así que ni siquiera se analiza la posibilidad de unificar la elección provincial con las Paso nacionales de agosto, en el supuesto de que Schiaretti esté en alguna boleta presidencial. Entre otras cosas, porque el arrastre de cualquiera de los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio podría ser más significativo que el del gobernador antigrieta.
Último domingo de junio o primer domingo de julio es la opción que se viene barajando en el comando oficialista, aunque siempre con la leyenda de que todo está sujeto a modificaciones.
De hecho, una de las cosas que cambiaron es que se volvió a la idea de unificar elección de gobernador con la de intendente de la ciudad de Córdoba, algo que siempre entusiasmó al candidato a gobernador Martín Llaryora, pero que a Schiaretti no le cerraba.
En su momento, el planteo interno contra la unificación era que le facilitaba a la dupla de Juntos por el Cambio, Luis Juez y Rodrigo de Loredo, la posibilidad de ser uno candidato a gobernador y otro postulante a intendente capitalino y hacer campaña como si se tratase de “una fórmula”.
Pero hay más de un dirigente peronista que ha comentado muy por lo bajo en los últimos días que cree que De Loredo terminará sin ser candidato a nada en el próximo turno electoral y que seguirá con su banca de diputado nacional.
Le adjudican al dirigente radical la intención de aprovechar que es el dirigente de menor edad de todos los que tienen alguna chance para reservarse para futuros comicios, lo cual choca con lo que viene planteando De Loredo respecto de que está dispuesto a quemar etapas en su vida política.
Lo cierto es que el comentario de los funcionarios de Hacemos por Córdoba puede tratarse de una información, de una conjetura o de una simple expresión de deseo. Vale recordar como antecedente que ese tipo de comentarios del oficialismo sobre los movimientos de la oposición provincial en anteriores procesos electorales se terminaron concretando en los hechos.
Hacemos por Córdoba tiene prácticamente decidido que el candidato a intendente capitalino va a ser el actual vice, Daniel Passerini, quien, en caso de ser el sucesor de Llaryora, sólo podría aspirar a un período en la Municipalidad.
Al este
Mientras, la oposición espera definiciones internas y externas para definir sus pasos.
Horacio Rodríguez Larreta, uno de los precandidatos presidenciales de Juntos por el Cambio, tendrá un fin de semana de campaña festivalera en Córdoba.
El porteño ya avisó que viene a jugar fuerte en la campaña provincial y el miércoles tiró un anticipo. Dijo que estaba muy preocupado por la inseguridad en Córdoba y se ocupó de mencionar una ciudad en particular: San Francisco.
Además de que no es casual la mención del dirigente del PRO al lugar de origen del candidato a gobernador de Hacemos por Córdoba, en esa ciudad –limítrofe con Santa Fe– hace rato que vienen ocurriendo hechos que no tienen respuestas certeras.
