Tras el anuncio de la empresa Petroquímica Río Tercero SA de que despedirá a unos 125 de sus empleados por el cierre de su principal unidad de producción en esta ciudad, el gremio de los químicos se declaró en alerta y movilización con presencia en la puerta de la industria.
La empresa confirmó el miércoles pasado que cerrará su planta de elaboración de TDI (diisocianato de tolueno), que es la principal fuente de su facturación, pero que mantendría la actividad con otras unidades de producciones químicas. El gremio duda de esa chance.
En el mediodía de este viernes feriado, el Sindicato de los Empleados Químicos y Petroquímicos brindó una conferencia de prensa, acompañado por casi todos los gremios de la ciudad, nucleados en la mesa sectorial (aceiteros, sanidad, gastronómicos, Uocra, camioneros, gráficos y docentes, entre otros).
El secretario del gremio de los químicos, Gabriel Cuaino, admitió el temor del cierre de toda la industria, si se desactiva su planta más grande en la ciudad.
Pidió, además, apoyo de la ciudadanía para una movilización activa que arrancará el lunes, con una marcha, a las 18,30.
Ese mismo lunes, a las 5 de la mañana, está previsto el ingreso del turno con 50 empleados. Recién ahí -se especula- se sabrá quiénes están despedidos. Hasta ahora nadie fue notificado.
La empresa tiene 375 empleados directos actualmente. Al municipio local le anticipó que despediría entre 120 y 130.
Por ahora -según dijo Cuaino- no recibieron ningún telegrama de despido. Pero aseguró que si no se deja entrar a trabajar a algún empleado, “no entrará nadie y comienza un paro general de actividades, por tiempo indeterminado hasta que se pueda conciliar”.
El mismo lunes, a las 10 de la mañana, se espera una audiencia de conciliación en el Ministerio de Trabajo.
En ese orden, señaló que este fin de semana operarán las plantas que están funcionando los supervisores a cargo de cada sector que, según entiende Cuaino, “no están capacitados”. Denunciamos -acotó- “la inseguridad que puede haber en la empresa por esa situación”.
El gremialista despotricó contra Petroquímica por una supuesta falta de comunicación: “No tenemos respuesta de la empresa, además no cumplieron el acuerdo preventivo de crisis que corría hasta el lunes próximo, donde trabajábamos con guardia mínima para mantener la planta segura, pusieron un candado para que no entremos y nos anunciaron el despido de 125”.
Pero agregó: “Son 200 familias que se quedan sin trabajo, porque hay que sumar a los contratos tercerizados, afiliados al gremio UOCRA”.
Cuaino calificó que “es una traición lo que hizo la empresa”.
A su vez, indicó que el impacto del cierre de la unidad de TDI también afectará a las vecinas Fábrica Militar (ácido nítrico) y Atanor (por la venta de cloro e hidrógeno).
David Salto, del gremio ATE que nuclea a los trabajadoress de la estatal Fábrica Militar, reconoció que esta medida es una alarma por el posible cierre también de Fábrica Militar.
“No recordamos desde 1995 con la voladura de Fábrica Militar y los despidos siguientes, una situación tan grave, esto es un industridicidio”, concluyó Salto.
Con el cierre de la planta de TDI, a Fábrica Militar se le cae su principal cliente. La principal facturación de la empresa estatal es justamente por la venta de ácido nitrico a su vecina Petroquímica Río Tercero.
