El Gobierno nacional anunció este viernes, a través del vocero presidencial, Manuel Adorni, que comenzó el proceso de privatización de la empresa estatal de Aguas y Saneamientos Argentinos S.A. (AySA).
Adorni explicó que el plan del Ejecutivo es transferir el 90% de las acciones que tiene el Estado en la empresa distribuidora a capitales privados.
El proceso se realizará a través de un esquema mixto, “que combina una licitación pública nacional e internacional para seleccionar un operador estratégico y una oferta pública inicial para abrir el capital de la empresa a otros inversores”.
El funcionario indicó que el proceso de privatización incluye la permanencia de los empleados como accionistas de AySA dentro del Programa de Propiedad Participada vigente, que representa el 10% del capital social de la compañía.
El desprendimiento de AySA comenzará este viernes 18 de julio y el proceso será regulado por la Comisión Nacional de Valores.
“La privatización permitirá modernizar el sector y mejorar la calidad del servicio. Este es el paso más importante en el camino para la irremediable privatización de AySA”, aseguró Adorni.
La empresa se creó el 21 de marzo de 2006 a través del Decreto 304/2006, que luego fue ratificado por la Ley 26.100. Tiene a cargo la prestación del servicio de provisión de agua potable y desagües cloacales en la Ciudad de Buenos Aires y en 26 municipios de la provincia de Buenos Aires.
Según informó el vocero presidencial, desde su estatización en 2006, AySA requirió aportes permanentes del Tesoro Nacional “por 13.400 millones de dólares hasta 2023″.
Y aseguró que indicadores claves mostraron un “fuerte deterioro en la infraestructura y en los costos operativos”.
“La dotación creció un 90% durante la gestión estatal y el nivel de morosidad de los usuarios alcanzo el 16% cuando supo ser del 4% en promedio”, sostuvo Adorni.