Inaugura este lunes el cambio de régimen monetario que decidió el Gobierno nacional la semana pasada, cuando el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el canje de los instrumentos de deuda en poder del Banco Central de la República Argentina (BCRA) por una nueva herramienta, la Letra Fiscal de Liquidez (Lefi).
Con esta estrategia, el presidente Javier Milei busca terminar con uno de los principales problemas para despejar el camino hacia la salida del cepo cambiario. La duda que se comenzará a despejar es saber si el BCRA aprovechará la activación de las Lefi para “tocar” las tasas de interés de referencia o si decidirá dejarlas como está, incluso con el riesgo de que el dólar paralelo siga la escalada ascendente del último mes.
El jueves, con la resolución 40/2024, las secretarías de Hacienda y de Finanzas oficializaron la emisión de $ 20 billones en Lefi.
Esta Letra, a un año de plazo bajo el sistema bullet (amortizará el capital íntegramente al momento del vencimiento), devengará intereses que se irán capitalizando de forma diaria a la tasa de política monetaria fijada por el Central, de allí la importancia de la decisión de Santiago Bausili.
“En cada cambio de la tasa nominal anual de política monetaria, se capitalizarán los intereses y se considerarán como nuevo capital”, dice la normativa que es la gran apuesta de la llamada “Fase 2″ del plan económico de Caputo.
Las Lefi únicamente van a poder negociarse entre el Central y los bancos, por lo que no serán de acceso público para inversionistas individuales. Las entidades financieras podrán, dos veces al día, venderlas o comprarlas, según necesiten o no liquidez.
La autoridad monetaria dejará abiertas para esta negociación dos ventanas, entre las 15 y las 17 y entre las 18:30 y las 20:30 horas; en la primera, las entidades bancarias van a poder tomar pesos en el mismo día; en la segunda, al día siguiente.
Lo que se busca con el nuevo régimen monetario es no emitir más pesos, algo que se seguía haciendo para pagar los intereses de los pasivos remunerados del Central.
Es la “emisión cero” en su máxima expresión, una decisión arriesgada en plena recesión. Para los analistas del mercado críticos de la medida, además de profundizar la caída de la actividad, deja en segundo plano el objetivo de acumulación de reservas, lo que podría restarle credibilidad al plan.
Brecha
La “fase 2″ del Gobierno también incluye el otro de los anuncios de julio: la intervención sobre los dólares financieros con reservas compradas en el mercado oficial, algo que supone volver a absorber los pesos que se emitieron para la intervención. Esta decisión también busca cerrar otro de los grandes grifos de emisión monetaria que estaban abiertos.
Para salir del cepo, además de estas medidas, Milei viene hablando en las últimas semanas de una condición que, por ahora, está lejos de cumplirse: que la inflación y la tasa de devaluación del dólar oficial se alineen en el 2% mensual y, luego, tiendan a converger en el 0%.
Para Milei, “la tasa de inflación que hay que mirar” no es el nivel general, sino la “núcleo”, que no incluye los aumentos de los precios regulados (básicamente tarifas) ni de los productos y servicios estacionales.
Aunque no habrá más emisión del Central para pagar los intereses de los pasivos remunerados, la carga ahora se apoyará en el Tesoro, que deberá hacerse cargo de pagar los intereses que devenguen las Lefi de forma diaria.
Esto implicará, necesariamente, un mayor ajuste fiscal sobre las ya acotadas partidas del Gobierno. La magnitud estará dada por la política monetaria que defina Bausili y que se comenzará a vislumbrar desde este lunes.
¿Plazo fijo o dólar?
Las Lefi gozan de todas las exenciones impositivas dispuestas en las leyes y reglamentaciones vigentes en la materia, es decir, las que alcanzan a cualquier bono emitido por el Tesoro Nacional.
Eso quiere decir que las entidades bancarias van a poder captar la totalidad de la renta que pague el nuevo instrumento, algo vital porque Caputo quiere que a esa mejora la trasladen a las tasas que ofrecen a los ahorristas para captar depósitos a plazo en pesos, y no vayan al dólar.
“Los argentinos van a tener que vender sus dólares para pagar impuestos”, dijo el ministro el viernes, aunque luego aclaró: “Lo que estoy diciendo es que con el correr del tiempo, va a haber cada vez menos pesos porque no se emite más por ninguna razón y se absorben pesos por superávit. Una vez más, en competencia de monedas, la moneda fuerte será el peso”, sostuvo.
Ganancias
El presidente Javier Milei ya firmó el decreto de reglamentación del Impuesto a las Ganancias. Según fuentes del Gobierno, la normativa se publicará este lunes en el Boletín Oficial.
La medida restituye la cuarta categoría del tributo, sancionada a finales de junio como parte del paquete fiscal enviado por el oficialismo al Congreso.
Era una de las medidas pendientes, después de que salieran las normas para la moratoria, el blanqueo y Bienes Personales como parte del conjunto de leyes fiscales que se aprobó en el Congreso.
Se espera que se mantenga la baja del piso votada: hasta los $ 1,8 millones para solteros (alrededor de $ 1,5 millones netos) y de hasta los $ 2,2 millones para personas con dos hijos (1,95 millones netos). Comenzará a regir en julio, lo que supone que será con los salarios que los trabajadores recibirán los primeros días de agosto.
Hasta antes del cambio, el mínimo no imponible era de 15 salarios mínimos, equivalentes a $ 2,34 millones hasta junio y $ 3,5 millones desde julio.
La CGT había pedido sin éxito que se hiciera una actualización del piso, ya que el proyecto original había sido redactado “hace cinco meses y no puede seguir siendo lo mismo”, dijeron.
