El Gobierno nacional decidió poner fin a un polémico convenio que permitía la instalación de un nuevo radar espacial de China en territorio argentino. El observatorio iba a ubicarse en El Leoncito, San Juan, y formaba parte de una red global de vigilancia y observación dependiente del Partido Comunista Chino.
El denominado Radiotelescopio Argentino-Chino (Cart) iba a ser la segunda antena de observación del gigante asiático en el país, después de la instalada en Neuquén en 2017. Esa estación, considerada por Estados Unidos como de posible uso militar, ya había despertado preocupación en materia de seguridad hemisférica.
Según el acuerdo original, China tendría control sobre el 60% del tiempo operativo del radar, sin obligación de informar el propósito de sus observaciones. El 20% restante se reservaba para investigaciones conjuntas y otro 20% para solicitudes de científicos argentinos o chinos, informó Infobae.
Esa distribución desigual y el control extranjero de infraestructura científica con potencial dual fueron cuestionados por especialistas y diplomáticos.
Frenaron el proyecto chino para instalar radar espacial en Argentina
Desde su llegada a la Casa Rosada, la administración de Javier Milei revisó los convenios firmados con China durante gestiones anteriores. Finalmente, el Ejecutivo resolvió no renovar el acuerdo que habilitaba la instalación del Cart, firmado entre el Conicet, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) y la Academia de Ciencias de China (CAS).
El convenio venció en junio y el Gobierno optó por no extenderlo. Además, se detuvo en la Aduana el ingreso de materiales provenientes de China destinados al radar.
Fuentes oficiales explicaron que esos envíos presentaban irregularidades y carecían de documentación de respaldo por parte de las autoridades chinas.
Reacciones y antecedentes
Desde la Universidad Nacional de San Juan, el Consejo Superior lamentó la decisión y defendió la iniciativa como un proyecto “de fines estrictamente científicos”, producto de más de tres décadas de cooperación entre ambos países.
El proyecto representaba una inversión estimada en 350 millones de dólares y contemplaba una antena principal de 40 metros de diámetro. Sin embargo, el plan quedó cancelado tras la revisión gubernamental.
Preocupación internacional
El radar que ya opera en Neuquén continúa bajo observación internacional. En 2023, una comitiva de funcionarios, científicos y académicos argentinos necesitó autorización especial para inspeccionarlo.
El entonces embajador estadounidense Marc Stanley había manifestado su inquietud por la presencia de personal militar chino en la base: “Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”, señaló.
La decisión de no renovar el convenio con China se enmarca en el alineamiento del Gobierno con Estados Unidos y su estrategia de limitar la influencia de potencias extrarregionales en



























