El Fondo Monetario Internacional (FMI) reiteró que mantiene conversaciones con la Argentina para redefinir los términos del acuerdo, pero evitó ofrecer definiciones sobre los nuevos parámetros que marcarán el escenario macroeconómico de los próximos meses.
La vocera del organismo, Julie Kozack, ofreció este jueves en Washington la habitual conferencia de prensa quincenal y sus palabras confirmaron oficialmente el panorama que anticipó este medio a principios de semana.
Desde la más estricta posición institucional, Kozack señaló que el FMI mantiene conversaciones “constructivas” con la Argentina y eludió otro tipo de definiciones.
La portavoz había sido consultada sobre el pedido del gobierno argentino de adelanto de desembolsos por U$S 10.000 millones y la intervención que estaban realizando las autoridades económicas en los mercados de cambios financieros.
Pese a lo concreto de las preguntas, Kozack insistió con declaraciones formales sin ningún valor para el crucial momento que vive la economía argentina donde cada dólar de las reservas cuenta con especial interés.
“Hemos estado trabajando estrechamente con las autoridades argentinas en el contexto del programa, para abordar una situación muy desafiante y compleja”, se limitó a expresar la portavoz.
Kozack dijo que la situación “se exacerbó por la sequía histórica” que enfrenta el país.
Poco después, la Bolsa de Cereales de Rosario publicó un informe en el que recortó la estimación de la cosecha de soja a 21,5 millones de toneladas, desde las 23 millones previas, que representa un tercio de lo proyectado al inicio de la campaña.
En el mismo sentido, la Bolsa de Cereales de Córdoba indicó que el área sembrada con trigo caerá un 15%, lo que implicaría la peor campaña en 10 años.
A pesar de este horizonte y con un dólar agro que está lejos de satisfacer las expectativas, el FMI mantiene una posición de silencio ante los pedidos de auxilio del gobierno argentino.
El Banco Central compró este jueves apenas U$S 11 millones, pese a que las liquidaciones de las cerealeras treparon a U$S 162 millones, el segundo monto más alto desde el inicio de la tercera etapa del programa.
Con el panorama agrícola a la fecha se estima que los derechos de exportación aportarán a la recaudación impositiva U$S 3.300 millones, sólo un tercio de lo sumado el año pasado.
Con los equipos técnicos intentando convencer a sus pares del FMI, el ministro de Economía, Sergio Massa, comenzó a jugar más fuerte en el frente político y se empantanó en la discusión por la interna de la coalición de gobierno.
Durante un acto en la ciudad bonaerense de Navarro, el jefe del Palacio de Hacienda apuntó a quienes se molestaron tras su manifestar su posición de que el oficialismo debe dar certidumbre y no dirimir sus diferencias en unas PASO: “Orden político para que haya orden económico, eso es lo que necesita Argentina”, sentenció.
Y luego lanzó una frase contundente al subrayar que al Frente de Todos no le entra “un quilombo más”.
Massa salió al cruce de sus detractores en un acto que tenía como objetivo anunciar un programa de incentivo para productores afectados por la gripe aviar.
Este viernes promete ser otro día de suma tensión en el oficialismo ya que el INDEC dará a conocer la inflación de abril, que según los analistas estará por encima de marzo y muy cercana al 8%.
Massa sabe que ese número es su “Talón de Aquiles” y espera el embate de quienes le recordarán que había prometido que en abril iba a “empezar con 3″, o sea sería inferior al 4%.
La Secretaría de Comercio continúa trabajando en pos de cerrar un nuevo acuerdo de precios en conversaciones “empresa por empresa”, pero ya se resignó reducir el volumen de productos incluidos en Precios Justos, ante la resistencia de las alimenticias.
Por otra parte, se recortó la zanahoria de habilitar el acceso a dólares oficiales para importaciones por la situación del campo y la indefinición del FMI.
