Nada más angustiante que tener un problema urgente, llamar a una puerta y sentir que ya no hay nadie del otro lado para dar una respuesta. Algo así les pasa a los intendentes cordobeses que sufren el deterioro de tramos de rutas nacionales y no tienen dónde acudir para obtener soluciones.
Es que Vialidad Nacional ya no es un receptor válido tras el anuncio de cierre de ese organismo por parte del gobierno de Javier Milei.
El estado de las rutas nacionales en Córdoba lleva muchos años de deficiencia y de promesas de mejoras incumplidas. Pero en el último año el cuadro empeoró.
Un ejemplo es la ruta nacional 158, de alto tráfico y vital como columna que atraviesa gran parte de Córdoba uniendo en 270 kilómetros las ciudades de Río Cuarto, Villa María y San Francisco.
Utilizada para el transporte masivo de camiones, internacionales y nacionales, exhibe un estado “crítico” en algunos puntos.
Raúl Mariscalchi, intendente de Arroyo Cabral puntualizó que en la zona del arroyo San José y a unos 11 kilómetros al sudoeste de Villa María, “se producen accidentes de tránsito con frecuencia, debido al deterioro del asfalto”.
Las reparaciones realizadas por Vialidad en los últimos meses fueron calificadas por el intendente como “muy a medias, y no duran ni una semana”. Además, citó que el tramo de Luca a Dalmacio Vélez se encuentra “muy ondulado y peligroso”.

Ante la falta de soluciones, Mariscalchi ha reunido antecedentes para evaluar acciones judiciales (como la presentación de un amparo) en caso que no haya respuestas .
Entre Arroyo Cabral y Villa María existe un puesto de Vialidad Nacional para controlar que los camiones no excedan los límites de carga. Actualmente la actividad es casi nula.
Entre Dalmacio Vélez y General Cabrera, lo más complicado es una curva atravesada por el ferrocarril, y que por su estado obliga a reducir la velocidad al mínimo. “Si no bajás la velocidad a cero, rompés el auto”, graficó una usuaria frecuente.
Salvo esos puntos, en la zona entre Villa María y Río Cuarto, la 158 se encuentra en aceptables condiciones.

Pero nadie olvida las promesas de sucesivos gobiernos nacionales para transformarla en una autovía o autopista de cuatro carriles. Salvo en los planos dibujados, nada se avanzó.
En el último año, se impulsó el Foro Interinstitucional por la Autovía 158, que busca reinstalar la obra en la agenda nacional. Lo forman intendentes, legisladores y empresarios de la zona, para presentar un proyecto para una empresa privada la ejecute a cambio del peaje.
Pero no han obtenido respuesta del Gobierno hasta ahora.

Hacia el este, peor
En el departamento San Justo los reclamos por la 158 aumentan. En el trayecto entre Colonia Prosperidad y Las Varillas no da para más. Está llena de pozos y ondulaciones, mostrando una falta de mantenimiento obscena.
La preocupación no solo invade a los usuarios, sino también a los intendentes y jefes comunales de las localidades que la cruzan, quienes levantaron varias veces la voz ante Vialidad Nacional, aunque como respuesta recibieron apenas parches.
Ahora, unos días antes del sorpresivo anuncio de Milei de cerrar Vialidad, personal del organismo realizó arreglos menores, que debieron interrumpir ante ese anuncio, y dejando algunos pozos sin tapar.
Por ejemplo, se colocaron en inmediaciones a Saturnino Laspiur tachos a modo de advertencia por el peligro de baches, más una señal de velocidad máxima a 20 km/h.
El intendente de Las Varillas, Mauro Daniele, explicó que la repavimentación de la ruta 158 es reclamada desde hace más de una década. Y apuntó que los cambios decididos por la Nación aumentan más la incertidumbre.

“El trayecto está cada vez peor, cada año se deteriora más”, sostuvo. También recordó las reuniones y gestiones para que la 158 sea una autovía.
Sin embargo, reconoce que ya las exigencias bajaron de nivel: “Ahora ni siquiera pedimos una autovía, sino una repavimentación que garantice al menos condiciones dignas de circulación”, subrayó.
El intendente de Saturnino María Laspiur, Horacio Depetris, señaló que la semana pasada se interrumpieron algunos trabajos menores que personal de Vialidad Nacional había comenzado. “Hasta hace un mes había algunas respuestas, decían que era inminente y que iba a demandar cinco o seis meses la obra. Ahora no sabemos ni a quien reclamarle”.
“Vamos a seguir insistiendo porque lo que no vamos a perder nunca es la voluntad de levantar la mano y reclamar”, añadió.
Respecto al estado actual, Depetris fue tajante: “Es un peligro transitar esta ruta en esta zona. Lo que queremos evitar, primero, es que ocurra alguna catástrofe más. Hace 20 años que estamos con el reclamo y queremos una solución”.

Solo promesas
La 158 es una ruta simple, de dos carriles, con alto tránsito y que atraviesa numerosas áreas urbanizadas. Desde hace décadas presenta deterioro, según los tramos que se analicen, que solían ser reparados parcial y temporariamente por Vialidad Nacional.
En las dos últimas décadas se sucedieron varios proyectos y anuncios de diferentes gobiernos nacionales sobre la transformación en autovía (sobre la actual traza) o de autopista (con trazado nuevo).
Por citar sólo las últimas, el gobierno de Mauricio Macri la incluyó en los planes de obras a ejecutar con el sistema de Participación Pública Privada (PPP), que nunca se puso en marcha.
En la gestión de Alberto Fernández, se avanzó en un nuevo esquema que promovía su secretario de Obras Públicas y exintendente de Villa María, Martín Gill, de una autopista en cuatro tramos, para lo que se firmaron varios convenios. En 2023 se anunció incluso que un primer tramo se ejecutaría entre General Deheza y General Cabrera. Sin embargo, tampoco superó la etapa de los papeles.
Ya con la gestión de Milei, el esquema de obras públicas nacionales luce paralizado..
Ruta 9: otro caso
Otro caso, entre varios posibles, es el de la vieja ruta nacional 9, que corre paralela a la autopista a Rosario.
Entre Tío Pujio y Villa María, por ejemplo, presenta un estado que genera “un grave riesgo”, según advierte Ariel Petrocchi, intendente de Tío Pujio, quien ha elevado reclamos “en forma casi mensual” a Vialidad Nacional por el deterioro de unos 10 kilómetros que faltan de reasfaltar.

Ese sector, que no fue culminado por el gobierno anterior cuando hizo el tramo desde Tío Pujio hacia Córdoba, se caracteriza por “la ausencia de señalización y la gran cantidad de baches”.
Petrocchi destacó que la situación se agrava “intensamente en los días de lluvia, en virtud de que el agua queda estancada en la calzada”.
Recientemente, la Nación notificó el inicio de obras de bacheo sobre ese sector. Los trabajos están a cargo de una empresa, aunque se aclaró que es “solamente bacheo y no reasfaltado”. No hay certezas ahora que la obra se termine.
