Caída de ventas, con exceso de stocks en fábricas o en la cadena comercial, y crédito caro: la combinación clásica para que la industria comience a reestructurar sus planteles de personal, por ahora sin grandes estridencias y también con la expectativa puesta en mantener algún nivel de actividad en los próximos meses.
En Córdoba, la más afectada es la industria automotriz, y sus proveedores. No hay despidos directos, coinciden fuentes del cordón fabril, pero sí retiros voluntarios abiertos, algunos oficializados por las áreas de Recursos Humanos y otros, simplemente, como rumores que circulan en las plantas.
La prueba de que las compañías prefieren evitar los despidos es que los principales gremios del rubro, la UOM y el Smata, se mantienen en alerta, pero no han denunciado achicamientos compulsivos. El primero está en un tironeo en paritarias y el gremio de los mecánicos acaba de cerrar un acuerdo por encima de la inflación de enero y de febrero.
La fábrica de Iveco es la última que habría abierto retiros, pero el dato no pudo ser confirmado oficialmente. Esa fábrica de camiones tuvo un gran 2023, con una producción de 5.500 unidades. Pero, este año, las ventas se frenaron y la cadena comercial tiene stocks para atender la escasa demanda del momento. Les pasa a otras terminales, inclusive no radicadas en Córdoba.
Según la información que recibieron los proveedores, el esquema de producción para este año se ubicaría en 3.500 unidades, lo que implica una caída del 40%. Ello determina un ajuste en la plantilla de operarios mediante la propuesta de retiros.
Por Santa Isabel, Renault y Nissan ya venían aplicando un plan de reducción de plantillas, con el objetivo en 450 operarios sobre 2.500. Stellantis prevé una baja productiva del 13%, pero no se conoce que haya una reducción de personal.
Con las previsiones de los fabricantes en la mano, Ramón Ramírez, de la comisión autopartista de la cámara metalúrgica (CIMCC), consideró que en el sector “no se va a parar por completo la producción, pero sí habrá una baja muy grande, del 40%”, indicó a La Voz.
Construcción a casi cero
En otras actividades, como la construcción, la reestructuración de planteles comenzó a producirse en octubre pasado, en parte por la incertidumbre política de aquel momento y por el freno en la construcción de obras públicas.
Comercio, por goteo
A nivel comercial, Pablo Chacón, secretario general del gremio Agec, reconoció que existe preocupación “por el golpe al sector comercial en materia tarifaria y en el costo de alquileres”. “¿Hasta dónde estos mayores costos resienten la actividad?, es la pregunta que nos hacemos?”, reflexionó.
Hasta el momento, el achicamiento de personal se produce por goteo, con no renovación de contratos, entre otras acciones. En los comercios chicos, la situación es más difícil de medir para el sindicato. “Lo que podemos ver son cada vez más locales cerrados”, planteó.
Pero la mira está puesta en lo que ocurre en los grandes centros comerciales y en especial en los súper e hipermercados. Con una caída de ventas del 20% en el arranque del año, hubo amagues de achicamiento que finalmente quedaron postergados.
Estatales en alerta
En tanto, gremios estatales advirtieron que el Gobierno nacional prevé para el martes próximo el anuncio de un “desguace” del 30% de los empleados de planta transitoria de la administración pública nacional, medida que alcanzaría unos 70 mil trabajadores.
Los sindicatos apuntaron que se trata de “un universo de 64 mil empleados estatales regidos por el artículo 9º y de unos seis mil que prestan servicio bajo la resolución 1.109 -en este caso, monotributistas o personal especializado bajo convenio con universidades- cuyo vínculo laboral fue prorrogado el 31 de diciembre y por el plazo de tres meses”.
Ese plazo está a punto de cumplirse y el temor es que el Gobierno disponga la desvinculación.
