El dólar arrancó la semana con la misma tónica de la anterior y la cotización para ahorristas minoristas se acercó a los $ 1.300.
Ante la firme tendencia el gobierno salió a intervenir en los mercados de futuro para frenar la suba.
Pese a los esfuerzos del equipo económico por demostrar que el programa cambiario/financiero es solvente, los operadores mantienen sus dudas y ponderan en mayor medida los riesgos políticos.
No obstante, este movimiento dispara dos lecturas. Por un lado están quienes ponen reparos en la continuidad del plan y ahora alerta por el impacto inflacionario, y por otro aparecen quienes creen que finalmente esta corrección servirá para acotar algunos desequilibrios, como por ejemplo el déficit de la cuenta corriente.
Lo concretó es que los ahorristas minoristas dispuestos a comprar dólares por homebanking o por ventanillas al cierre de este lunes tienen que pagar $ 1.285 por unidad, mientras que en caso de vender se les ofrece $ 1.235. Esto significa un nuevo salto de $ 25 en tan sólo una jornada. Así, el precio de la divisa se aleja del centro de la banda y se acerca a su techo, ahora en torno a los $ 1.430.
En tanto, la cotización oficial a través del Banco Nación quedó en $ 1.230 y $ 1.280 para cada una de las puntas.
Ambos comportamientos estuvieron contenidos por operaciones en los mercados de futuro, que por su volumen se le adjudican al gobierno. Pese a este esfuerzo, el precio a fin de junio subió 1,73% a $ 1.291, mientras que los contratos a diciembre se cerraron en $ 1.449, que representa un incremento de 1,69%.
En la plaza financiera el MEP y el Contado con Liquidación tuvieron subas de 2,5%, para llegar a precios de $ 1.277 y $ 1.281 respectivamente.
Como viene sucediendo casi desde la liberación parcial del cepo, el “blue” se mantuvo como el dólar más barato del mercado con precios de $ 1.230 y $ 1.250, respectivamente.
Las reservas brutas del Banco Central se ubicaron en U$S 41.720 y cayeron U$S 19 millones en la previa al pago de U$S 4.200 millones que el miércoles se realizará a bonistas privados.
El punto a favor de esta suba del tipo de cambio es que sirve para atenuar el impacto en la caída del precio de los commodities que sufrieron bajas promedio de 2%, con la soja en U$S 377 y el maíz en U$S 167.
El clima enrarecido se observó también en los mercados de acciones y bonos. Los ADRs en Nueva York operaron con fuertes bajas, que en el caso de los papeles bancarios llegaron al 6%. Los títulos públicos retrocedieron más de 2% y el Riesgo País sigue firme en torno a los 680 puntos.
A su vez, el Merval en Buenos Aires retrocedió 2,6%, también liderado por las especies vinculadas al sector financiero.