La ciudad de San Francisco y el departamento San Justo confirmaron el domingo por la noche que son bastiones fuertes del candidato a gobernador de Hacemos Unidos por Córdoba Martín Llaryora. Y esa tracción de votos para el mandatario capitalino fue clave también para que Damián Bernarte sea el vencedor en las elecciones municipales.
El actual intendente interino –ante la licencia de Ignacio García Aresca, hoy diputado nacional- ya con el 100% de las mesas escrutadas, se impuso sobre Marco Puricelli, de Juntos por el Cambio. Ganó con 42,35% de los votos mientras que el radical alcanzó el 35,73%.
Esa diferencia de siete puntos por la intendencia no se condice con los 20 que le sacó Llaryora a Luis Juez en San Francisco para gobernador, lo que indica que muchos ciudadanos decidieron votar al sanfrancisqueño como gobernador pero optaron por otro color político a nivel local. Fue allí donde Puricelli parece haber hecho una diferencia a su favor y una elección que lo deja bien parado hacia adelante.
En comparación a la última elección municipal en 2019, Hacemos Unidos por Córdoba bajó del 45,55% (17.540 votos) al 42,3% (16.274). En total son 1.266 votos menos.
Juntos por el Cambio, en tanto, pasó del 27,33% en 2019 (10.524 votos) al 35,7% en 2023 (13.730), un crecimiento de algo más de ocho puntos y 3.206 votos. Un dato no menor es que esta vez hubo acuerdo con la UCR, algo que no pasó en los comicios pasados.
La polarización para Bernarte era esperable
Tras su emotivo discurso cerca de la medianoche, Bernarte analizó una elección polarizada en su ciudad, pero también en la provincia: “El resultado estuvo dentro de lo esperable, en la ciudad había un gran interés por votarlo a Martín Llaryora, creo que eso es parte del orgullo de los sanfrancisqueños, cosa que me parece buenísima. Hubo gente que votó a un candidato a intendente en el tramo local y lo votaban a Martín. Nosotros, la verdad, estuvimos dentro de nuestras expectativas”, se sinceró.
El intendente electo valoró la victoria y aseguró que “no es fácil ganar una elección” recordando las dos oportunidades en que le tocó perder cuando era candidato opositor.
“Siento que es una pelea que había decidido dar en la vida, esto marca no el final de un camino sino el inicio de uno nuevo”, subrayó.
El departamento San Justo, del que San Francisco es cabecera, fue el de mayor diferencia a favor de Llaryora en todo el interior. Junto con los resultados de la Capital, explican la ventaja a nivel provincial de quien será goberadnor después de ser intendente de San Francisco y de la Capital.
Cambia el dibujo en el Concejo Deliberante
La buena performance de Juntos por el Cambio en San Francisco, sumada a la magra actuación de las demás fuerzas opositoras, permitió que el Concejo Deliberante a partir de diciembre próximo sea bipartidista: pasará de tener cuatro bloques a dos. El oficialismo se quedará con siete bancas, mientras que el nuevo bloque opositor ocupará cinco.
Respecto a este nuevo escenario, Bernarte opinó: “Siempre ejercité el diálogo, la escucha, como siempre voy a estar dispuesto a escuchar, a dialogar. Creo que todos los candidatos que han participado, todos con sus propuestas pensaban en un San Francisco que siga creciendo y progresando, por eso me parece que hay que escucharlos a todos”, consideró.
Y cerró: “Todos con sus propuestas pensaban en un San Francisco que siga creciendo y me parece que hay que escucharlos a todos”.
Puricelli, conforme y crítico con la boleta única
Por su parte, el candidato de Juntos por San Francisco, el radical Marco Puricelli, se mostró muy conforme con la elección que llevó adelante.
“Hemos hecho la mejor elección de la oposición en los últimos 40 años de la ciudad, en comparación con otras elecciones. Además hemos logrado un fuerte avance que aún no alcanza, enfrentando a la boleta única más trucha de la Argentina, que nuevamente hizo que el intendente de San Francisco se eligiera en la ciudad de Córdoba”, cuestionó.
“Aceptamos el resultado pero con reservas, no queremos más jugar un partido con la cancha inclinada”, señaló.
