El escenario político nacional aún no se recuperó del impacto que significó el anuncio de Cristina Fernández de que no será candidata “a nada” el año próximo.
El renunciamiento de la influyente vicepresidenta de la Nación tiene una lectura particular en el PJ cordobés. Según sus allegados, el gobernador Juan Schiaretti cree ver una oportunidad en su postergada proyección nacional, si Cristina Fernández no participa en la pulseada electoral del año próximo.
Schiaretti viene trabajando con distintos dirigentes nacionales para armar un nuevo espacio, “distinto al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio”, según definió el gobernador en sus últimas declaraciones públicas.
Según la lectura que hacen en el entorno del mandatario provincial, el hipotético paso al costado de la expresidenta podría reconfigurar un nuevo escenario político nacional, en el cual Schiaretti pretende tener algún protagonismo.
Antes de que se produjera el impactante anuncio de Cristina Fernández, la senadora nacional Alejandra Vigo habló del futuro político del mandatario cordobés.
“Lo único que sé es que Juan (Schiaretti) no se va a retirar de la política. No se sabe cuál será su rol en el escenario nacional, pero quiere colaborar con el país, desde el lugar que sea”, afirmó Vigo, dos meses atrás.
No sólo se trata de alguien que conoce bien el pensamiento del gobernador por ser su esposa, sino que es una de las principales armadoras política de su esposo a nivel nacional, en especial, en el Congreso nacional.
Desde hace tiempo, Schiaretti sostiene que hay que superar la grieta, que para él representan la expresidenta y Mauricio Macri.
El gobernador nunca corto su vínculo con el expresidente, aunque en privado y también en público, siempre remarcó que Macri hizo muy poco para superar la grieta con los K, en los cuatro años que gobernó el país.
“Es fundamental superar la grieta y a los acuerdos políticos hay que hacerlos antes de llegar al poder”, sentenció Schiaretti, el lunes pasado, cuando compartió panel con su colega jujeño, el radical Gerardo Morales, en el ciclo “Argentina, Estado, Ética y Sociedad”, que organizó la diputada nacional Margarita Stolbizer, una aliada del cordobés, por ahora sólo en Córdoba.
Schiaretti viene dialogando desde hace varios meses con distintos dirigentes nacionales, con una premisa: hacer un acuerdo de gobernabilidad que incluya a distintos partidos, entre ellos, el PJ; la UCR y el PRO.
“Los únicos que deben quedar al margen son los fanáticos de la grieta que tanto mal le hace al país”, repite el gobernador ante empresarios y dirigentes políticos, con los que habla más de lo que trasciende.
El mandatario cordobés no oculta. Es más ya lo ha hecho público que tiene muchas coincidencias con el radical Facundo Manes, precandidato presidencial de Juntos por el Cambio.
También tiene diálogo permanente con peronistas como Florencio Randazzo; Alejandro “Topo” Rodríguez; Graciela Camaño; Juan Manuel Urtubey y Emilio Monzó, entre otros.
Un mes atrás compartió un largo café con el exministro de Economía, Roberto Lavagna, quien según dejaron trascender los schiarettistas, lo alentó a construir “algo nuevo y diferente al Frente de Todos y Juntos por el Cambio”.
Los schiarettistas también admiten que Schiaretti habla seguido por teléfono con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y varios gobernadores, entre ellos, Omar Perotti (Santa Fe); Gustavo Bordet (Entre Ríos); Sergio Uñac (San Juan); Oscar Herrera Ahuad (Misiones) y el líder de esa provincia, el exradical Carlos Rovira.
El cambiante vínculo con Macri
Para el gobernador cordobés, el expresidente Macri es una de las orillas de la grieta. Sin embargo, mantiene relación con el fundador del PRO, mientras que es nulo el vínculo con la vicepresidenta Cristina Fernández, con quien no habla desde hace varios años.
Schiaretti le cuestiona a Macri no haber intentado superar la grieta en el escenario político nacional, pero nunca cortó el diálogo con el expresidente.
La reciente reunión entre Macri con Martín Llaryora, el candidato a gobernador del PJ cordobés, marca que Schiaretti hace diferencias entre el expresidente y Cristina.
Llaryora tiene juego propio, pero no habría visitado las oficinas de Macri en Martínez sin el consentimiento de Schiaretti.
El propio intendente capitalino brindó dato relevante sobre los términos de la reunión con el expresidente, que tiene relación con el armando nacional que intenta Schiaretti.
“Con la grieta se puede ganar una elección, pero no se puede gobernar. Si queremos hacer las reformas que hacen falta para salir de esta crisis, necesitamos una coalición que deje en segundo plano los intereses partidarios y priorice los intereses estratégicos”, dijo Llaryora el miércoles último, en su disertación en la Bolsa de Comercio de Córdoba, cuando compartió panel con el exministro del Interior, Rogelio Frigerio, y el intendente de 3 de Febrero, el macrista Diego Valenzuela.
El intendente y candidato oficialista a gobernador blanqueó que habló con Macri sobre la gobernabilidad, después de 2023, una preocupación que Schiaretti expone en cada reunión o disertación.
En definitiva, aunque no lo dirá en público, Schiaretti ve a Macri como un integrante de un gran acuerdo nacional de gobernabilidad, pero no como el líder de esa movida.
Considera que Macri, como Cristina Fernández, no pueden liderar un espacio de diálogo, pero sin dudas, que el cordobés se siente más cómodo con el fundador del PRO.
Un obstáculo
Schiaretti descarta de plano sumarse a Juntos por el Cambio y al Frente de Todos. Es su principal definición cuando habla en el escenario nacional.
Sus diferencias con el kirchnerismo son públicas y nadie lo ve compitiendo dentro del Frente de Todos, espacio en el cual Cristina Fernández seguirá influyendo, más allá de cumplir su promesa de no ser candidata.
Schiaretti habla con muchos dirigentes de Juntos por el Cambio, pero también descartó unirse a Manes para competir en una eventual interna en ese espacio.
El gobernador siempre sostuvo entre sus íntimos que las dos alianzas predominantes no iban a llegar como se mantienen hasta ahora, a las elecciones del año próximo.
Para los schiarettistas, el renunciamiento de Cristina abona el convencimiento del gobernador que habrá un reconfiguramiento del escenario político nacional.
Schiaretti insistirá en los próximos días con su discurso antigrieta y aceitará los contactos con dirigentes nacionales, en una proyección que aún es muy tímida.
Tan tímida, que dirigentes opositores locales, como Luis Juez, Rodrigo de Loredo y Mario Negri, sostienen que la pretendida proyección nacional del gobernador, con fotos con muchos dirigentes de Juntos por el Cambio, es sólo una excusa para meter ruido en el armado de la oposición provincial.
