La máxima autoridad monetaria de Argentina, el Banco Central de la República Argentina (BCRA), aplicó hoy un verdadero “golpe al crédito” con una nueva y drástica batería de medidas que buscan secar la plaza de pesos y contener la presión sobre el dólar en medio de la campaña electoral.
La medida viene de la mano del ministro de Economía, Luis Caputo, quien por las redes sociales exteriorizó los límites que pretende imponerle al flujo de pesos que circulan en la economía, tras el susto cambiario de hace algunos días.
A través de la Comunicación A 8302, la autoridad monetaria no solo elevó los encajes bancarios en cinco puntos porcentuales, sino que también endureció significativamente su aplicación y duplicó las penalidades por incumplimiento, impactando de lleno en la liquidez y operatividad del sistema financiero.
El incremento de los encajes, que pasan del 45% al 50%, viene acompañado de tres modificaciones clave que reconfiguran el escenario para los bancos y consolidan una política monetaria explícitamente contractiva:
Suscripción Forzosa de Títulos Públicos. Se ha autorizado que hasta tres puntos porcentuales (de los cinco elevados) de este incremento sean integrados exclusivamente mediante la adquisición de títulos públicos en pesos. Estos instrumentos, como las letras Lecap y Tamar, serán emitidos por el Tesoro en licitaciones especiales.
Según estimaciones del sector financiero, esta exigencia obligará a los bancos a suscribir un valor cercano a $3 billones en instrumentos del Estado.
Cálculo Diario y Rigidez Operativa. El cálculo de los encajes deja de hacerse por promedio mensual para tornarse diario. Esta modificación elimina por completo la flexibilidad operativa que tenían las entidades financieras, limitando significativamente sus márgenes de maniobra y su capacidad de gestionar su liquidez intradiaria. La preocupación de las cámaras del sector financiero no se hizo esperar, con ejecutivos señalando que es “imposible eficientizar los saldos que quedan al cero durmiendo en el BCRA”. La implementación diaria complejiza sobremanera la gestión de liquidez de los bancos y aumenta la presión sobre sus mesas de dinero.
Penalidades Duplicadas por Incumplimiento. Las sanciones por no cumplir con el nivel de encajes o por exceder la posición neta de moneda extranjera se han endurecido drásticamente. Las multas, que antes eran equivalentes a 1,5 veces la tasa Tamar, se han duplicado a 3 veces esa tasa mayorista.
Respuesta al mercado
Estas medidas no son un hecho aislado, sino una respuesta directa a los débiles resultados de una reciente licitación del Tesoro, en la que el equipo económico encabezado por Caputo solo se logró renovar el 60% de los instrumentos que vencían.
Este resultado, considerado como un fracaso por los economistas, dejó una masa considerable de pesos fuera del circuito financiero, estimada entre $5 y $6 billones, generando una presión inmediata sobre el tipo de cambio.
En este marco, el BCRA busca con urgencia absorber ese excedente para evitar una mayor escalada en el precio del dólar, en un momento donde la variable cambiaria es extremadamente sensible debido al calendario electoral. La estrategia del Banco Central es claramente una política explícitamente contractiva destinada a enfriar la demanda de dólares.
Desplazar al crédito
El economista Gabriel Caamaño ha advertido que el enfoque adoptado por el BCRA profundiza el fenómeno del “crowding out”. Esto significa que el Banco Central, al exigir a los bancos la compra masiva de títulos públicos, está desplazando el crédito privado hacia el financiamiento del Tesoro.
En un sistema con liquidez finita, los recursos que antes podían destinarse a préstamos productivos para empresas o al consumo de las familias, ahora deben ser dirigidos a financiar las necesidades del Estado, reduciendo la disponibilidad de capital para el sector privado. “Parece kircherismo”, comparó una economista de Córdoba que sigue de cerca la evolución.
De hecho, los plazos fijos y las cuentas remuneradas ya han registrado subas significativas en busca de captar los pesos disponibles. En agosto, algunos bancos medianos llegaron a ofrecer tasas de 44% de Tasa Nominal Anual por plazos fijos, con incrementos que, en algunos casos, alcanzaron hasta 16 puntos porcentuales sobre lo que ofrecían previamente. Esta situación refleja el esfuerzo de las entidades por captar pesos.
También se traduce en mayores costos financieros tanto para el consumo (créditos personales, tarjetas) como para la inversión (préstamos productivos, hipotecas), complicando drásticamente el acceso al financiamiento para empresas y consumidores.
Adicionalmente, la volatilidad en el mercado de tasas a corto plazo creció. Las tasas llegaron a fluctuar entre 30% y 120% nominal anual.
Reunión de urgencia
El BCRA, consciente de la magnitud de sus decisiones y buscando evitar una mayor inestabilidad, convocó de urgencia este jueves por Meet a más de 200 representantes de bancos y cámaras financieras a una reunión técnica.
El objetivo de este encuentro que se extendió por una hora fue explicar las nuevas disposiciones y, en la medida de lo posible, evitar turbulencias en el mercado ante el impacto de las medidas.
Sin embargo, la preocupación de las cámaras del sector financiero, especialmente por la exigencia de cumplimiento diario, es palpable y se ha manifestado abiertamente, anticipando un escenario de mayor rigidez operativa.
Para los banqueros, la política monetaria adoptada por el Banco Central es un apretón monetario sin precedentes que busca absorber todos los pesos disponibles en la economía a través de fuertes restricciones sobre los encajes y el aumento de las tasas.