Las transferencias del Estado Nacional a las 59 Universidades Nacionales cayeron 32%,1% entre enero y septiembre, según un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración (Asap) difundido este miércoles.
En este contexto, la Universidad Nacional de Córdoba recibió un 31,7% menos de fondos con relación al mismo período del año pasado y la de Río Cuarto un 30,6%, al igual que la de Villa María.
El trabajo fue realizado en base a datos oficiales del Ministerio de Economía.
Este nivel de transferencias resultó discrecional por parte del Poder Ejecutivo, debido a que al no haber Presupuesto Nacional 2024 aprobada por el Parlamento se ejecuta el Presupuesto 2023 con actualizaciones que en todos los casos estuvieron por debajo de la inflación, lo que provoca la pérdida de valor de esos giros.
Este ajuste en las partidas universitarias es otro de los aspectos que le permite al Gobierno nacional alcanzar el equilibrio de las cuentas públicas.
El porcentaje de poda de recursos a las casas de altos estudios es similar al que viene ejecutándose sobre el gasto en jubilaciones y pensiones.
Según el trabajo que presentó Asap en los nueves meses de 2024 transcurridos, la administración central le giró a las Universidades $ 2.136.906 millones (en términos devengados, equivalente a computados). Esto significa un incremento nominal de 143,5%, pero que ajustado por inflación se transforma en una caída de 32,1%.
Lo efectivamente pagado fue de $ 1.858.017 millones, que equivale al 86,9% de lo ya reconocido (devengado). En consecuencia, la administración central tiene una deuda de $ 278.889 millones.
En lo que respecta a la Universidad Nacional de Córdoba, los montos devengados en los primeros nueve meses del año ascendieron a $ 139.089 millones, con un alza nominal de 146,7%, pero con una baja real de 31,7%. Lo efectivamente pagado en el período fue de $ 120.848 millones, un 86,9% de lo ya reconocido. De esta forma aún hay un saldo favorable de $ 18.241 millones.
En el caso de la Universidad de Río Cuarto se le devengaron transferencias por $ 29.130 millones, un 149% por encima del acumulado del año pasado, pero 30,6% inferiores en términos reales. Hasta el momento le fueron pagados $ 25.296, un 86,8% de lo devengado lo que deja un saldo a favor de $ 3.834 millones.
Siempre de acuerdo al informe presentado por Asap, a la Universidad de Villa María le fueron devengados desde enero fondos por $ 11.469 millones, que significan un alza de 148,7% nominal, pero una baja real de 30,6%. Lo efectivamente pagado alcanza a $ 9.928 millones, un 86,6% del devengado, restando pagos por $ 1.541 millones.
Todas estas transferencias tienen como destino financiar gastos corrientes, ya que los gastos de capital (para inversión) fueron erradicados.
El listado también muestra que a la Universidad Nacional Madres de Plaza de Mayo se le enviaron U$S 905 millones en nueve meses, la totalidad de las transferencias computadas. Cabe recordar que el Gobierno dejó de enviar las partidas presupuestarias a esta institución, pero la Justicia ordenó su reposición en el marco de la causa que se abrió tras la intervención oficial a esa casa de estudios.
En medio de la marcha la vicepresidenta Victoria Villarruel aprovechó para criticar la performance de esta institución. En un posteo en redes sociales destacó que el presupuesto que le fue asignado por $ 1.500 millones generó sólo 16 egresados a un promedio de $ 93.750.000 por cada uno de ellos. “Inmorales”, fue la calificación que acompañó una placa con estos números en las redes sociales.
“Todo lo que se financia con los impuestos, tasas y contribuciones del pueblo argentino trabajador puede y debe ser auditado para recibir fondos del Estado. Debemos cuidar lo que es de todos y dejar de proteger los negocios de los gerentes de los agujeros negros fiscales. Siempre mi apoyo a la universidad pública y de calidad, pero sin los parásitos que hacen negocios con ella”, escribió Villarruel en el posteo.
