Tras la decisión unánime de la Cámara de Acusación de la ciudad de Córdoba, quedó firme el sobreseimiento del exfuncionario municipal Gabriel Bermúdez, quien había sufrido una denuncia en el ámbito laboral por parte de una subordinada.
Una vez que el pleno del tribunal de alzada le otorgó el sobreseimiento a comienzos del mes pasado, no se recibió ningún recurso de casación, ni de parte de la denunciante ni del fiscal de la cámara Jorge Leyva. Vencido ese plazo, quedó firme la desestimación de la causa judicial.
El pasado 2 de julio, la Cámara de Acusación, integrada por los vocales Maximiliano Davies, Patricia Farías y Carlos Alberto Salazar, por unanimidad dispuso el sobreseimiento total de quien hasta principios de marzo de 2024 era secretario de Transporte de la Municipalidad de Córdoba. Eso se interrumpió cuando recibió la denuncia de “BMC”, una trabajadora del mismo ámbito.
Si bien la defensa de Bermúdez había solicitado la desestimación por “inexistencia del hecho” con argumentos y prueba abundantes, el tribunal se inclinó por disponer el sobreseimiento por la duda, teniendo en cuenta que la investigación no dejaba margen para avanzar en indicios ni tampoco para dictar la falta de mérito.
La acusación de la fiscal de Delitos contra la Identidad Sexual Ingrid Vago se basaba en dichos de la denunciante referidos a manoseos y a una propuesta indecente en una oficina, aunque no aportaba otra prueba.
Si bien había una imagen de cámara de video que situaba a la mujer en el ámbito que había referido, eso no sirvió para ubicarla en ese momento junto al entonces funcionario Bermúdez.
Por otra parte, una supuesta segunda víctima declaró e informó que no había sufrido ninguna acción desubicada de parte de Bermúdez.
En la presentación de la apelación ante la cámara, las abogadas defensoras Débora Ferrari y Macarena Centeno Guerrero (del estudio Gramática-Ferrari-Gramática) aportaron elementos que ayudaron a excluir a Bermúdez del lugar y el momento de los hechos.
Aporte de prueba
Estas dos letradas presentaron un trabajo minucioso que plantea una recontrucción de los hechos a través de una línea de tiempo. Allí se indica que Bermúdez difícilmente haya podido realizar el recorrido en ese lapso y estar en el lugar y el momento durante el cual podría haber ocurrido el encuentro denunciado.
Llamadas telefónicas de su móvil, la duración de esas conversaciones y la geolocalización a partir de las antenas de celular, ayudaron a dudar sobre la posibilidad de un contacto personal, como indicaba la acusación.
A raíz de esta denuncia y al ser imputado por la Justicia, Bermúdez presentó la denuncia a su cargo como secretario de Transporte de la comuna cordobesa. Anteriormente había tenido una dilatada y variada carrera política en diferentes cargos. Estuvo en las gestiones municipales de Luis Juez y de Daniel Giacomino, donde ocupó los cargos de secretario de Transporte y de Economía.

Luego pasó a militar junto al entonces gobernador José Manuel de la Sota y más tarde terminó como secretario de Transporte de Juan Schiaretti. Más adelante, terminó en la Secretaría de Transporte de la Nación, en la presidencia de Alberto Fernández, aunque renunció por un conflicto personal. De allí pasó a ser asesor del entonces diputado Sergio Massa.
De vuelta en la provincia, se incorporó a la gestión del intendente Martín Llaryora y encabezó el Ente de Gestión Metropolitana. Tras la asunción de Daniel Passerini al frente del Palacio 6 de Julio, fue designado secretario de Transporte, hasta que surgió la denuncia de una empleada.
Ahora, un año y medio después de soportar la acusación de “abuso sexual simple”, Bermúdez quedó libre de culpa y cargo.