Sin fecha de elecciones municipales a la vista, Villa María tiene varios nombres que asoman como posibles candidatos a intendente para 2023.
Uno de los que se anticipó en su lanzamiento es Manuel Sosa. Abogado, de 36 años de edad, exjugador de rugby y actual presidente del Jockey Club Villa María, que este año quedó entro los cuatro mejores de la provincia en el rugby cordobés.
El próximo martes, Sosa hará una presentación en público de sus 47 propuestas, agrupadas en 11 ejes. “Lo más importante es cambiar el modelo de gestión, tener un municipio más transparente”, dice quien pone como un punto a su favor “no vivir de la política”.
Sosa es hijo y sobrino de históricos dirigentes peronistas y se afilió al Partido Justicialista a los 18 años, pero hoy se considera alejado de esa estructura.
Uno de sus enunciados es reducir la planta política a no más de 75 funcionarios, dejando una tercera parte de la cantidad actual. También propone auditorías externas a cargo de un ente privado, que no tenga control de la política.
Sosa dice que lo fundamental es la transparencia, para generar confianza en la gente y que se involucren más personas en la cuestión pública.
“Hay que pensar la gestión de otra manera. Tenemos un modelo sin contrapesos de control. Hay que poner más transparencia”, insistió.
La alianza que encabeza se llama Uniendo Villa María, y está formada por el Partido Villamariense, creado por Raúl Costa, y Renovación por Villa María, de Diego Santos.
El candidato dice presentir que en el próximo turno electoral municipal tiene “una oportunidad palpable” de ganar.
Sin Gill en carrera
Con el intendente Martín Gill sin posibilidad de reelección, cree que se abre un abanico de oportunidades para quienes no están en el oficialismo. “Todos los demás precandidatos son de la vieja política”, dispara.
Sosa se mueve prácticamente solo, con poca estructura. Avanzó en colocar cartelería para tratar de instalar su rostro y su nombre entre la población. Busca ganar tiempo antes que las fuerzas más grandes apuren sus campañas. Se tiene confianza. “Por cada cartel que yo pongo, otros pueden poner mil”, admite. “Pero también David el ganó a Goliat”, recuerda.
Se asume de filosofía peronista y afirma que en su alianza también tienen participación radicales, juecistas, vecinalistas y militantes del PRO. “Una gestión no debería variar mucho siendo radical o peronista. La polarización ha sido funcional a que se queden los mismos de siempre. Y en el Concejo Deliberante la oposición votó todo lo que el oficialismo necesitaba en cada tema candente”, disparó.
Los 11 ejes que propone se agrupan en Modelo de Gestión, Transparencia Pública, Vivienda, Inclusión Social, Comercio e Industria, Salud, Ambiente, Tránsito y Movilidad Urbana, Educación y Cultura, Seguridad y Planificación Urbana e Infraestructura.
Como principales metas, propone la construcción de un hospital materno-infantil, el desarrollo de un transporte ferrourbano para mejorar la movilidad, la implementación de un programa de doble escolaridad en clubes, entre otros puntos.
Sostiene que hoy no hay políticas de inclusión social en Villa María y que sólo se brinda asistencialismo. “Hoy el único mecanismo dinamizador de la economía que tiene el Municipio es la obra pública nacional. Hay que fomentar la economía circular, las nuevas tecnologías. El único empleo genuino y permanente lo genera el sector privado”, afirmó.
