Antes de venir a Córdoba el sábado próximo, por primera vez como presidente de la Nación, Javier Milei compartió la semana pasada una cena con el senador Luis Juez, uno de los pocos dirigentes cordobeses no libertarios con los que el jefe del Estado estableció una relación personal y política (y que habrá que ver si con el tiempo se traslada a la cuestión electoral).
El menú fue sándwich de lomo en pan francés, tan sorprendente como la nueva reunión de dos protagonistas que generan atención política. La cena fue prolongada, a solas y en la quinta presidencial de Olivos.
El encuentro nocturno fue la continuidad de un almuerzo que compartieron el 27 de marzo pasado en el mismo lugar.
Se sabe, y fue contado por La Voz, que el Presidente comenzó a dialogar con el senador cordobés por sugerencia del expresidente Mauricio Macri.
Por esas extrañas cuestiones de la política, Juez, que integró Juntos por el Cambio como fundador del Frente Cívico cordobés, preside la bancada del PRO en el Senado, lugar al que también fue impulsado por el expresidente a pesar de que tuvo diferencias políticas y personales.
Las dos reuniones en la quinta presidencial generan inquietud e intriga en Córdoba. Tanto en la oposición, de lo que fue la alianza Juntos por el Cambio, como en el oficialismo provincial.
El presidente de la Nación no es afecto a las reuniones y negociaciones políticas, la rosca “de la casta”, según el rústico adjetivo calificativo de Milei para los políticos profesionales.
Por eso sorprende el estrecho vínculo que estableció con Juez, un dirigente con 40 años de militancia, que claramente está encasillado dentro de “la casta” que defenestra el Presidente.
Ya había llamado la atención, el 1º de marzo pasado, cuando Milei ingresó a la Asamblea Legislativa en el Congreso y se desvió unos metros en su trayecto hacia el estrado central de la Cámara de Diputados para ir a saludar a Juez, quien estaba en la primera fila de los legisladores nacionales.
Luego, vino el almuerzo de marzo pasado. En aquel primer encuentro cara a cara, el propio Presidente le explicó a Juez por qué lo convocó a aquella charla, a solas.
“Mauricio (Macri) me sugirió que hablara con vos. Me contó que tuvo muchas diferencias contigo, pero que finalmente fuiste uno de los pocos que no lo cagó. Tomé su sugerencia y por eso te convoqué”, argumentó el jefe del Estado su acercamiento con el senador, que primero comenzó con mensajes a través de WhatsApp.
Otras cuestión llamativa de las relaciones personales y políticas, es que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, muy valorada por el Presidente, fue la dirigente nacional que más apoyó a Juez, por la gobernación de Córdoba, el año pasado.
Sin embargo, Bullrich es la ministra con mejor relación con la gestión del gobernador Martín Llaryora, y tiene un diálogo muy frío con Macri, el fogonero del acercamiento del senador cordobés con Milei.
Más allá de estas cuestiones, en el almuerzo de marzo pasado, Juez abordó un tema sensible para el Presidente, que los pudo distanciar, cosa que parece no ocurrió: le comunicó que votaría en contra de la postulación del polémico juez federal Ariel Lijo para la Corte Suprema.
Lijo, junto con el catedrático Manuel García-Mansilla, son los dos juristas propuestos por el Presidente para el alto tribunal de Justicia.
Según la versión del senador, el Presidente le dijo que respetaba su postura. Aunque también le ratificó que iba a sostener la propuesta de Lijo, pese a los cuestionamientos de muchos sectores políticos y judiciales, entre ellos, el del propio Juez y también el de la senadora cordobesa del Frente Cívico, Carmen Álvarez Rivero.
“Ley bases”
Ahora, la cena del miércoles pasado de dio en un contexto complicado para el Gobierno nacional, con el debate del proyecto de “ley de bases” trabado en el Senado.
Según la versión de colaboradores del senador, le habría sugerido al Presidente que “comprometa” a los gobernadores para que los senadores que les responden apoyen el proyecto que tiene media sanción de Diputados.
“No se puede gestionar sin negociar. Los gobernadores necesitan del Gobierno nacional, como ahora vos necesitás del apoyo de ellos para sacar la ley. Tenés herramientas para negociar con los gobernadores, mandá a tus ministros para que los comprometan más”, habría sido una de las sugerencias del senador por Córdoba.
Otras de las cuestiones en las cuales Juez habría remarcado su postura, distinta a la mirada que por ahora tiene el Presidente, es sobre la obra pública.
“Está bien que hayas parado la obra pública nacional hasta tener un panorama más claro del desastre de corrupción que hizo el kirchnerismo, pero no se pueden paralizar los proyecto de manera indefinida. Se puede hacer obra pública sin corrupción. Te lo digo con la experiencia de haber sido el intendente de Córdoba, la segunda ciudad del país. Hay mecanismos para garantizar la transparencia. No esperes que el sector privado haga las obras, que dinamizan mucho la economía”, palabras más palabras menos, habría sido otro de los consejos del senador y exintendente de Córdoba.
Según la versión de los juecistas, en el encuentro que compartieron –sin testigos– durante dos horas, abordaron distintos temas nacionales, pero no la realidad política de Córdoba.
“El Presidente tiene muchas cuestiones por atender. Luis no puede llevarle las discusiones locales. No hablaron de Córdoba, pero el Presidente dejó claro que conoce la realidad de todas las provincias”, explicó un juecista, ante la consulta de si el nombre del gobernador Llaryora estuvo en la conversación.
¿Acuerdo electoral?
Los dos encuentros de Juez con el Presidente generan comentarios e inquietud entre los opositores cordobeses, sobre todo el radicalismo, socio político del Frente Cívico, pese a que la coalición Juntos por el Cambio ya no existe en los hechos.
Los dirigentes más cercanos al senador descartan –al menos por ahora– un acuerdo electoral del juecismo con La Libertad Avanza.
“Muchos especulan por esta relación personal. Pero la realidad es que, en los dos encuentros, el Presidente y Luis no hablaron de las elecciones legislativas del año próximo. Falta un siglo para eso. Nosotros (por el juecismo) en Córdoba conseguimos un acuerdo con varios espacios que nos costó mucho tiempo cerrar. No vamos a dinamitarlo todo así nomás. Milei y Luis tienen un muy buen trato personal, pero no veo la posibilidad de un acuerdo electoral. En Córdoba, seguimos junto con los que integramos la alianza para las elecciones provinciales del año pasado, un espacio que aún se puede ampliar”, describió uno de los dirigentes que más tiempo comparten con Juez.
Mirando al año próximo, pensando en las elecciones legislativas, el armado electoral de los libertarios está en manos de Karina Milei, secretaria General de la Presidencia.
Hasta ahora, Juez no tuvo un acercamiento con la hermana del Presidente. Es más, la influyente funcionaria vino en marzo pasado a Córdoba para bendecir al diputado nacional Gabriel Bornoroni como el referente de los libertarios en Córdoba.
El propio diputado y empresario de los combustibles, en declaraciones a La Voz, descartó un acuerdo electoral con Juez.
“En política no se puede descartar nada, pero nuestro espacio apuesta a una renovación de la política”, argumentó Bornoroni, dando a entender que la hermana del Presidente impulsa alianzas con sectores que no tengan que ver con la política tradicional, al menos en esta primera etapa del armado de la estructura política de los libertarios.
Antes de retirarse de Olivos, el senador le entregó una sorpresa al Presidente: una carta de un niño cordobés que lo elogiaba y se pronunciaba ¡¡¡a favor de la dolarización !!!!
Según la versión de los juecistas, el Presidente se emocionó por la carta y le envió un mensaje de voz al niño de 10 años para agradecer el gesto.
