El diputado radical Rodrigo de Loredo es consciente de que las condiciones cambiaron. El desdoblamiento del calendario electoral en algunos distritos fue determinante para que el estado de las cosas cambiara de lugar respecto de donde estaban hasta no hace mucho. Es algo que cualquier político de fuste sabe. Por eso, la repetida frase “falta mucho” no es un cliché para quienes participan de este juego.
El líder de los diputados de la UCR en el Congreso se había entusiasmado con la idea de liderar un frente que incluyera a La Libertad Avanza. La posibilidad era por demás tentadora, al margen de los inconvenientes internos que representaba esa alternativa en su partido. Cantar victoria la noche del 26 de octubre con un porcentaje superior o en torno al 50% de los votos envalentona a cualquiera. Ese añorado paisaje sería, además, la plataforma de despegue ideal para la disputa provincial de 2027.
La realidad, sin embargo, parece que irá por otro camino para De Loredo, que ni siquiera puede evaluar la alternativa de no competir: está obligado si quiere ser parte de la próxima discusión por el poder real en Córdoba. Ya dijo que será candidato a gobernador en dos años. Por los mismos motivos descriptos más arriba, el diputado no descartará nada en público hasta que los plazos lo permitan, pero el “plan A” volvió a ser el original: un frente electoral liderado por el radicalismo que buscará el acompañamiento de algunas otras fuerzas nacionales y provinciales.
“Rodrigo se convenció de que los libertarios no nos darán el 1 en la boleta. El triunfo de (Manuel) Adorni en Capital Federal cambió las cosas. Además, Milei va a llegar muy fuerte en Córdoba para octubre. Es impensado que nos regalen lugares que ellos solos pueden obtener. Y nosotros no podemos subordinarnos dos veces”, dice un operador deloredista. La doble imposición aludida refiere al liderazgo que tendrían los “violetas” en una eventual alianza y, además, al lugar relegado en las listas para los radicales.
Proyecciones y socios
Los deloredistas hacen cuentas e imaginan posibles escenarios. Afirman y proyectan una cosecha por fuera de La Libertad Avanza de entre 12 y 17 puntos. “Hoy estamos mucho mejor que eso, cerca de los 25, pero cuando se sepa quién es el candidato de Milei y se acerque el día de la elección, ese número se va a achicar y sufriremos una licuación”, analizan en la mesa chica del diputado. La proyección más optimista supone la conquista de dos bancas; la más conservadora, solo una. El partido, que tiene por delante un proceso de internas aún irresuelto, pone en juego tres lugares en octubre.
La no confluencia con La Libertad Avanza es mucho menos sexy en términos de potencialidad electoral, pero relaja mucho las incoherencias ideológicas y de valores que representaría liderar una boleta que sea la cara de Milei en Córdoba.
“Rodrigo será el principal defensor del plan económico del Presidente en la provincia, pero no puede avalar la violencia, los modos y las posiciones dogmáticas de Milei sobre temas sociales que son banderas históricas en la UCR”, dice otra voz del entorno del diputado. El discurso del diputado, que ya se observa en sus redes sociales y apariciones públicas, apuntará directo contra el gobernador Martín Llaryora y el Panal. El radical irá por una campaña provincializada, que tiene el doble objetivo de incomodar al PJ y, al mismo tiempo, hablar poco de Milei para no quedar como opositor ante su electorado.
A la hora de buscar socios para ese frente en construcción, la primera referencia que asoma es la del PRO, aunque no todas las tribus “amarillas”, sino específicamente el sector liderado por Mauricio Macri. La referencia en Córdoba de ese espacio es la exdiputada y actual concejala capitalina Soher El Sukaria, que también desea volver al Congreso y sabe que esa tarea es imposible con los libertarios y desafiante, aunque no del todo improbable, con De Loredo.
El camino para una nueva sociedad entre la UCR y el PRO quedó más despejado tras la reunión del Consejo Nacional que lideró Macri el viernes. Allí, el expresidente dio libertad de acción para cerrar acuerdos en el interior. “Hagan en sus provincias lo que consideren necesario, pero con dignidad”, instruyó el titular del partido, que sigue en tensión con el Gobierno nacional por el cierre en la provincia de Buenos Aires. Los “violetas” van por la sumisión del PRO.
Macri y De Loredo tienen una larga relación. Entenderse en Córdoba no será una tarea complicada.
Otro potencial aliado del frente liderado por la UCR podría ser Encuentro Vecinal Córdoba. El partido que lidera Aurelio García Elorrio no participó en la última elección legislativa y debe hacerlo sí o sí en este turno si quiere mantener las cartas credenciales de su espacio en la Justicia Electoral. Semanas atrás, De Loredo y el exlegislador tomaron un café y reactivaron la relación.
Ese vecinalismo va a tener candidatos en octubre, en elecciones donde ha llegado a cosechar hasta 80 mil votos. Y no descarta, a priori, la alternativa de que sea en un frente. La condición que esgrimen cerca de García Elorrio es que cualquier oferta que llegue no sea el día antes del cierre de listas. Los puntos extras que aporte ese espacio podrían ser de peso en el conteo final. “Los tres puntos que le faltaron a Juez fueron los nuestros”, recuerdan a modo de advertencia en Encuentro Vecinal sobre la última elección provincial.
Quien seguro no estará en la propuesta radical para octubre es el Frente Cívico de Luis Juez. “Haremos lo que diga el Presidente”, repite hasta el cansancio el senador sin moverse ni un centímetro de su estrategia de acompañar a los libertarios ahora para luego pedir que lo respalden a él en 2027.
