Antes del 17 de agosto, los principales dirigentes políticos de Córdoba deberán tomar decisiones importantes. Serán dos en una: la primera, si van a competir en las elecciones legislativas; y la segunda, con qué partido o alianza lo harán.
Hasta hoy, es difícil anticipar el panorama, aunque hay algunas certezas. Por ejemplo, que el planteo estratégico del Gobierno nacional será convertir la elección de diputados nacionales (9 en el caso de Córdoba) en un referéndum sobre la gestión de Javier Milei. Algo que dio resultado en la votación a legisladores locales de Caba.
La otra cuestión es más compleja: ¿cuántas listas se presentarán? ¿Habrá varias alianzas o algunos partidos se animarán a presentar candidatura en solitario?
El foco está en un tema no menor relacionado con la cantidad de votos que se necesitarán para llegar a una banca, lugar que se definirá por el sistema D’Hondt.
Escenario
En Córdoba, por estas horas, La Libertad Avanza construye territorio, con las giras al interior del diputado nacional Gabriel Bornoroni. El presidente del partido en la provincia no deja fin de semana sin compartir una reunión con militantes. Lo hace acompañado de dirigentes del propio espacio, dejando en claro que por ahora la idea es presentar una lista de “sangre violeta”. Es decir, sin alianzas.
En el peronismo, aún no se lanzó la campaña porque esperan una respuesta clave: la de Juan Schiaretti. En base a una alta imagen positiva y a la decisión de construir una fuerza nacional, el gobernador Martín Llaryora espera que su predecesor acepte encabezar la lista a diputados nacionales.
El tema es qué pasaría ante un “no” de Schiaretti. ¿Quién sería el cabeza de lista? Por ahora, no hay certezas.
En ese escenario, el nombre de Natalia de la Sota da vueltas y plantea el desafío para Llaryora de no dejarla fuera de una propuesta peronista, aunque con la dificultad de sumar a alguien opositora 100% a Milei.
¿Puede De la Sota compartir una propuesta que busca siempre el equilibrio con los libertarios? No hay respuestas aún.
Lo de Natalia linkea con las definiciones en el kirchnerismo. El núcleo duro de los partidarios de la ya presa Cristina Fernández se ha mantenido en las últimas elecciones (entre un 8% y un 12%), lo que parece asegurarles una banca.
¿Será para De la Sota? Hay quienes la ven como la primera en esa lista, opositora a Milei.
La gran, gran duda la tiene Rodrigo de Loredo y el radicalismo. Luego de algunos acercamientos a La Libertad Avanza, el camino se bifurcó y el diputado radical ahora buscará explorar una propuesta en solitario o con lo que queda del PRO.
Su problema es que llega al fin del actual mandato, y necesita -y quiere- renovar su lugar.
En varios de los casos mencionados, el tema es matemático: cuántos votos se necesitarían para llegar a una de las 9 bancas a diputado nacional que se pondrán en juego en Córdoba en octubre próximo.
Recordemos que, para lograrlo, hay que pasar el tamiz del sistema D’Hondt.
¿Qué es el sistema D’Hondt?
El sistema D’Hondt es una manera matemática de distribuir los escaños de forma proporcional, según los votos que recibe cada lista. Es decir, no se los lleva todos el que gana, pero tampoco se reparten “exactamente” según los votos: favorece un poco a los partidos más votados y castiga a los más chicos.
A cada lista se le hacen divisiones sucesivas: se divide su cantidad de votos por 1, por 2, por 3, etcétera, tantas veces como bancas haya (en este caso, 9). Se ordenan todos los resultados de mayor a menor.
Se asignan las bancas a los nueve números más altos. Cada vez que un número pertenece a una lista, esa lista se lleva una banca.
Volvamos a Córdoba. Y hagamos un ejercicio con los números de las últimas elecciones nacionales, las de 2023, y apliquémosle el D’Hondt.
Elecciones Paso 2023
En las primarias nacionales de 2023, hubo una sobreoferta de listas (sobre todo, por el negocio de la impresión de boletas). De aquella situación, tomamos los primeros cuatro: La Libertad Avanza (677.595 votos), Hacemos Unidos por Argentina (555.958), Juntos por el Cambio (516.179) y Unión por la Patria (163.508).
Con esos números, las bancas a diputados se hubieran repartido:
- 3 para Hacemos Unidos por Argentina (el peronismo)
- 3 para La Libertad Avanza
- 3 para Juntos por el Cambio
Hubiera quedado sin banca el kirchnerismo.
En porcentaje, diríamos que La Libertad Avanza consiguió 3 diputados con el 32,7%; Hacemos Unidos lo hizo con el 26,8%; y Juntos por el Cambio con el 24,9%.
¿Con cuántos votos –según la división del D’Hondt– se llegó a la última banca? Aproximadamente, con 185.319.
Pero las Paso no sirvieron para definir los escaños, sino que filtraron las propuestas más representativas para que compitieran en las generales. Allí sí se definieron las últimas renovaciones.
Los números de aquellas elecciones tuvieron primero a La Libertad Avanza (751.428 votos), segundo a Hacemos Unidos por Argentina (679.603), seguido por Juntos por el Cambio (509.837) y, al final, Unión por la Patria (286.615).
Con esos números, las bancas a diputados se repartieron:
- 3 para La Libertad Avanza
- 3 para Hacemos Unidos
- 2 para Juntos por el Cambio
- 1 para Unión por la Patria
En porcentaje, La Libertad Avanza consiguió 3 diputados con el 32,6%; Hacemos Unidos lo hizo con el 29,5%; luego, Juntos por el Cambio obtuvo 2 con el 22,1%; y finalmente, el kirchnerismo alcanzó 1 banca con el 12,4%.
En este caso, es claro que con los 286.615 votos del kirchnerismo se alcanzó la última banca.
Hipótesis
¿Qué pasaría si De Loredo y su postulación, en una suerte de alianza entre la UCR y el PRO, no se diera? ¿A dónde irían esos votos del viejo Juntos por el Cambio y qué ocurriría con el reparto de bancas?
Vayamos entonces a la segunda vuelta presidencial, en la que ya no se votó para diputados nacionales.
Aquel balotaje en Córdoba tuvo 1.639.102 votos para Milei. Es decir, que a los 751.428 obtenidos en las generales se le sumaron 887.674 más.
Es dable decir que allí fueron los 509.837 de Juntos por el Cambio y una porción nada despreciable (unos 377.000 aproximadamente) que habían optado por Schiaretti.
Si al menos los votos de Juntos por el Cambio se comportaran como en el balotaje, la lista de Milei podría sumar en octubre unos 1.261.265.
En el resto, supongamos que el PJ local repite su performance en las generales y mantiene los 679.603 votos, y el kirchnerismo también, con sus 286.615.
Con un escenario de tres listas fuertes, podría darse el siguiente reparto:
- 4 bancas para La Libertad Avanza
- 3 para el PJ
- 1 para el kirchnerismo
En porcentaje, eso da: 4 diputados con el 55,75%; 3 con el 30%; y 1 con el 12,67%.
Así, como en las generales, los 286.615 votos del kirchnerismo parecen ser el mínimo necesario para alcanzar una banca.