Manteniendo su estrategia de diferenciación política con el Gobierno nacional, el gobernador Juan Schiaretti se muestra más cerca de la postura de los críticos del acuerdo con el FMI que de avalar la negociación que el ministro de Economía, Martín Guzmán, con la venia del presidente Alberto Fernández, llevó adelante para evitar el default.
Como ocurrió con la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, con el discurso del jefe del Estado, Schiaretti no viajó para estar presente en la reunión de comisiones de la Cámara Baja.
Desde el Centro Cívico ninguna fuente oficial confirmó si el mandatario había sido invitado a asistir al Congreso.
Sin embargo, un vocero de la jefatura de Gabinete de la Nación que conduce el tucumano Juan Manzur dijo a La Voz que “todos los gobernadores fueron invitados” a participar del debate por el acuerdo con el FMI.
El gobernador cordobés tampoco envió representación del Poder Ejecutivo para representarlo. Sí estuvieron en la reunión de comisiones dos diputados nacionales del bloque Córdoba Federal: el presidente, Carlos Gutiérrez, e Ignacio García Aresca, miembro de la comisión de Presupuesto.
La bancada schiarettista había adelantado hace tres semanas que darían cuórum, pero luego se abstendrían en la votación.
Como lo anticipó este medio el domingo pasado, los legisladores peronistas ahora abrieron una puerta para avalar el acuerdo. “Este acuerdo no resuelve ninguno de los problemas que tiene la economía, pero el default es un límite”, habría dicho el gobernador Schiaretti en su mesa chica política.
Esa definición del mandatario provincial abre la posibilidad de que sus legisladores modifiquen su postura inicial.
Es más, si finalmente se modifica el proyecto del Poder Ejecutivo para diferenciar el refinanciamiento de la deuda de las medidas que se comprometió a impulsar el ministro Guzmán, los diputados del PJ cordobés podría votar en la misma línea que lo harán muchos opositores: avalar el acuerdo en general, pero rechazar el programa económico para cumplir los compromisos con el FMI.
Con la oposición
El bloque Córdoba Federal integra el interbloque Argentina Federal, entre los cuales están el bonaerense Florencia Randazzo y los que responden al exministro de Economía, Roberto Lavagna.
“Nuestra postura sigue siendo permitir el debate y luego abstenernos en la votación. Pero podríamos cambiar si hay riesgo de que se caiga el acuerdo, que para nosotros es un límite. Lo definiremos en la misma sesión en la cual se votará por aprobar o rechazar el acuerdo”, afirmó uno de los diputados schiarettistas.
El gobernador no pierde oportunidad para marcar diferencias con la Casa Rosada, pero en privado sostiene que el acuerdo será sólo “un respirador para seguir como estamos”. Los más encumbrados ministros schiarettistas repiten esta definición. “Estamos mal, pero peor sería el default”, sería el resumen.
Una vez más, Schiaretti coincide con Horacio Rodríguez Larreta. A través del diputado bonaerense Diego Santilli, el jefe de Gobierno porteño expuso su posición. “El acuerdo con el FMI es malo y no resolverá los problemas, pero peor es el default”, dijo Santilli, en línea con lo que afirman los funcionarios y diputados schiarettistas.
En el Centro Cívico alimentan que la firma del acuerdo evitará la cesación de pagos, pero no mejorará la situación económica de las provincias. “Hoy no tenemos crédito externo y tampoco lo habrá en el corto plazo. Estamos pagando nuestras deudas y financiando las obras con el ahorro que estamos generando”, manifestó un ministro provincial.
No obstante, con lo que el gobernador explica entre sus íntimos, la fuente oficial advirtió sobre las dificultades que acarrearía caer en la cesación de pagos.
“Un default sería una muy mala noticia porque agravaría aún más la ya compleja situación macroeconómica. Sería un shock muy fuerte y negativo con impacto directo en una menor actividad económica, menos recaudación y más inflación”, argumentó el ministro schiarettista.
Otra fuente del Gobierno provincial le bajó las expectativas a que un eventual acuerdo con el FMI vaya a aumentar las posibilidades de nuevos créditos para las provincias.
“El probable acuerdo con el Fondo no significará la apertura del grifo para tomar crédito. El financiamiento disponible se lo va a llevar casi todo el Estado nacional, por los requerimientos y pautas que se exigen en el acuerdo en materia de emisión. El Gobierno se quedará con el crédito que aportan los bancos privados. El sector productivo también sentirá esa restricción al acceso al crédito”, concluyó la fuente schiarettista.
