Mientras en la Casa Rosada festejan la por ahora salida “no traumática” del cepo cambiario, la principal dirigente opositora Cristina Fernández salió a cruzar con su habitual vehemencia el nuevo “plan otoño” que pergeñó el ministro de Economía, Luis Caputo, con el apoyo del presidente Javier Milei y la bendición del Gobierno de los Estados Unidos.
También plantado en la oposición, pero en la vereda del medio entre los libertario y el kirchnerismo, dicen que en privado Juan Schiaretti está de acuerdo con la salida del cepo, pero cuestiona el rumbo de la política económica del Gobierno nacional.
Aunque el exgobernador no se expresó en público en los últimos días, de acuerdo a dichos de sus dirigentes más cercanos, Schiaretti tiene reparos sobre las nuevas medidas económicas.
Especialmente cuando el Presidente amenazó al sector agropecuario con el regreso del anterior esquema de las retenciones desde junio próximo, que significará más carga impositiva para el campo.
Por la posición pública de la expresidenta y la versión de los schiarettistas sobre la postura del exgobernador, se podría decir que Cristina Fernández y Schiaretti ahora coinciden en un diagnóstico: sin un programa productivo, el flamante plan económico está condenado al fracaso en el mediano plazo.
Esa sería la única coincidencia. Después son todas diferencias entre la presidenta del PJ nacional y el exmandatario cordobés, que está trabajando en la construcción del partido Hacemos, una alternativa electoral “moderada”, “de centro”, “federal” y “productivista”, como la define.
El gobernador Martín Llaryora también impulsa esta nueva propuesta política que lidera Schiaretti. Por ahora, el exmandatario no da señales de querer ser candidato en Córdoba en las próximas elecciones legislativas del 26 de octubre.

La expresidenta expuso su postura por la salida del cepo en un duro mensaje en sus redes sociales, con el que pronosticó el fracaso del nuevo plan económico.
Como es su nuevo estilo, lo hizo con un lenguaje lunfardo, buscando complicidad en las redes sociales.
“Ay Milei!.. Disculpame que te escupa el asado en la previa de Semana Santa ¿Te acordás cuando el 2 de marzo de este año te dije que habías dado vuelta el reloj de arena? ¿Y del 27 del mismo mes te acordás, cuando señalé que empezaba el primer día de tu desgobierno, ante el anuncio del “Toto” (Caputo) de un nuevo préstamo con el Fondo? Fijate hermano… PORQUE VOS NO AGUANTÁS UN ARCHIVO Y LOS SALARIOS Y LAS JUBILACIONES NO AGUANTAN MÁS AJUSTE”, escribió en el último párrafo de un largo posteo, lapidaria con las nuevas medidas económicas.
Diferencias
Las diferencias entre Schiaretti y Cristina Fernández son profundas. Quienes han escuchado en privado al exgobernador suelen ser terminantes. “Mientras Cristina esté al frente, Milei sabe que se beneficia. Y ella le habla a su feligresía cuestionando al Gobierno. Se retroalimentan. Por eso hay que construir una alternativa”, suele referir el exgobernador a dirigentes políticos de todo el país con los cuales se reúne. También con empresarios que quieren escucharlo en momentos de zozobra económica.
El exgobernador es un férreo e histórico cuestionador del modelo kirchnerista. En una de sus últimas apariciones públicas, en Santa Fe, Schiaretti les apuntó a los K. También se diferenció de los libertarios, aunque con menos énfasis.
“La dirigencia política tiene que entender lo que pasó: 20 años de decadencia que nos llevó a la pobreza del 53%, con la principal responsabilidad del kirchnerismo pese a recitar consignas progresistas; fueron los que implantaron un modelo autoritario, feudal, de capitalismo de amigos y prebendario. La gente dijo: me tienen hartos estos, como también los de Cambiemos por el fracaso del gobierno de Macri. Y votaron lo más disruptivo”, expuso Schiaretti a fines del año pasado, en el cierre del Encuentro y Diálogo “Perspectivas federales, modelo productivo Argentina 2050”, que la Asociación para el Desarrollo Regional organizó en la sede de la Universidad Católica de Santa Fe.
En aquella oportunidad, una de las pocas en las cuales habló en público de la situación del país, el exgobernador marcó diferencias con la gestión libertaria.
“No quiero que le vaya mal a este Gobierno. Simplemente que hay cosas que son de sentido común: no puede desafiar la ley de gravedad porque termina mal. Lamentablemente uno ve las medidas que va tomando, que no vamos por el rumbo adecuado”, agregó Schiaretti en aquel momento, convencido de que la gestión de Milei ya iba en el rumbo equivocado, según su visión.
“El Gringo no cambió en nada su pensamiento. Cualquier programa económico está destinado al fracaso si no hay incentivos para el sector productivo. Además, sigue convencido de que la obra pública estatal dinamiza la economía. Este plan es más de lo mismo. Se seguirán beneficiando los que están en la timba financiera, y el perjudicado será el sector productivo y la gente ”, afirmó uno de los dirigentes más cercanos del exgobernador, quien suele difundir fielmente su pensamiento.
Schiaretti siempre fue antikirchnerista. Hasta ahora fue mesurado con la gestión libertaria, pero según difunden sus íntimos, en algún momento saldrá a marcar la cancha en público, proponiendo una nueva alternativa federal.