Una silenciosa batalla comenzó a producirse entre las grandes cadenas de supermercados y algunos proveedores por los fortísimos aumentos en las listas de precios, en particular aquellos que están incluidos en el programa de Precios Justos.
En las redes sociales aparecieron fotografías de clientes donde se muestran carteles puestos en las góndolas de una cadena francesa de retail donde se expone la situación.
“Esta góndola está defendiendo tu bolsillo”, menciona uno de esos carteles que la compañía se atribuyó haber puesto en las estanterías, sin agregar mayores comentarios.
El forcejeo es silencioso, pero existe, según pudo chequear La Voz de fuentes de la industria alimentaria.
Las fábricas de alimentos y bebidas pasan listas que algunas cadenas no quieren aceptar, al menos por el momento.
“Los supermercados siempre hicieron lo mismo, primero te rechazan la lista y buscan acomodarse, pero después no les queda otra porque a nosotros tampoco nos queda otra”, comentaron, ante la consulta de este medio, en el directorio de una gran alimentaria.
Las listas de precios “están rondando aumentos de 40%, 45% y 50%, a la vez que los insumos de los proveedores cuasimonopólicos te pasan 60% y no aflojan”, se agregó.
No son pocas las bocas de venta que por resistir las nuevas listas de precios vienen quebrando stocks de distintas líneas de productos, algo que ya se vio a lo largo del año y especialmente luego de cada devaluación del peso.
Según especialistas, también hay un corrimiento de la demanda desde los autoservicios y almacenes de barrio hacia las grandes bocas, precisamente por un tema de competitividad de precios en medio del proceso inflacionario.
Las consultoras de consumo ya detectaron ese traspaso, con ventas en recuperación en los supermercados y una caída en los negocios más chicos de barrio, que muchas veces tampoco ofrecen financiación sin interés.
Encontrar el equilibrio
El economista Camilo Tiscornia explicó que tiene que haber “un equilibrio y es el proceso que estamos atravesando en este momento; hay productos que estaban atrasados artificialmente por el gobierno que se fue”, señaló.
Agregó que, luego de que el tipo de cambio oficial se sinceró y se eliminaron los controles de precios, “se está produciendo un acomodamiento y hay que ver cómo es que lo recibe el mercado, por lo cual es probable que los aumentos de precios se moderen”.
“Con todo lo doloroso que puede resultar para el bolsillo, el nuevo panorama tiende a normalizar los precios relativos que estaban totalmente desfasados por la política de controles ejecutada durante la administración anterior”, expresó el economista en declaraciones periodísticas.
