“Los cordobeses volvieron a salvar al país”, dijo Gabriel Bornoroni, diputado nacional de La Libertad Avanza y jefe del bloque oficialista en la Cámara Baja, al celebrar el triunfo en las elecciones legislativas en Córdoba.
Con esa frase, el legislador pretendió resumir la lectura política del espacio libertario sobre los resultados en su provincia: el respaldo cordobés habría sido determinante para ganarle al peronismo, tanto al de Juan Schiaretti como al de Cristina Kirchner.
Pero, esta vez, el peso decisivo de la provincia no tuvo la magnitud de otros resultados.
La elección de La Libertad Avanza en Córdoba fue buena, sí, pero estuvo lejos del “tsunami” que esperaban en Buenos Aires y de la épica que transmitió Bornoroni. De hecho, años atrás, una fuerza ideológicamente similar, como Cambiemos (y luego Juntos por el Cambio), había obtenido resultados más altos en territorio cordobés.
Nota: en las legislativas de 2021, Juntos por el Cambio llegó a 1.064.246 votos, lo que significó el 54,06% de apoyo.
Pongamos en contexto los números de la última cita. A nivel nacional, el desempeño de Córdoba fue apenas regular. En el “ranking” de provincias con mayor porcentaje de voto violeta, quedó octava, con el 42,35% de los sufragios.
Si bien por el peso de su padrón –el segundo más grande del país– ese caudal la ubica entre las que más aportaron en cantidad de votos al conteo general, en términos proporcionales quedó por debajo de distritos históricamente “antikirchneristas”, como Mendoza (53,6%) o la ciudad de Buenos Aires (47,35%).
No sólo eso. Incluso en los votos a Milei superaron a Córdoba provincias gobernadas por el peronismo, como La Rioja (donde la lista del Presidente sumó el 43,27%) y La Pampa (con 43,56%).
Crecimiento moderado
Otra particularidad de lo sucedido hace dos domingos: Córdoba fue una de las provincias donde el voto libertario menos creció respecto de las elecciones presidenciales de 2023, cuando Milei irrumpió en la política nacional.
El aumento en la provincia mediterránea fue de apenas 9,3 puntos porcentuales.
El contraste es notorio con otros distritos. Por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, el salto fue de 26,8 puntos (eso equivale a 1.012.052 votos más), y en Entre Ríos, que es socia de Córdoba en la Región Centro, de casi 30 puntos (200.738 votos adicionales).

Córdoba, en cambio, sólo le aportó a Milei 70.812 votos más que en 2023.
En esa radiografía, la verdadera sorpresa fue la provincia de Buenos Aires, un territorio históricamente esquivo para las fuerzas no peronistas. Allí, el libertarismo logró un crecimiento notable que resultó clave para la victoria nacional.
También Capital Federal fue determinante. Allí, Milei sumó 393.614 votos más que hace dos años. La candidatura de Patricia Bullrich al Senado impulsó ese avance, transformando un distrito que había sido adverso en uno de los más favorables al oficialismo.
Vale recordar que, en las presidenciales de 2023, La Libertad Avanza había quedado tercera en Caba, detrás de Juntos por el Cambio y de Unión por la Patria.
Dos años después, esa historia parece definitivamente superada.
Retrocesos concretos
No todo fue crecimiento para Milei, que en todo el país superó el 42% de los votos. En tres provincias, La Libertad Avanza retrocedió respecto de 2023. Se trata de Chubut, de San Juan y de Salta.
- En Chubut, perdió 29.176 votos.
- En San Juan, 42.712 votos.
- En Salta, 66.938 votos.
El impacto, sin embargo, fue desigual. En Salta, la baja fue leve: 1,4 puntos porcentuales, mientras que en San Juan la caída fue de 9,8 puntos y en Chubut, de 10,4 puntos.
Aun así, en Chubut y en Salta el oficialismo logró conservar el primer lugar en las preferencias de los ciudadanos, algo que no ocurrió en San Juan, donde Milei descendió del segundo al tercer puesto.
El otro dato para tener en cuenta es que, hace dos años, La Libertad Avanza como partido político (o como alianza) no había presentado listas en cinco provincias: La Pampa, Misiones, Neuquén, Santa Cruz y Santiago del Estero.
En cambio, en las últimas legislativas, se presentó en esos distritos, con muy buena elección en La Pampa y en Misiones, por caso.
En suma, Córdoba sigue siendo un bastión clave para el oficialismo libertario, pero esta vez lo fue más por volumen electoral que por crecimiento. Aunque el relato político de Bornoroni pretende colocar a la provincia como la gran “salvadora del país”, los números muestran que el fenómeno Milei se expandió con más fuerza en otros distritos, incluso en algunos gobernados por el peronismo.
Sí, Córdoba, una vez más, fue leal, pero esta vez no fue explosiva.


























