A menos de 24 horas del cierre de listas para las elecciones legislativas del 26 de octubre, el tablero político cordobés comienza a mostrar sus cartas, aunque aún quedan algunas incógnitas por despejar, sobre todo en La Libertad Avanza.
La Justicia electoral confirmó ayer que en Córdoba competirán ocho alianzas electorales y 10 partidos. Aunque hoy, al cierre del plazo para la presentación de las candidaturas, se confirmará si todos los espacios inscriptos presentarán candidatos.
No obstante, todo indica que será una campaña que se polarizará entre dos alianzas: Provincias Unidas, que impulsa el gobernador Martín Llaryora, y La Libertad Avanza, que bendecirá el presidente Javier Milei.
Por el oficialismo provincial, Juan Schiaretti encabezará el flamante sello Provincias Unidas, que debutará con una fórmula netamente peronista en sus primeros cinco lugares.
Del lado de La Libertad Avanza, ayer la incertidumbre les ganó por goleada a las certezas. Desde hace varios días viene sonando el nombre de Gabriel Bornoroni, pero el hermetismo es total. Nadie se animó a confirmar ni siquiera al cabeza de lista.

En cuanto a la alianza Provincias Unidas, fue presentada como una expresión pluralista -una marca habitual en el discurso del gobernador Llaryora- y lo cierto es que la boleta tendrá un perfil marcadamente peronista.
Aunque recién este domingo se oficializará la lista, a modo de transcendidos, distintas fuentes del oficialismo admitieron que los primeros lugares serán para dirigentes peronistas. De todos modos, puede haber variantes, hasta que se oficialicen las candidaturas.
En los primeros puestos estarán dirigentes cercanos tanto a Llaryora como a Schiaretti, y recién aparecería en lugares casi testimoniales dirigentes radicales o de otros partidos que integran el denominado cordobesismo. Se mencionó al intendente de Arroyito, Gustavo Benedetti, para el séptimo casillero, pero anoche desde el Centro Cívico negaron esa candidatura.
La número dos de Provincias Unidas será Carolina Basualdo, intendenta de Despeñaderos, joven figura del interior que se referencia en la senadora Alejandra Vigo.
El tercer casillero será para Miguel Siciliano, presidente del bloque oficialista en la Legislatura y hombre de confianza de Llaryora, con quien trabajó en la Municipalidad de Córdoba como secretario de Gobierno. El cuarto lugar irá la ministra de Desarrollo Social, Laura Jure, también identificada con el schiarettismo.
En el quinto, se ubica un llaryorista puro: el diputado nacional Ignacio García Aresca. El sexto escalón sería para la villamariense Verónica Navarro, esposa del intendente Eduardo Accastello.
Aunque el armado de la lista es responsabilidad de Llaryora, la inclusión de Schiaretti como cabeza de lista obligó a consensuar -o al menos consultar- cada casillero. Y si bien nadie lo reconoce en voz alta, en el Centro Cívico hubo reproches internos tras el lanzamiento de Natalia de la Sota, quien encabezará por fuera del PJ cordobés la coalición Defendamos Córdoba.
La presencia de Basualdo, joven, del interior y con fuerte visibilidad digital, responde a la estrategia de confrontar en la campaña con De la Sota, en ese mismo segmento.
En el PJ nadie duda que si De la Sota no se hubiera alejado del oficialismo, la vicegobernadora Myrian Prunotto hubiera secundado a Schiaretti.
Siciliano, por su parte, dejará su rol como jefe de bloque para sumarse de lleno a la campaña territorial, acompañado por Basualdo y el propio Llaryora.
Según lo acordado, Schiaretti se concentrará en la Capital y las grandes ciudades del interior y en los medios de comunicación nacionales, donde intentará proyectarse como una voz “de la sensatez” para confrontar con el gobierno libertario.
Silencio libertario
Del lado libertario, el hermetismo es absoluto. Las candidaturas se definirán hoy en Buenos Aires, más precisamente en la oficina de Karina Milei -secretaria General de la Presidencia- ubicada en el primer piso de la Casa Rosada. En Córdoba, los referentes locales son cautelosos y evitan hacer declaraciones, hasta en off.
La gran noticia que sacudió a los libertarios fue el paso al costado del diputado Rodrigo de Loredo. Según trascendió, rechazó el tercer lugar en la lista que le ofreció Eduardo “Lule” Menem, uno de los principales operadores de Karina Milei.
Las versiones indican que De Loredo negoció hasta último momento el primer lugar, pero al no obtenerlo, decidió bajarse del armado libertario, argumentando que se le exigía una “obediencia absoluta”.
Su salida dejó a Karina Milei sin margen para nuevas concesiones. Todo parece indicar que la hermana del Presidente impulsará una lista completamente libertaria, como en la mayoría de los distritos.
Gabriel Bornoroni es el que más chances tiene de encabezar la boleta, acompañado probablemente por la empresario riocuartense Laura Soldano o la diputada nacional Laura Rodríguez, una dirigente del PRO que impulsa la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
También podría integra la lista la pastora Evelin Barroso, el exsecretario de Transporte, Franco Mogetta, y el vicepresidente de La Libertad Avanza en Córdoba, Gonzalo Roca.
La falta de definiciones genera inquietud en el espacio que responde al presidente Milei. Nadie descarta que hoy pueda aparecer una sorpresa a la hora de oficializar la lista.
Hubo versiones sobre una eventual candidatura de Luis Juez, pero parece descartada. Desde su entorno reiteraron lo que el propio senador viene sosteniendo desde hace meses: “El Frente Cívico apoyará a Milei sin pedir nada a cambio.”
Incluso cuando se confirmó ayer que Luis Petri dejará el Ministerio de Defensa para encabezar la lista en Mendoza, surgió el rumor de que Juez podría reemplazarlo.
Los juecistas lo desmienten: “Luis es el principal representante del Gobierno en el Consejo de la Magistratura. Si deja su banca, el kirchnerismo se quedará con ese lugar. Milei no se arriesgará a perder ese asiento”, dicen los allegados a Juez.
Mientras esperan un llamado desde la Casa Rosada, entre los libertarios abunda la ansiedad y faltan datos concretos.