Con el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, como atajo, un centenar de intendentes radicales cordobeses amagan con integrarse a las fuerzas del centro, el frente electoral que impulsan, además del radical santafesino, Juan Schiaretti, Martín Llaryora, Ignacio Torres, Carlos Sadir, Claudio Vidal y Gustavo Valdés.
“Dejó de ser una foto para ser un frente electoral con nombre y apellido. Seguramente, con Pullaro a la cabeza, seremos la ‘pata radical’ de este bloque federal y tendremos un acuerdo electoral con Juan Schiaretti”, dice Walter Perrone, presidente de la UCR Río Cuarto e intendente de Coronel Baigorria.
Se trata de un movimiento reactivo a las políticas de ajuste de Javier Milei, que en las localidades medianas y pequeñas tienen un mayor impacto en lo personal: los vecinos afectados –pacientes oncológicos, jubilados, personas con discapacidad– buscan respuestas en los intendentes de municipios desfinanciados.
“Que la explique como quieran, pero no hay consumo, no hay recaudación; se cae la coparticipación y cada vez tenemos más demandas”, dice Perrone.
Otro radical que integra este grupo de intendentes es Emilio Paredes, de Tanti: “No soy crítico de Milei, soy realista de lo que está haciéndole a la gente”, dice. Para él, la fuga hacia el nuevo frente electoral “con la gente adentro” también está motivada por el rol que jugó la conducción radical: “No abrieron el partido, se preocuparon sólo por sus candidaturas y apoyan que la gente se cague de hambre o se muera sin oncológico”, dice.
“Milei nos está matando, asfixiando a la gente. Hoy, coincidimos más con Llaryora que con Milei; y el hecho de que esté en este frente un referente nacional de la UCR como Pullaro hace que se abra una puerta para pensar en el futuro”, dice Perrone, quien también cuestiona el coqueteo de Rodrigo de Loredo con La Libertad Avanza y el pase de Luis Picat al esquema del Gobierno nacional.
“Las consecuencias de este ajuste sin sentido las estamos pagando los municipios; y los radicales de Córdoba en el Congreso no nos están defendiendo”, dice Perrone, titular de la UCR en el departamento Río Cuarto.

Coincide Paredes: “El radicalismo es una franquicia que se vende al mejor postor, se olvidaron de la lógica radical; es un bagayo que va detrás de cualquier partido. Perdemos votos porque perdimos la identidad”.
“La estrategia es armar para quedarse con una candidatura. Eso es lo que propicia lo que llaman ‘fuga’: que se desesperan por un cargo, pero no levantan la voz por los jubilados, para la falta de medicamentos, por la quita de subsidios del transporte”, agrega.
El grupo de casi 90 intendentes radicales mantiene una dinámica de reuniones cada 15 días con Manuel Calvo, ministro de Gobierno; y con Orlando Arduh, el radical que se desafilió para ser secretario de Cooperación Institucional de la Provincia.
Con el agua al cuello por la falta de recursos, el grupo selló el “pacto de gobernabilidad” con Llaryora, quien dispuso crear un fondo de $ 112 millones para los municipios. Ahora, críticos de la conducción del partido, los intendentes radicales avanzan en el “acuerdo electoral”.
“Tenemos un bloque (de intendentes radicales) firme y estamos comprometidos con nuestros vecinos. Seguramente confluiremos en un frente electoral. Estaba pensado para 2027, pero el acuerdo de gobernadores nos hace estar más cómodos y podríamos avanzar para las elecciones de octubre”, dice Perrone.
Así, un eventual acuerdo entre el radicalismo y La Libertad Avanza sumaría la resistencia de este grupo, músculo territorial del centenario partido. “No tiene sentido ir a un acuerdo La Libertad Avanza porque no van a cambiar: nos quieren hundir”, dice Perrone.
Distinto sería el escenario si, finalmente, se impone una alianza encabezada con el radicalismo pero sin La Libertad Avanza. Allí, quizá los intendentes revean el escenario. Pero hay escepticismo: el único intendente integrado en las listas de precandidatos de la UCR es Roberto Casari, de Vicuña Mackenna y titular del Foro de Intendentes radicales, quien está noveno en la lista que encabeza De Loredo para la interna.