En medio de la puja con las provincias por los votos para la aprobación de la Ley Bases, el ministro de Economía, Luis Caputo, fortalecería su posición al incorporar a su gestión las áreas del fallido Ministerio de Infraestructura, lo cual le permitiría tener bajo su órbita millonarias partidas de transferencias discrecionales para hacer valer en la negociación.
De todas formas, Caputo ya está ejerciendo ese poder toda vez que las transferencias discrecionales a los estados subnacionales en enero de 2024 totalizan hasta el momento poco más del 10% de lo enviado en el mismo mes del año pasado.
Tras la salida de Guillermo Ferraro, fuentes oficiales dejaron trascender que Caputo se haría cargo del superministerio que funciona en el edificio del Palacio de Hacienda, lo cual lo convierte en figura clave en las tratativas hasta el martes próximo cuando el proyecto se debata en la Cámara de Diputados.
A diferencia del bajo perfil que tuvo en el gobierno de Cambiemos, Caputo está asumiendo una actitud mucho más política bajo el ala de Javier Milei.
Incluso en los últimos días exhibió una faceta desconocida al salir a cruzar por redes sociales a los gobernadores, a quienes advirtió que si traban la ley el recorte del gasto público caerá sobre las provincias. “Las voy a fundir a todas” –la frase de Milei que Ferraro habría develado- es más que un resumen del plan oficial. Los números ya lo estarían demostrando.
El problema es que los mandatarios que más se le plantan, son los que menos sufrirían en caso de una reducción de giros a las provincias. La puja está en la resistencia al aumento y generalización de las retenciones, donde provincias como Córdoba, Mendoza o Santa Fe juegan fuerte.
La amenaza de dejar de girarles plata es una intimidación renga. El dinero del Estado nacional a las provincias fluye por dos sistemas: las transferencias automáticas y las no automáticas. Las primeras corren por su cuenta ya que día a día se acreditan directamente en las cuentas provinciales deducidos de los impuestos coparticipables. Las segundas son las que quedan supeditadas al buen humor el Ejecutivo de turno.
En 2023 este tipo de transferencias –que pueden ser corrientes o de capital- se acercaron $ 1,7 billones.
Para cada una de esas partidas hizo falta la venia del Ministro de Economía de turno. Entonces, allí radica el poder de Caputo de aquí al martes.
Los rubros por los que se asignan son: Fondo Nacional de Incentivo Docente, Transferencias a Cajas Previsionales, Asistencia Financiera Provincias, ATN, y un resto no especificado.
Según un estudio del IERAL el año pasado el gobierno central envío a las provincias vías estos ítems casi $ 1,4 billones en transferencias corrientes y otros $ 400.000 millones en transferencias de capital.
Cuando se analiza el detalle Córdoba y Mendoza fueron las menos beneficiadas y Santa Fe está dentro de las cinco menos favorecidas, lo cual demuestra la menor dependencia de estos distritos a las dádivas del Ejecutivo Nacional.
El informe señala que Córdoba recibió el año pasado $ 12.894 por habitante, apenas por encima de Mendoza que cierra la lista con $ 12.441. Por su parte, a Santa Fe llegaron $ 17.459 millones. En medio de ellas aparece Chubut con $ 16.508, cuyo gobernador, Ignacio Torres también se anima a levantar la voz.
Las voces y silencios por estos días de los mandatarios bien pueden explicarse por esta tabla de ayuda discrecional obtenida en 2023. Al tope se encuentra Santa Cruz que recolectó $ 68.417 y en segundo lugar aparece La Rioja con $ 52.217, lo cual explica claramente la necesidad de su gobernador de buscar financiamiento con una cuasimoneda.
Cuando nos centramos en lo que sucedió en enero vemos que hasta el momento el gobierno central solo les giró a las provincias $4.187 millones. En enero de 2023 Sergio Massa les envió $ 37.635 millones, según precisó un informe de la consultora Politikón Chaco.
Las provincias de Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Río Negro, Salta, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego no recibieron hasta ahora ni un centavo del gobierno de Milei.
Las que mayor asistencia recibieron fueron Santiago del Estero ($ 1.524 millones contra $ 494 millones de un año atrás) y Misiones ($ 1.482 millones contra $ 721 millones).
Entre las más perjudicadas están Córdoba (40,6 millones contra $ 1.377 millones), Mendoza ($ 15,8 millones contra $ 849 millones), Tucumán ($ 5,5 millones contra $ 936 millones), Buenos Aires ( $ 50 millones contra $ 18.401 millones), CABA ($ 69 millones contra $ 4.454 millones), Chubut ($ 12,4 millones contra $ 290 millones), Santa Fe ($ 283 millones contra $ 2.138 millones) y Neuquén ( $ 7,1 millones contra $ 607 millones).
El principal concepto por el que fue enviado fue el Fondo de Incentivo Docente que computó giros por $ 3.683 millones sobre el total de $ 4.187 millones.
