Desde hace más de un año, más precisamente después de las elecciones legislativas nacionales de 2021, los cuatro nombres figuran en la polarización del escenario político cordobés. Las referencias ineludibles del oficialismo son Juan Schiaretti y Martín Llaryora; mientras que Luis Juez y Rodrigo de Loredo acaparan toda la atención en la oposición.
Su disputa principal es por el poder en Córdoba. Aunque hasta llegar a las urnas, la pulseada invisible de los últimos días y de las próximas semanas será por la fecha de los comicios provinciales y los de la ciudad de Córdoba.
Schiaretti y Llaryora tienen la potestad -y la ventaja- de decidir el día de elección del próximo gobernador y el nuevo intendente capitalino.
Semanas atrás, la discusión por la fecha disparó una diferencia interna inesperada en el PJ. El gobernador y el candidato oficialista a sucederlo mostraron visiones diferentes. Llaryora sigue pensando que lo mejor es que se vote “cuanto antes”. El intendente está convencido, con base en sus encuestas, de que hoy tiene el triunfo asegurado.
Schiaretti es más moderado. No modificará el Código Electoral Provincial y decidirá el día de votación de su sucesor en la ventana que le permite la ley: entre el domingo 18 de junio y el domingo 8 de octubre.
Como una regla de oro en los casi 24 años de permanencia en el poder del PJ, el gobernador y el intendente no ventilan sus diferencias en público. No obstante, desde el Palacio Municipal siguen considerando que alargar los plazos es un riesgo.
Al Centro Cívico llegó el enojo del intendente y candidato oficialista. Hace dos semanas, Schiaretti decidió cortar por lo sano. Ordenó a su ministro de Gobierno y Seguridad, Julián López, que saliera a descartar públicamente la modificación de la Ley Electoral.
Fue un modo de arrancar de raíz la prédica llaryorista de alentar la posibilidad de votar a mediados de mayo.
Es más, en una conversación reservada con empresarios, ante una consulta sobre su futuro político, el gobernador dio una definición que los sorprendió, porque esperaban una ratificación de su candidatura presidencial. “Gobernaré Córdoba hasta el último día”.
La respuesta de Schiaretti da para muchas lecturas. La primera es que, más que adelantar los comicios provinciales, podría llevarlos más allá del 25 de junio, la fecha que la mayoría de peronistas creen que se votará.
Sería un modo de esquivar otra regla no escrita de la política: con un gobernador electo, el mandatario de turno pierde poder.
Por otro lado, los schiarettistas están entusiasmados con la foto actual de la campaña electoral. Una oposición casi inmovilizada por sus indefiniciones, y con Llaryora y el propio gobernador con un feroz ritmo de recorridas por la provincia.
“Si la oposición nos sigue regalando todo el escenario, para qué vamos a votar antes”, se preguntó con cierta ironía un schiarettista puro, que suele difundir con fidelidad el pensamiento de su jefe político.
La estrategia opositora
El lunes pasado, Luis Juez y Rodrigo de Loredo compartieron uno de los tantos almuerzos de los últimos tiempos.
Como siempre, la realidad de la charla estuvo lejos de lo que difundieron sus voceros, que recurrieron a la “amabilidad” y “buena onda” para describir el clima de la reunión.
Hubo momentos de tensión y la desconfianza mutua no cede. Al final se logró una frágil coincidencia: no le mostrarán las cartas al peronismo hasta que el gobernador y el intendente capitalino oficialicen las fechas de las elecciones.
Esta estrategia de no confirmar sus aspiraciones es una moneda de dos caras para los opositores. Es cierto que la incertidumbre incomoda y genera dudas en el PJ. Pero sin la chapa de candidatos, la campaña de Juez y De Loredo pierde fuerza.
Ambos están recorriendo el interior y la Capital, aunque la falta de certezas le baja el tono a su discurso.
El gobernador viajó ayer a España. Quienes lo conocen dicen que en sus salidas de Córdoba, el gobernador suele tomar decisiones importantes.
Integra la comitiva oficial la senadora Alejandra Vigo. No es un dato menor, ya que con su esposa, Schiaretti comparte definiciones políticas.
La expectativa de la oposición, y también del PJ, por la fecha se extenderá algunas semanas más.
Los schiarettistas aseguran que si la decisión es que se vote el 25 de junio, Schiaretti oficializará la fecha en la primera semana del mes que viene.
Si la decisión es que se vote en julio, la pulseada invisible por la fecha se extenderá un tiempo más.
