Sin ánimo de confrontar. Ese es el espíritu que hasta ahora cruza a la comunidad empresaria en el 58 Coloquio de Idea donde, a diferencia de otras ediciones, los clásicos reclamos por reformas tributarias o cambios para la legislación laboral quedaron en un muy lejos segundo plano.
En todo caso, las críticas más fuertes al Gobierno nacional provienen de los dirigentes de la oposición que comienzan a verse este jueves en el Sheraton Hotel situado justo frente al puerto marplatense.
“Es el modelo Toyota de negociar para crecer”, elaboró un observador del panorama, con cierta anuencia de, justamente, el expresidente de esa automotriz, Daniel Herrero, que preside el Coloquio.
Lo máximo que arriesgaron los ejecutivos en una encuesta anónima fue pedir una unificación del tipo de cambio.
En la primera parte del debate fueron notables los posicionamientos en ese sentido de dos líderes de la industria y la energía, como Luis Pérez Companc y Marcos Bulgheroni, dos empresarios que pocas veces saltan a la escena pública.
Ambos remarcaron que están al frente de sus compañías para quedarse e invertir en el país y metieron en ese plan a las futuras generaciones de ambas familias.
El slogan del Coloquio, “Ceder para crecer”, surge claramente del estilo aplicado por Herrero en su paso por la conducción de Toyota. La automotriz creció sustancialmente en tamaño y producción en momentos de fuertes negociaciones con los gremios y con las administraciones kirchneristas.
Herrero defiende esa mirada, fue la que no solo le sirvió a la empresa nipona, sino también al desarrollo de Vaca Muerta y al avance de la industria tecnológica.
Tampoco tiene sentido volver al debate “retenciones sí, retenciones, no; hoy la situación no da”, remarcó Tomás Allende, del estudio Beccar Varela, hoy en un panel sobre inserción de la Argentina en el mundo.
Pero de todos modos, en otros protagonistas del empresariado generó “ruidos”. Uno de ellos, Claudio Belocopitt, de Swiss Medical, quien pidió que también ceda el sector sindical. Fue casi un llanero solitario en esa postura.
José Ignacio de Mendiguren, secretario de Industria, consideró que en las prioridades de quién cede, a la lista la tienen que encabezar los empresarios, planteó que fueron ayudados en plena pandemia para pagar los sueldos.
Esto también generó comentarios: “El ATP no fue para nosotros, fue para los sueldos, de lo contrario habría quedado el tendal de desempleados”, le responden, por ahora por lo bajo. Habrá que ver si alguien le contesta de otra manera a medida que avanza el Coloquio.
Elevar la voz para insistir con los clásicos reclamos tampoco tiene demasiado sentido en un contexto de inflación volando por arriba del ciento por ciento. Ninguna traba laboral o presión impositiva es más gravosa que tener que lidiar todos los días contra ese problema. Controlar la inflación es lo primero de la agenda y parece lejano.
Otra pregunta es si el Ceder para crecer tiene consistencia con lo que expresan las encuestas de opinión pública, donde el ánimo no pasa por negociar nada, sino por esperar que termine el ciclo del gobierno del Frente de Todos. Casi un 60% de quienes responden repiten esa postura en cada sondeo de las distintas consultoras.
Quizas la actitud de tolerancia no esté puesta en lo que le queda a la actual gestión, sino al camino que iniciará el país dentro de 14 meses, probablemente con otro escenario político.
El Coloquio, que dura tres días, mostró al menos dos novedades significativas respecto de ediciones anteriores. Una es la interactividad permanente con el auditorio mediante consultas que son respondidas en tiempo real. Fue allí que el conjunto pidió una unificación del tipo de cambio.
La otra, actividades de Networking. Toda la tarde de este jueves estará destinada a conocer empresas de la costa, entre ellas una bodega de Trapiche y una fábrica de cerveza de Antares, junto con una competencia de golf y una bicicleteada en una jornada gélida.
