Pasan los días, se vencen los plazos y no asoma la unidad para designar a una nueva conducción de la CGT Regional Córdoba. En este contexto, la semana que viene “bajarán” a Córdoba miembros de la conducción nacional de la central obrera y, en caso de no haber consenso, la salida sería designar a una “comisión normalizadora”, como ocurrió en otras regionales del país.
El jueves de la semana que viene, Abel Furlán, secretario de interior de la CGT nacional, vendrá a Córdoba para encabezar un plenario de los gremios cordobeses confederados.
Furlán, quien también es titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) nacional, vendrá acompañado de Rodolfo Daer y de Pablo Moyano, dos de los tres secretarios generales de la CGT nacional.
La intención de Furlán es que haya una nueva conducción de la CGT local –hoy conducida por José “Pepe” Pihen– consensuada entre todos los gremios.
Sin embargo, desde hace más de un mes, el sector que lidera Pihen y el que encabezan Pablo Chacón (Comercio) y Rubén Urbano (UOM) no pudieron ponerse de acuerdo para acordar una lista de unidad.
Pihen asegura tener el respaldo de 73 gremios, de los cuales 54 son confederados, es decir, con representación en la CGT nacional, mientras que Chacón y Urbano encabezan una movida para desplazar al actual titular de la central obrera cordobesa, que no es reconocido a nivel nacional.
Urbano, titular de la UOM Córdoba y de diálogo directo con Furlán y con Horacio Otero, el delegado normalizador, sigue cuestionando el liderazgo de Pihen.
“Ya lo hemos dicho. No se trata de un tema personal. Pihen es un militante y legislador provincial del Gobierno de Córdoba. Los trabajadores necesitamos a un líder de la CGT que responda a los intereses de los trabajadores, no al gobierno de turno”, fustigó Urbano, quien aseguró que estaría dispuesto a asumir un cargo en la CGT si se lo pide “el resto de los gremios”.
“No estoy trabajando por un cargo en lo personal. Queremos a una CGT de Córdoba alineada con la conducción nacional, no con el Centro Cívico. Además, se sabe que Pihen se acogió al beneficio de la jubilación. La CGT que queremos debe estar conducida por alguien activo, y en lo posible, por un gremio industrial o de servicios, y privado”, agregó el gremialista metalúrgico cordobés, quien integra el secretariado nacional.
Contar los porotos
Desde el otro sector, fiel a su estilo, Pihen no habla sobre la interna en la CGT que conduce. Sus dirigentes más cercanos también prefieren no polemizar con Urbano. Aseguran “confiar” en el respaldo de los gremios cordobeses.
“No vamos a discutir por los medios con otros compañeros. Esperaremos la convocatoria al plenario que dicen convocará la CGT nacional y ahí contaremos los porotos. Veremos quién tiene el apoyo de la mayoría de los gremios”, aseguró uno de los sindicalistas que apoya a Pihen, titular del Sindicato de Empleados Públicos (SEP).
Furlán, un dirigente de perfil kirchnerista, quien le ganó la pulseada por la conducción nacional de la UOM al histórico dirigente Antonio Caló, es el responsable de normalizar las distintas regionales del interior.
Con pocas chances de alcanzar la unidad entre el sector que encabeza Pihen y el que lideran Urbano y Chacón, el camino más seguro es que la semana que viene se nombre a una comisión normalizadora de tres o cuatro miembros, que tendrá un plazo de 60 días para consensuar una nueva conducción de unidad.
Esta comisión normalizadora, que en la práctica sería una intervención de la CGT nacional, estaría integrada por los mencionados dos grupos en pugna, más probablemente un representante de la CGT “Nacional y Popular” Rodríguez Peña, que hoy está más cerca de Chacón y de Urbano.
