El ex ministro de Economía Domingo Cavallo aseguró que la Argentina no podrá “financiar al Estado con endeudamiento” y sugirió poner en marcha una reforma que baje el gasto público.
Cavallo habló en una reunión de trabajo cierre de año de la Fundación Mediterránea, en un estrado de la Universidad Católica de Córdoba que fue compartido con el nuevo titular del instituto de estudios económicos (Ieral), Carlos Melconian.
Ambos economistas fueron presentados por la titular de la entidad, María Pía Astori, quien destacó la gestión efectuada en su momento por Cavallo y el equipo de colaboradores surgidos en la Fundación, durante el gobierno de Carlos Menem.
“Con ellos logramos lo que nadie logró en la República Argentina”. Al referirse a Cavallo, indicó que “es parte de nuestra historia, un crack”, aseguró Astori.
“Puso a la Argentina nuevamente en el contexto mundial y derrotó a la hiperinflación, es de no creer, es impactante para todos”, subrayó la empresaria.
Esa reivindicación a la gestión de Cavallo llegó después de años en los que la entidad procuró mantener cierta distancia, para lo cual abrió el juego a nuevas camadas de investigadores.
Vivir de la recaudación
En el encuentro, Cavallo señaló que “el presupuesto actual tiene un área muy oscura que es a de los fondos fiduciarios” a los que calificó como verdaderas “cajas negras donde no se sabe bien en qué se gasta y cómo se gasta”.
“Por mucho tiempo no va a ser posible financiar al Estado con endeudamiento”, planteó el ex titular del Palacio de Hacienda quien advirtió que, por el momento, solo con “la recaudación de impuestos se va a poder sostener” al sector público.
Cavallo sugirió que el Poder Ejecutivo debería “tener preparada gente que pueda ponerse al frente de cada empresa del Estado para reestructurarla y privatizarla si es necesario o hacerla funcionar sin necesidad de aportes del Tesoro”.
“Preparar una muy buena reforma del estado tendiente a bajar el gasto público es esencial”, dijo que además opinó que al mismo tiempo en que se lleva a cabo hay que limpiar de “impuestos distorsivos a la economía argentina”.
Entre los gravámenes que planteó para la eliminación figuran el impuesto al Cheque, tributo que él mismo impulsó de manera extraordinaria y temporal durante la crisis del 2001, e Ingresos Brutos, además de impulsar una rebaja de los impuestos vinculados a la contratación de mano de obra.
Desdoblar el dólar
Insistió con la necesidad de aplicar un desdoblamiento del mercado cambiario, con un dólar oficial que se use para el comercio exterior y otro totalmente libre para todo otro tipo de operaciones. Dijo que la intervención del estado “espanta cualquier iniciativa de integración industrial en cadenas de valor”.
En cuanto al dólar, insistió en recomendar que en lugar de vender desde el mercado oficial los dólares “para cualquier cosa que la gente demanda, el Banco Central debería vender solo para importaciones y comprar solo para exportaciones”, recalcó.
“Pero luego, todos los demás usos por los que la gente demanda dólares, turismo, transacciones financieras, atesoramiento, el Banco Central no debe vender dólares. Tiene que permitir que vayan a un mercado libre sin restricciones”, afirmó el exfuncionario.
Como ya hizo en otras ocasiones, Cavallo destacó la prédica del líder de Libertad Avanza, Javier Milei, en favor de las ideas de la libertad económica, lo cual, aclaró, “no significa avalar las soluciones económicas que presenta”.
“La próxima elección es la oportunidad de pegar un salto hacia adelante, espero que los economistas que están con vocación de ayudar a aplicar buenas ideas ojalá logren buenos resultados”, indicó.
“Enterrar la grieta”
Al finalizar su exposición, Cavallo recibió una plaqueta de parte de las autoridades de la Fundación, entre los cuales se cuentan empresarios como Rosana Negrini, Luis Pavone, Sergio Roggio, Kiriacos Zonnaras y José Franco.
En su exposición, el presidente del Ieral, Carlos Melconian, describió los alcances del programa económico que la entidad prepara para entregarle al próximo presidente de la Nación, independientemente de su color político y los objetivos de ese proceso.
“Necesitamos acuerdos y enterrar definitivamente la grieta, no las diferencias, que son la sal de la democracia”, resaltó. Planteó en esa línea que lo más probable es que el próximo Gobierno sea producto de una coalición, hecho que obligará aún más a la búsqueda de consensos.
Y recalcó que la única forma de sacar al país de la crisis “es mediante un cambio de régimen”, es decir “un cambio organizacional” de la Nación.
