Un día antes de que se conozca la sentencia en el juicio de la denominada Causa Vialidad y que tiene a la vicepresidenta Cristina Kirchner como una de las principales acusadas, la funcionaria dio una entrevista a un medio brasileño y aseguró: “El día 7 saldrá en las tapas de los diarios: ‘Condenada’”.
La líder del Frente de Todos renovó sus críticas a los jueces, a la Corte Suprema, a los medios de comunicación y al expresidente Mauricio Macri, previo a la definición en el proceso en el que está acusada de ser la jefa de una asociación ilícita y de administración fraudulenta.
Cristina Kirchner planteó: “La sentencia fue escrita el 2 de diciembre de 2019, la primera vez que testifiqué en este juicio. Por razones muy simples. Primero: todas mis garantías constitucionales fueron violadas”.
La expresidenta vinculó el 7 de diciembre (un día después del que se conocerá el veredicto del juicio Vialidad) con el 7D de 2012, en referencia a la plena implementación de la Ley de Medios, que luego fue frenada por medidas judiciales.
La líder del Frente de Todos planteó: “¿Sabes qué? Ese 7 de diciembre es un día emblemático para el público en Argentina. La ley que establecía que los empresarios de medios que tenían muchos canales de televisión, canales abiertos, cable y periódicos, debían desinvertir para no tener una posición dominante o monopólica”, en una entrevista a Folha de Sao Paulo.
Cristina Kirchner es la principal involucrada en el proceso de la causa que investiga si durante el kirchnerismo hubo un millonario direccionamiento de la obra pública de Santa Cruz en favor del empresario Lázaro Báez, del que reiteró que no es socia: “No, en absoluto, uno es socio cuando hay un contrato de sociedad. Era amigo de Néstor Kirchner”.
“El juez que investigó este caso (Julián Ercolini) es el mismo que hace siete u ocho años, ante las mismas acusaciones de la oposición, dijo que no era competente y envió el caso al sur del país”, agregó a ese medio.
“La Justicia de Santa Cruz investigó y hubo sobreseimiento. Ese proceso involucró al mismo empresario y exactamente a las mismas 51 obras que ahora se investigan nuevamente”, remarcó.
“Cuando se violan todas las garantías, cuando el juez dijo una cosa y hoy dice otra en base a una denuncia que hizo el gobierno de Macri, obviamente habrá una condena”, dijo.
“Se construye la imagen de un ladrón, imputándome delitos contra la propiedad cuando, en realidad, cuando terminé mi mandato, tenía los mismos bienes por los que ya había sido investigada tres veces”, consigno la Vicepresidenta.
“Cuando llegamos a la Presidencia no éramos pobres. Contábamos con más de 23 propiedades y una inversión financiera equivalente a US$3 millones. Algunos bienes los vendemos, otros los compramos. Pero cuando dejé la Presidencia, volví a la misma casa donde vivía antes”, agregó al Folha.
“Aquí se enfrentó el lawfare desde la altura del poder. Fue un fenómeno regional. El fenómeno del ‘Partido Judicial’ pasó con Lula, con Rafael Correa y pasa conmigo. Fui yo quien redujo el número de miembros de la Corte Suprema. Cuando llegamos a la Presidencia, tenía nueve magistrados. Lo hice como un gesto, para demostrar que no quería controlar la Corte poniendo más gente en ella”, remarcó.
“¿Puedo confiar en que alguien respete la Constitución (Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz) cuando fue nominado en contra de la Constitución?”, finalizó sobre este tema.
Cuando desde el medio brasilero le preguntaron sobre Alberto Fernández, dijo: No quiero hablar del Presidente y menos en un reportaje en un diario extranjero”.
“No, al país no le va bien. ¿Cómo puede estar todo bien después de la deuda que contrajimos (en la administración de Macri)?”, agregó y no entró en más detalles.
Cristina Kirchner, sobra Lula da Silva y Latinoamérica
Por otra parte, Cristina Kirchner habló sobre el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Consideró que “los mismos que lo metieron preso después lo fueron a buscar”, y comparó su caso con el de otros mandatarios latinoamericanos, al asegurar que “es un fenómeno que pasó con el partido judicial en toda la región”.
Sobre los motivos de ese hecho, su hipótesis fue que, “cuando impidieron que Lula sea candidato y posiblemente presidente y llegó (Jair) Bolsonaro, las consecuencias de un personaje como Bolsonaro le hicieron mucho daño a Brasil y a muchos sectores de la vida brasilera”.
Por este motivo, dijo, “aquellos que habían denostado a Lula y habían destituido a Dilma (Rousseff) finalmente dan toda la vueltita y terminan admitiendo que el juez (Sergio) Moro había sido absolutamente imparcial”.
“Es un fenómeno que pasó con el partido judicial en toda la región”, analizó la vicepresidenta. Asimismo, trazó un paralelismo con lo que sucedió también “en Ecuador, con (el expresidente) Rafael Correa”.
Para Cristina, “el partido judicial sustituye al partido militar en la región cuando se cae el muro de Berlín y las doctrinas de seguridad militar y las dictaduras militares no son tan bien vistas para controlar la voluntad popular”.
También dijo que observaba una constante “forma de estigmatizar a los gobierno populares” diciendo que “son ladrones”.
“Yo he visto en estas últimas elecciones cómo decían ‘no lo vamos a votar a Lula porque estuvo preso’”, ejemplificó.
En ese sentido, remarcó que “eso es la construcción de sentido común por parte no solo del Poder Judicial sino de los medios de comunicación, porque los jueces no pueden hacer lo que hacen sin la pata mediática”.
Finalmente, contó que mantuvo un intercambio con Lula da Silva luego de que fuera electo. “Tuvimos una conversación muy buena sobre su mirada sobre lo que hay que hacer en Brasil”, repasó.
“Sería impropio que yo repita una conversación privada”, aclaró, pero contó que lo notó “sereno, muy firme, muy claro”, y “muy bien”.
