Guadalupe Muñoz se negó a declarar ante el juez federal Sebastián Casanello y el fiscal Franco Picardi por la causa Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) este miércoles.
La pareja del empresario, y supuesto director en las sombras de la Andis, Miguel Ángel Calvete -señalado como presunto articulador del esquema desde las sombras- está acusada de haber manejado dinero del presunto “jefe paraestatal”.
Los cargos que enfrenta
Guadalupe Muñoz llegó al Juzgado Federal N° 11 acompañada por su abogado, Ignacio Pascual, donde le leyeron los cargos vinculados al supuesto manejo de dinero generado por la asociación ilícita que habría operado entre droguerías y el organismo.
Tras escuchar la imputación, hizo uso de su derecho a no responder preguntas.
Según fuentes judiciales, la mayoría de los citados en esta etapa del expediente adoptaron la misma estrategia. Las defensas sostienen que aún no tuvieron acceso completo a los legajos y que preparan descargos por escrito para los próximos días.
El flujo de dinero
La Fiscalía incluyó a Muñoz en el listado de imputados por su presunta participación en la administración y circulación de fondos. También la situó como parte del entramado societario bajo investigación.
Los peritajes determinaron que es titular de la firma Residuos Disposición y Tratamiento S.A.S., con domicilio legal en Maipú 60, el mismo que comparten otras empresas vinculadas a la causa. Entre ellas aparece Indecomm S.R.L., propiedad de Calvete.
En esa sociedad, Muñoz figura como socia junto a otras dos imputadas: Lorena Di Giorno, ex funcionaria de la Andis y exempleada de Roche, y Ruth Noemí Lozano, quien presidió la droguería Profarma. Esta última es una de las cuatro compañías que habrían concentrado el 93% de las compulsas de precios para medicamentos del programa de Prestaciones de Alto Costo y Baja Incidencia (Pacbi).
Conversaciones y entregas millonarias
La investigación también incorporó conversaciones recuperadas por peritos informáticos. En uno de esos intercambios, Calvete le habría pedido a su pareja que preparara “cinco palos” para Diego Spagnuolo, ex director de Discapacidad.
El monto estaría relacionado con un viaje oficial a Israel que finalmente no realizó. En su lugar asistió su segundo, Daniel María Garbellini.
Además, los registros de ingresos al barrio privado Campos de Alto Grande, en Pilar, muestran que Muñoz visitó varias veces el domicilio de Spagnuolo.
En dos de esas ocasiones ingresó junto a Calvete y al empresario Sergio Mastropietro, investigado por presunto lavado a través de una empresa de aviación privada. Las fechas coinciden con movimientos de fondos detectados por los investigadores.
Cheques, criptomonedas y maniobras financieras
La acusación sostiene que Muñoz recibió cheques provenientes de empresas del sector salud y que los destinó a terceros para su circulación.
Entre esos contactos aparece Alan Pocoví, señalado como operador financiero encargado de movilizar dinero y realizar transacciones con criptomonedas para dificultar la trazabilidad. Por el momento, Pocoví no fue citado a indagatoria.
En octubre, cuando el juez Casanello ordenó allanamientos simultáneos, Muñoz mantuvo comunicaciones con Di Giorno en las que habrían coordinado movimientos de dinero para evitar su secuestro.
Parte de esos fondos, según surge de los mensajes, podrían haber sido enviados a la compañía aérea vinculada a Mastropietro.
