La puesta en marcha de la Boleta Única de Papel (BUP) en las elecciones legislativas de octubre no solo implica un cambio para el votante. También reconfigura el negocio de la impresión electoral, que este año pasa de manos de los partidos políticos al Estado nacional. Y, en ese nuevo esquema, el jugador principal para Córdoba será la unión transitoria de empresas (UTE) integrada por Boldt Impresores y el Instituto de Publicaciones y Estadísticas (Ipesa).
La gestión de Javier Milei, a través del Correo Argentino, preadjudicó el contrato para fabricar las BUP a cinco oferentes, que se repartirán la impresión para todo el país.
Según anticipó La Nación, Boldt–Ipesa obtuvo la mayor porción del trabajo: el 34% de las boletas nacionales, lo que incluye Córdoba, Santa Fe, Mendoza, La Pampa y el 40% de la provincia de Buenos Aires.
En el caso cordobés, la tarea no es menor: deberá imprimir millones de boletas que reúnan en una sola página a toda la oferta electoral de la provincia, con casillas para que el votante tilde su preferencia.
Este año, el Poder Ejecutivo financiará la producción de 44 millones de boletas full color para todo el país, con un presupuesto total de $40.000 millones, a cargo del Correo Argentino.
Nota: es un presupuesto menor al que se había asignado a los partidos para la impresión de sus propias boletas “sábanas” en 2023 (unos $70.000 millones) aunque en aquel caso hubo Paso, generales y el balotaje.
Boldt no es un actor nuevo en este tipo de procesos. Forma parte de un holding con fuerte presencia en el negocio del juego (es dueño de casinos) y con antecedentes en otros rubros como la provisión de patentes de automóviles.
En Córdoba, tiene a su cargo la concesión de los casinos de San Francisco y Corral de Bustos.
En el sector gráfico, su planta de impresión tiene capacidad para manejar grandes volúmenes en plazos ajustados, una condición clave en procesos electorales.
La alianza con Ipesa le permitió sumar músculo operativo y cumplir con los requisitos técnicos exigidos por el Correo.
Fuentes vinculadas a la licitación señalaron que “los que más capacidad y antecedentes tenían ganaron la mayor parte del trabajo” y que el diseño del reparto buscó evitar que una sola firma concentre toda la tarea.
Sin embargo, la UTE de Boldt–Ipesa fue la que logró asegurarse los distritos con mayor peso electoral después de Buenos Aires.
La elección de los proveedores, no obstante, no estuvo exenta de críticas. El Correo Argentino optó, según dice la nota, por realizar licitaciones privadas, un mecanismo más rápido pero menos transparente que las licitaciones públicas tradicionales.
El argumento oficial fue que así se “unificaban instancias” bajo la órbita del Correo, encargado por ley de transmitir los telegramas de votación, y se evitaba la fragmentación en la organización de los comicios.
En Córdoba, la atención estará puesta en cómo responde Boldt–Ipesa a un desafío logístico y de control de calidad inédito. Será la primera vez que todos los candidatos y partidos de la provincia compartan un único documento oficial de votación, lo que exige precisión en la impresión, distribución y custodia de las boletas. mayúsculo en pleno clima electoral.
El resto
Además de la UTE Boldt–Ipesa, el Correo Argentino distribuyó el resto de la impresión entre cuatro oferentes más.
Artes Gráficas del Litoral, una imprenta de Sauce Viejo vinculada al Grupo Clarín, obtuvo el 27% del contrato. Será responsable del 60% de las boletas de la provincia de Buenos Aires (el distrito más poblado del país) y también imprimirá las papeletas de Jujuy, Formosa, La Rioja y Santa Cruz.
La firma Su Papel, en UTE con Ramón Chozas SA, se quedó con el 15% del trabajo. Su tarea abarcará Entre Ríos, Salta, Chaco, Río Negro, Neuquén y Santiago del Estero. Todas estas provincias, además de diputados nacionales, renovarán bancas en el Senado, lo que implica un caudal de impresión mayor.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que este año también elige senadores, el contrato fue para Kollor Press SA (KMP), una imprenta con sede en Avellaneda especializada en rotativas para diarios. Su participación representa el 7% de la producción total.

Por último, DP Argentina imprimirá las boletas de Tucumán, Misiones, Corrientes, San Juan, Chubut, San Luis y Catamarca, con una participación equivalente al 14% del padrón nacional.
El reparto responde a la necesidad de diversificar proveedores para un proceso que demanda rapidez, alta calidad y seguridad en un calendario electoral ajustado.