Habrá que esperar hasta la finalización del escrutinio oficial, que siempre tiene diferencias con el provisorio, pero a grandes rasgos ya queda claro cuál es el escenario electoral que vive Argentina luego de las elecciones presidenciales.
Como primera certeza, el balotaje. Según establece la Constitución Nacional, reformada en 1994, si ningún candidato logró más del 45% de los votos, o más del 40% y una diferencia de 10 puntos con el segundo, entonces habrá que ir nuevamente a las urnas.
Y los que van a las urnas son los dos candidatos más votados en las generales. Que ahora son Sergio Massa, de Unión por la Patria, y Javier Milei, de La Libertad Avanza.
Entre ellos, los argentinos deberán decidir quién quieren que sea el nuevo presidente. Ganará el que obtenga un voto más que el otro. Sin ningún otro requisito.
El punto de partida de ambos está establecido. Escrutado el 98,51% de las mesas, Massa sacó 9.645.983 votos en todo el país, mientras que Milei consiguió 7.884.336.
Entre los dos, sumaron 17.530.319 votos, esto es, el 64,68% del total (27.100.675) de votantes que participaron en las últimas elecciones.
Es decir que el resto, el 35,31%, quedó ahora “libre”, y representan un total de 9.570.356 votos.
Cómo se reparten los votos “libres”
Esos 9.570.356 votos “libres” se reparten entre tres fuerzas políticas, los votos en blanco, los nulos y los impugnados.
1) Juntos por el Cambio: 6.267.152 (23,12% sobre el total de participación)
2) Hacemos por Nuestro País: 1.784.315 (6,58%)
3) Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad: 709.932 (2,61%)
4) Voto en blanco: 554.161 (2,04%)
5) Votos nulos: 224.864 (0,82%)
6) Votos recurridos e impugnados: 29.932 (0,11%)
Participación y voto en blanco
El cálculo se basa en la participación del domingo 22 de octubre que, según mediciones provisorias, fue del 77,65%. Se trató de una de las más bajas de la historia desde el regreso de la democracia, comparable a lo que ocurrió en la votación de 2007 (76,20%).
En Argentina hay un solo antecedente de balotaje: se dio en 2015, entre Daniel Scioli y Mauricio Macri. ¿Qué pasó en esa ocasión? La participación entre las generales y la segunda vuelta bajó.
En las generales, la participación había llegado al 81,07% y luego en el balotaje descendió al 80,77%. En números, significó que 113.203 personas no fueron a votar.
En cuanto al voto en blanco, el proceso fue al revés: bajaron entre las generales y la segunda vuelta (de 664.740 a 306.471). Es decir que los que asistieron aquella vez fueron más decididos.
Qué pasó en 2015
En las elecciones generales de 2015, pasaron al balotaje Scioli, quien obtuvo 9.338.490 votos (el 37,08%), y Macri, con 8.601.131 (34,15%).
En total, habían sumado 17.939.621 votos, lo que significó el 71,23%, por lo que quedó “libre” el 28,77% (8.108.825 votos).
Fueron 6,54 puntos porcentuales menos que los que ahora entrarán en juego para el balotaje de noviembre próximo.
Recordemos.
1) Unidos por una Nueva Alternativa: 5.386.977 (29,68% sobre el total de votantes)
2) Frente de Izquierda: 812.530 (3,11%)
3) Progresistas: 632.552 (2,42%)
4) Compromiso Federal: 412.578 (1,58%)
5) Voto en blanco: 666.740 (2,55%)
6) Votos nulos: 199.449 (0,77%)
¿Cómo se repartieron esos votos en la segunda vuelta? De los 8.108.825 votos libres, 2.971.085 fueron a parar a las cuentas de Scioli (que quedó en 12.309.575); y 4.387.218 a las de Macri, que ganó con 12.988.349.
A nivel de porcentaje, la definición fue muy pareja: 51,34% a 48,66%. Nada más que 2,62 puntos porcentuales.
El resto, 750.522 se repartieron entre los blancos y los nulos, y los que no fueron a votar.
En Córdoba
En la provincia de Córdoba, los votos “libres” suman 1.254.385, lo que representa el 53,78%.
Es mucho más que lo que hay disponible a nivel nacional, por lo que hay mucho para “pescar” en nuestra provincia.
El resto, el 46,21% (1.077.863 votos) se lo repartieron entre Milei y Massa.
