El exsargento del Ejército, Jorge Balla, condenado a cuatro cadenas perpetuas por la Justicia de Santa Fe vive desde hace 20 días en un edificio del centro de San Francisco, puso en alerta a la comunidad y ahora el dueño del inmueble busca desalojarlo con el apoyo de organismos de derechos humanos.
La llegada de Balla a la localidad del departamento San Justo causó alerta. Primero llegó el repudio del Espacio por la Memoria local que participa de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos.
Luego, el Concejo Deliberante votó por unanimidad el rechazo a la presencia de Balla en la ciudad. La sanción de la ordenanza que unió a todo el arco político sanfrancisqueño se dio la semana pasada.
El exmilitar fue condenado en el año 2017 por la masacre de Ituzaingó y Las Heras, pero fue beneficiado con la prisión domiciliaria. El mes pasado, la Justicia Federal de Santa Fe lo autorizó a mudarse con su hijo a la ciudad cordobesa porque en el domicilio anterior amenazó a sus vecinos.
Ahora, el titular del inmueble donde terminó domiciliado Balla inició acciones legales porque se sintió estafado por la presencia del presidiario.
La referente del Nodo San Justo de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, Susana Crosetto, dijo a La Voz que el Espacio por la Memoria apoya al propietario, pero pidieron que la Justicia actúe llevando a la cárcel al represor.
“No queremos que lo lleven a otro lugar, nosotros lo que pedimos es que este genocida esté en la cárcel cumpliendo su condena por delitos de lesa humanidad. Debe estar en la cárcel como cualquier genocida u homicida”, reclamó Crosetto.
“Estamos impactados, es un genocida que está viviendo en esta ciudad tan pequeña y termina siendo un vecino más cuando es un personaje perverso. Si uno mira sus acciones es un monstruo, condenado a cadena perpetua por cuatro homicidios, con intervención en la época de la dictadura en varios casos de patota policial junto con el Ejército”, contó la referente de San Francisco.
“El último juicio fue en 2017, hace muy poco, donde le dieron cadena perpetua, pero este personaje tan siniestro siempre consiguió zafar de la cárcel común y terminó con prisión domiciliaria. Es un patotero, según información que teníamos, junto con sus hijos amenazó a vecinos de Santa Fe en el barrio donde vivía, con violencia y amenazas hacia una pareja joven”, relató.
Según relataron miembros de los organismos, también hubo repudio de los vecinos del complejo de departamentos ubicado en calle Belgrano de la ciudad del este provincial.
“Cuando firmó el contrato, el propietario desconocía que en ese lugar iba a vivir un preso”, advirtió Crosetto.
“Apenas se entera y se visibiliza a nivel de la comunidad este hecho, el propietario enseguida presentó una carta a documento instando que a los diez días entregue el departamento. Eso se cumplió el jueves de la semana pasada y la información que tenemos es que no tuvo respuestas y que el propietario se va a presentar ante la Justicia Federal de Santa Fe”, agregó.
Mal vecino
“Montonero hijo de puta, te voy a matar, te voy a matar por el patio”, le dijo Balla a su exvecino Juan en el barrio Piquete Las Flores en Santa Fe, según publicó la prensa local.
Juan es hijo de un expreso político y junto a su pareja contó a El Periódico que vivió un calvario desde que Balla se mudó junto a su casa en 2020.
“Desde ese momento me cambió la vida, vivir con el pensamiento de que te van a matar es una sensación horrible”, expresó el hombre de 30 años que tras esa amenaza decidió accionar en la Justicia.
Por el incidente del exsargento con sus vecinos, el Tribunal Oral Criminal Federal de Santa Fe en un fallo firmado el pasado 4 de abril decidió su traslado a Córdoba.
