Reconfortado por el contundente triunfo en la Capital y eufórico por el protagonismo que alcanzó a nivel nacional por su definición de “pituquitos de la Recoleta” para referirse al centralismo porteño, el intendente electo Martín Llaryora ya está pensando en cómo engrosar el autodenominado “partido cordobés”.
El ajustado triunfo en los comicios provinciales había desinflado un poco el proyecto que Llaryora impulsó en la campaña, pero el triunfo de su candidato Daniel Passerini en la Capital le dio oxígeno a la propuesta de armar un nuevo espacio con dirigentes de distintos partidos.
Algunos llaryoristas aseguran que el próximo gobernador está analizando los resultados departamento por departamento y que, antes de asumir en diciembre, irá a la búsqueda de intendente opositores.
El primero que irá a buscar para sumarlo al oficialismo es Pedro Dellarossa, concejal de Marcos Juárez, y prencandidato a diputado nacional en el puesto uno de la boleta de Horacio Rodríguez Larreta.
También tiene en carpeta al intendente de Bell Ville, el radical Carlos Briner. Con ambos, Llaryora se reunió durante el verano para tentarlos a que abandonen Juntos por el Cambio. Ambos le dijeron que “no”, pero el vínculo es bueno.
La propuesta de Llaryora también dependerá del resultado de las elecciones presidenciales. Si Juntos por el Cambio vuelve al poder nacional, el proyecto del partido cordobés se podría debilitar, ya que dirigentes radicales y del PRO volverán sus miradas hacia la Casa Rosada.
De todos modos, Llaryora y sus principales operadores en el interior seguirán dialogando con intendentes opositores para sumarlos al oficialismo.
La marcha peronista volvió a escena y genera entusiasmo en el PJ
La impensada proyección de “pituquitos de Recoleta” puso eufórico al llaryorismo que ve en el golpe de efecto una atención que “no logró José Manuel (de la Sota) en su campaña presidencial”. Más allá de la exageración, lo cierto es que los colaboradores del gobernador electo empiezan a ver que en el mapa nacional que viene que “Córdoba puede ser el único manchón azul” en el centro del país, lo que dejaría a Llaryora en el medio de la escena y conduciendo el postcristinismo.
“Llaryora es el peronista que viene para el futuro del país”, decía en un café de Tribunales I un abogado llaryorista al filo de la excitación. El abogado también celebraba que se “volvió a cantar Los Muchachos Peronistas en una acto del PJ”, por las celebraciones del domingo 23.
“Todo bien con el ‘partido cordobés’, pero los peronistas queremos escuchar la marcha. Schiaretti la escondió todos estos años, y el domingo Martín la desempolvó. Eso queremos para el PJ nacional”, repetía el abogado que tiene injerencia directa en el Palacio 6 de Julio.
Lectura llamativa: los K dicen que lo hicieron ganar a Llaryora
Ya pasó más de un mes de las elecciones provinciales, pero aún siguen las repercusiones en todos los espacios políticos. Los peronistas admiten que pensaban ganar por una ventaja mayor. Los juecistas creen que quedaron a las puertas del triunfo y que a Luis Juez le faltó “una semana más de campaña” en la Capital para ganar.
Aunque la lectura más llamativa viene de dirigentes kirchneristas, que aseguran que ellos fueron “la clave del triunfo” de Martín Llaryora.
El kirchnerismo impulsó la alianza Creo en Córdoba, con la fórmula provincial Federico Alesandri-Gabriela Estévez, que consiguió una magra cosecha de votos: poco más del 2%, que le alcanzó para obtener una banca en la Legislatura.
Precisamente, dos encumbrados dirigentes K que pidieron no ser mencionados aseguraron que la mayoría de los dirigentes locales apoyó por lo bajo la candidatura de Llaryora y que la militancia hizo lo mismo.
“Lo siento por Federico (Alesandri) y la ‘Gabi’ (Estévez), pero acá en Córdoba había que elegir entre Llaryora y Juez. En esa encrucijada, los dirigentes y los militantes votamos al peronismo; de eso no tengo dudas”, dijo un kirchnerista capitalino.
Otro dirigente del interior agregó al análisis. “El kirchnerismo tiene alrededor del 10% de los votos en Córdoba. Es lo que va a sacar (Sergio) Massa en las Paso presidenciales. Tal vez unos puntitos más. Con el diario del lunes, por los 3,3% con los cuales ganó Llaryora, no tengo dudas que nosotros le dimos el triunfo”, concluyó el otro dirigente K, que coincidió con su colega con esta llamativa lectura.
¿Los intendentes del PJ vienen marchando?
Atravesadas las elecciones en la provincia y en la Municipalidad de Córdoba, en las filas del oficialismo cordobés gran parte de las miradas se posan ahora en quienes serán los convocados a integrar los gabinetes para esas dos jurisdicciones a partir del 10 de diciembre.
En realidad, si bien faltan todavía cinco meses para esa instancia institucional, el tema comienza a instalarse también en otros ámbitos, como las entidades empresarias y profesionales que mantienen una interacción permanente con el sector público. El interlocutor para sus acciones es una cuestión central.
En el caso de Hacemos Unidos por Córdoba, las versiones corren en las conversaciones de café sin que existan datos concretos sobre las decisiones que adoptarán los electos Martín Llaryora y Daniel Passerini.
Un funcionario actual con mucho conocimiento del interior provincial confió que algunos intendentes “ganadores” del oficialismo se mostrarán en los próximos días en un intento por ser tenidos en cuenta para el momento de la selección.
“No son tantos los que pueden mostrar resultados holgados, pero los que sí lo consiguieron seguramente van a pedir algo”, indicó el interlocutor que ya ve en esas decisiones el armado de Llaryora para los próximos años.
