El legislador radical Marcelo Cossar es uno de los más críticos del Gobierno provincial en la Legislatura. Los fuertes discursos del exfuncionario mestrista, sobre todo con su proyecto de “ficha limpia”, suelen sacar de las casillas a los principales legisladores oficialistas.
Luego de muchos años de militancia junto a Ramón Mestre, hubo un distanciamiento personal y político, y hoy Cossar hace su propio camino político. En los últimos tiempos, el dirigente radical se acercó al senador Luis Juez.
Para Cossar, es el dirigente mejor posicionado para enfrentar al PJ.
En este contexto, los peronistas están recolectando entrevistas y declaraciones en las cuales Juez acusaba de “corrupta” a la gestión mestrista que integró Cossar.
“Va a ser linda la próxima campaña. Aparecerán cosas que, creo, los cordobeses habían olvidado”, dijo enigmático un oficialista, dando a entender que aparecerán en las redes sociales cuestiones que los opositores deberán explicar.
“No será campaña sucia. Serán cuestiones de la realidad de la oposición, que se juntarán para tratar de ganarnos”, se atajó el dirigente peronista sobre la eventual campaña que intentará mostrar el costado “B” de lo que hoy parece la aceitada relación entre Juez y el exmestrista Cossar.
Los movimientos del delasotismo dicen mucho
El delasotismo aprovecha cada oportunidad para mostrarse como una expresión interna dentro de Hacemos por Córdoba.
Esta vez se alinearon la diputada nacional Natalia de la Sota, el viceintendente Daniel Passerini, el legislador Carlos Lencinas y la concejala Rossana Pérez, quienes asistieron a la escuela Deán Funes, en Nueva Córdoba, para participar de la conmemoración del día de las cooperadoras escolares, que fueron organizadas legalmente en 2015, durante el último gobierno de De la Sota.
El delasotismo viene reclamando hacia dentro de Hacemos por Córdoba que la ampliación de la coalición se haga hacia otros sectores del peronismo, como los de los intendentes díscolos al Panal que se referencian en el intendente de Villa María, Martín Gill, y en Federico Alesandri, jefe municipal de Embalse, hoy en uso de licencia.
El objetivo de máxima del delasotismo es quedarse con las candidaturas a la vicegobernación (De la Sota) y a la intendencia (Passerini). En ese norte se enfocan las acciones que procuran dar musculatura al espacio interno, “sin desconocer el liderazgo de Juan Schiaretti, sin tirar a nadie del barco, pero construyendo con todos los peronistas”.
En ese marco, De la Sota armó una agenda de recorridas hasta el inicio del Mundial, que incluye visitas en la Capital, Balnearia, Morteros, Corral de Bustos y regiones del norte cordobés.
En algunos puntos, incluso, no descarta volver a compartir palco con Gill.
Caseristas apuntaron contra Llaryora en un acto en Punilla
En el marco de las giras por el interior para posicionarse como candidato a gobernador, el intendente capitalino Martín Llaryora visitó la semana pasada la localidad de Villa Giardino, donde participó del Primer Congreso de la Economía Circular organizado por la municipalidad local, con el acompañamiento de la Comunidad Regional Punilla.
En una temática que impulsa en su gestión en la ciudad de Córdoba, Llaryora se reunió con los intendentes y jefes comunales de ese departamento para dialogar sobre el proceso de la economía circular, obras públicas y servicios, entre otros temas.
Pero lo más jugoso en términos políticos y electorales se vivió cuando el candidato a gobernador ofreció una conferencia de prensa junto al intendente local, el radical Omar Ferreyra, y los legisladores Mariana Caserio y Miguel Maldonado, quienes responden al liderazgo político de Carlos Caserio.
“Sería un gran honor ser el gobernador de todos los cordobeses”, contestó Llaryora acerca de su futuro político. También destacó que existe “un ADN que nos distingue del Gobierno nacional”. “Es que nosotros –siguió– no somos agentes del odio ni propiciamos la grieta”.
Además, el candidato marcó las diferencias con la administración de Alberto Fernández, de la que Caserio es parte.
Las palabras de Llaryora impactaron en los legisladores presentes, quienes en marzo participaron de la interna partidaria en Punilla enfrentando a los dirigentes del gobernador Juan Schiaretti con el exsenador como referente.
“Hay que tener un poquito de respeto. Estamos sentados acompañando institucionalmente, que quede claro eso, porque hasta el mismo Omar (Ferreyra) creo que está incómodo, porque es de otro partido político. Esto no es un evento político, no es un acto político; es un evento institucional”, expresó Mariana Caserio, y cerró pidiendo “aclarar eso”.
Su colega en la Unicameral Miguel Maldonado también apuntó contra el intendente capitalino. “Lamentablemente, parecía el lanzamiento de un partido político”, se quejó.
