Como era de esperarse, en el tramo final de la campaña que desembocará el domingo próximo en los comicios municipales de Marcos Juárez –la única contienda electoral de Córdoba en el año– se intensifican los trascendidos sobre encuestas que anticipan lo que podría pasar en la ciudad del sudeste provincial.
En el Panal hay mucha atención y un acompañamiento como no se había visto en elecciones anteriores. Sucede que el inesperado fichaje de Verónica Crescente, hasta hace unos meses mano derecha del intendente Pedro Dellarossa, le abría las chances al peronismo de arrebatarle a Juntos por el Cambio ese gobierno local.
En el Centro Cívico, insisten con que los números previos los acompañan. Mantienen la confianza en encuestas que estarían dándole una ventaja de entre siete y nueve puntos, a una semana de la elección.
“La diferencia está estancada. Casi no se ha movido”, destacan en Unidos por Marcos Juárez.
En tanto, desde el oficialismo local contrastan con números en donde la brecha sería menor. Desde el búnker de Sara Majorel, la candidata de Juntos por Marcos Juárez, dicen tener sondeos con diferencias dentro del margen de error.
“Estamos en un empate técnico. Y aún faltan los días decisivos, donde los últimos indecisos definen el voto”, se entusiasman en el espacio que viene corriendo de atrás, pese a estar al frente del gobierno desde 2014.
Esta semana, el gobernador Juan Schiaretti se hará presente en Marcos Juárez con un mensaje localista que contrastará con la estrategia del oficialismo de apoyarse en figuras nacionales. El mandatario visitará la ciudad el miércoles.
Al día siguiente, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, hará lo propio al límite de la veda electoral.
En Juntos por el Cambio creen que el impulso final de las figuras nacionales –ya estuvieron Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich– ayudará para que el domingo el resultado sea ajustado entre las dos principales opciones electorales.
Llaryora 2023: apoyo a Crescente y en campaña propia
El intendente capitalino, Martín Llaryora, realizó el viernes pasado su primera incursión en la campaña para las elecciones municipales de Marcos Juárez.
El seguro candidato a gobernador por el PJ provincial llegó el jueves, y el viernes mantuvo una reunión de trabajo con la candidata a intendenta Verónica Crescente (Unidos por Marcos Juárez) y Eduardo Foresi, el primer candidato a concejal.
Filmó spots publicitarios y brindó entrevistas para respaldar a la fórmula opositora en esa ciudad.
Llaryora fue a respaldar a la fórmula del PJ y el vecinalismo, pero el intendente capitalino también está haciendo su propia campaña, que un mes atrás arrancó con visitas al interior.
Luego de una intensa jornada en Marcos Juárez, el sábado Llaryora visitó ciudades y localidades del departamento Unión. En una recorrida por Bell Ville, el candidato del PJ se reunió con el intendente radical Carlos Briner.
Como ya lo habían hecho en Arroyito, cuando fue recibido por su colega Gustavo Benedetti, el equipo de campaña de Llaryora difundió esas fotos, con la intención de generar ruido en la alianza opositora Juntos por el Cambio.
Briner y Benedetti son dos intendentes radicales que mantienen roces con la conducción del partido, porque exigen que un dirigente propio se presente como precandidato a gobernador, en un claro gesto de rechazo a la posible postulación de Luis Juez como principal aspirante de la alianza opositora.
Idas y vueltas por la entrega de las llaves de la CGT
Aunque la cuestión pasó a un segundo plano por la convulsión política nacional que generó el atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández, la toma de posición por parte de la CGT nacional del edificio de la Regional Córdoba tuvo varias idas y vueltas.
Hacía más de dos meses que José “Pepe” Pihen había sido desplazado como titular de la Regional de la ciudad de Córdoba, pero el legislador provincial peronista aún no había entregado las llaves del edificio del bulevar Chacabuco.
Como no hay diálogo entre Pihen y el delegado normalizador nacional, Horacio Otero, la entrega del edificio, que debía hacerse el viernes pasado, quedó en medio de una polémica.
Pihen sostenía que no tenía problemas en entregar las llaves, pero que quería tener una constancia de que el traspaso se hacía sin ningún reclamo.
Desde la otra vereda, Otero y los dirigentes locales Rubén Urbano (UOM) y Pablo Chacón (Comercio) aseguraban que el viernes pasado tomarían posesión de la sede.
Por la falta de diálogo con los dos sectores enfrentados, finalmente se llegó a un acuerdo. El líder del gremio de los Camioneros, Edgar Luján, de buen diálogo con Pihen, fue quien se reunió con el ya extitular de la Regional para recibir las llaves y firmar un acta en la cual consta que el edificio fue entregado en buenas condiciones.
Esta cuestión puede ser una anécdota, pero marca el nivel de enfrentamiento entre Pihen, los dirigentes nacionales y la nueva comisión normalizadora, que el viernes tomó la conducción provisoria de la Regional cordobesa.
No parece fácil esta meta, con el nivel de enfrentamiento que existe. En el sindicalismo local ya hablan de dos CGT: una que responda a la central nacional, alineada con el Gobierno nacional, y otra paralela que conducirá Pihen, con terminal en el Centro Cívico.
Fin de la virtualidad: todos al recinto en la Unicameral
Pese a que la pandemia dejó hace meses de ser el problema que fue en 2020 y 2021, las sesiones de la Unicameral cordobesa recién ahora dejarán atrás definitivamente algunas prácticas instauradas a causa del Covid-19.
Desde el miércoles próximo se retomará la modalidad presencial, por lo que se dejará de lado la posibilidad de que los legisladores puedan conectarse al recinto de manera virtual.
Si bien ya desde este año la gran mayoría de los legisladores prefirió la modalidad presencial en las sesiones, en las reuniones de comisión alternaron entre la presencialidad y las conexiones remotas. Esta última opción podrá mantenerse a lo largo de la semana, siempre previo acuerdo con los presidentes de cada bloque.
Con la nueva resolución, los 70 legisladores deberán asistir al recinto para los plenarios, por lo que la sesión del último miércoles fue la última con la modalidad mixta, lo que generó varios chistes entre las bancadas respecto del regreso de todo el pleno.
Juan Carlos Castro, uno de los legisladores de mayor edad, fue el que adoptó en estos dos años la decisión de permanecer en las sesiones en forma virtual.
En tanto, Sara García fue una de las parlamentarias que más alternó entre las dos opciones: presencial o conexión vía plataforma Zoom.
Aunque la mayoría del cuerpo optó por estar de manera presencial en las últimas semanas, entre dos y cinco legisladores vienen siguiendo las sesiones conectados de manera virtual.
La virtualidad también sirvió para disimular ausencias. En el inicio de la sesión ordinaria del pasado miércoles, había sólo 51 de los 70 legisladores en el cuerpo, y dos de ellos aparecieron en las pantallas como conectados: los oficialistas Milena Rosso y Adrián Scorza.
