La ausencia del gobernador Juan Schiaretti a la convocatoria del presidente Alberto Fernández y del ministro Martín Guzmán por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional volvió a exhibir lo alejado que está el Panal de la Casa Rosada.
En el Centro Cívico se evaluó que con sentar a un enviado era suficiente, en este juego de señales que instrumentó Schiaretti desde la última campaña electoral.
El gobernador instruyó a Oscar González, presidente Provisional de la Legislatura, para viajar y escuchar. Con el vicegobernador Manuel Calvo de vacaciones en el exterior, el cacique de Traslasierra es quien le sigue en el orden sucesorio.
González habló con Schiaretti tras el encuentro. Ambos coincidieron en el resumen de la reunión: se hablaron generalidades y no hubo datos sobre la mesa para tomar decisiones.
“Pareció más una clase de cómo son los procesos de negociación de deuda, preparada para una universidad, que una reunión política donde se deciden cosas”, comentó una fuente que analizó los desempeños de Guzmán y del jefe del Estado.
En el Panal también sorprendieron las conductas de algunos de los gobernadores asistentes.
Hay sorpresa por el fuerte perfil oficialista que mostró el gobernador santafesino Omar Perotti, aferrado a su relación con la Nación. En cambio, hubo una valoración positiva de la conducta de la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, quien pidió en el encuentro saltar la grieta.
Entre los albertistas cordobeses, la decisión de Schiaretti de no viajar ni conectarse por Zoom cayó muy mal.
“Desde el arranque de la gestión, le dijimos a Alberto que ‘el Gringo’ era un opositor, tanto como los radicales y Larreta; ahora nadie puede decir que estábamos equivocados”, lanzó un hombre de pesos del Frente de Todos Córdoba.
¿Se viene la campaña de las denuncias?
Faltan varios meses, pero cada vez hay más movimientos que preanuncian una tensa campaña por la gobernación, en una elección que seguramente será en el primer semestre de 2023.
Los que ya se mueven como candidatos a la sucesión de Juan Schiaretti son Martín Llaryora, por el oficialismo, y Luis Juez, por la oposición.
Si se concreta esa disputa, todo parece indicar que no será sólo en el plano de la política convencional y las propuestas, sino con condimentos extras.
Desde la Municipalidad de Córdoba, han hecho saber que los juecistas preparan acusaciones contra el intendente para desgastarlo.
Los juecistas dicen que desde el Palacio 6 de Julio están haciendo exactamente lo mismo, pero en sentido inverso.
Es más, mencionan a un conocido abogado que ha impulsado algunas denuncias resonantes contra integrantes del poder político y que estaría preparando una artillería judicial para disparar contra Juez.
Un juez versus un ministro
La tensión que se vivió esta semana entre los Tribunales Federales y la Gendarmería Nacional dejó mucha tela para cortar.
El miércoles, en la jornada previa al inicio del Festival de Doma y Folklore de Jesús María, un grupo de vecinos cortó la ruta 9 norte con un viejo reclamo: energía y agua para un asentamiento en el ingreso a Colonia Caroya.
El juez federal Alejandro Sánchez Freytes ordenó a Gendarmería que liberara la ruta nacional, pero los uniformados hicieron caso omiso.
La explicación fue que tenían orden de la cartera de Seguridad de la Nación, que dirige Aníbal Fernández, de no intervenir en este tipo de protestas sociales.
El magistrado enfureció por el hecho de que la instrucción de un ministro estuviese por encima de una orden judicial.
En Tribunales Federales dan por descontado la intencionalidad política del kirchnerismo de que la administración de Juan Schiaretti pague la mayor cantidad de costos posibles, y fue así que Sánchez Freytes optó por liberar la ruta con la Policía provincial.
Un vocero dado de baja
El Festival de Jesús María fue el primero de los grandes eventos veraniegos que se realiza en Córdoba en el contexto de la pandemia y con la curva de la tercera ola en crecimiento.
Por eso, el Gobierno provincial puso la lupa en mostrar un operativo sanitario acorde con un festival masivo, con la doble premisa planteada por el gobernador de evitar contagios, y sin afectar el desarrollo de la temporada turística.
Para explicar el operativo de solicitud del pase sanitario, la Provincia eligió como vocero a un jesusmariense e integrante del COE, Diego Almada.
Coordinaron notas con los medios hasta que repararon que exponerlo públicamente a Almada podría implicar que las consultas derivasen hacia el sonado caso del médico trucho del COE en Río Cuarto.
Hace exactamente un año estallaba el escándalo de Ignacio Martin, que intervenía como profesional del organismo sin haber pisado una facultad de Medicina.
Almada había llevado a Martín a Río Cuarto y se mostraba en actos públicos con él.
Al reparar en ese detalle, los encargados de Comunicación del Gobierno resolvieron darlo de baja como vocero de los controles sanitarios en Jesús María.
