El desembarco de Sergio Massa como superministro del gabinete nacional generó algunas especulaciones en medios empresariales de Córdoba, ante la posibilidad de que se abra un canal de contactos con el más alto nivel de la conducción económica nacional.
El nuevo ministro de Economía, Agricultura y Ganadería y Desarrollo Productivo –tres áreas supersensibles para cualquier actividad económica– sostiene un vínculo directo con un socio clave de la Fundación Mediterránea que, a la vez, es el mentor del plan económico que diseña Carlos Melconian.
Se trata de Marcos Brito, miembro del Banco Macro y empresario de trato personal con Massa. De hecho, cuando se produjo el trágico fallecimiento de su padre, Jorge Brito, Sergio Massa expuso su dolor a través de Twitter.
“La vida te arranca las personas que querés mucho de la manera más extraña e inesperada. Gran banquero. Gran empresario. Gran argentino. Gran familiero. Y amigo leal hasta lo inexplicable. Chau amigo. Te quiero mucho”, escribió Massa.
Marcos Brito es nada menos que vicepresidente primero de la Fundación y a la vez constituye el “mecenas” del programa que comenzó a elaborar Melconian para ponerlo a disposición del próximo gobierno, indistintamente del signo político del que provenga.
Como se sabe, Melconian tuvo, a la vez, un encuentro con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el que, según reconocieron ambos, discreparon sobre el gasto público, pero coincidieron en la economía bimonetaria.
Brito estuvo varias veces en actividades de la Fundación en Córdoba y en Buenos Aires; y si bien aquella relación con Massa ya existía, su rol en el Gobierno no tenía la dimensión que adquirió ahora.
Almuerzo y tuits para ajustar la sintonía en Córdoba capital
“Un gusto recibir a Alejandra Vigo. Con la senadora nacional mantuvimos una reunión de trabajo en la que dialogamos sobre los proyectos que impulsa en la Cámara Alta en defensa de Córdoba y el federalismo, con el objetivo de luchar por una distribución equitativa de los fondos nacionales”, escribió en su cuenta de Twitter el intendente de Córdoba, Martín Llaryora, el pasado viernes, en el cierre de una semana vertiginosa para la provincia y el país.
“Gran jornada de trabajo con el intendente Martin Llaryora. Destaqué el impacto de los nuevos espacios verdes, las iniciativas que se ejecutan para mejorar la calidad de vida de los vecinos, y repasamos los proyectos presentados en el Congreso para hacer un país más federal”, contestó Vigo con un retuit al mensaje de Llaryora. Ambos compartieron la misma foto de una reunión con varios mensajes de cara a la conformación de la estructura electoral para lo que viene en 2023.
El encuentro fue en la Municipalidad de Córdoba, en una reunión que incluyó un almuerzo.
Se sabe: Vigo es una de las dirigentas más importantes de Córdoba capital y una figura central de la estructura de poder de Juan Schiaretti.
En tiempos de algunos ruidos internos, por la exposición de las juntas promotoras de Llaryora (que generaron cierto ruido en Hacemos por Córdoba), el encuentro sirvió para ajustar la sintonía entre dos de los máximos dirigentes peronistas hoy y también para mostrar una combinación que podría darse en las urnas.
Un exboxeador quiere dar el “golpe” y llegar a una intendencia
El expugilista y promotor de boxeo Jorge Dáscola, quien llevó a los rings y luego a Bailando por un Sueño a Fabio “la Mole” Moli, parece decidido a meterse en la política cordobesa de la mano de Luis Juez.
Radicado en un barrio privado de Malagueño, aspira a ser el candidato a intendente de Juntos por el Cambio en esa localidad del Gran Córdoba.
Hizo saber de sus intenciones a las autoridades del radicalismo local y del PRO, y hasta prometió recursos y un acto masivo para su lanzamiento. Malagueño es un bastión del peronismo, que lo conduce desde 1987.
El PRO tiene un concejal, Lucas Bettiol, anotado como candidato de Juntos por el Cambio con el aval de Laura Rodríguez Machado y otros dirigentes “amarillos”.
El radicalismo perdió la representación en el Concejo en 2019, cuando se alinearon orgánicamente tras la candidatura de Ramón Mestre.
Ahora, la irrupción de Dáscola en la segunda ciudad del departamento Santa María amaga con generar nuevas tensiones entre los socios de Juntos por el Cambio.
El promotor y exboxeador participó la semana pasada del locro que la UCR de Alta Gracia organizó para conmemorar la Revolución del Parque, por lo que el coqueteo con los radicales parece cierto.
En el PJ quieren ampliar la base de Hacemos por Córdoba (foto)
En el PJ cordobés, todos saben que las definiciones de fechas de elecciones y de candidaturas se darán a fin de este año o en febrero de 2023, que es lo más probable. Esas decisiones están en pocas manos: el gobernador Juan Schiaretti y el intendente Martín Llaryora, el seguro candidato a gobernador por el oficialismo.
Como es habitual cada semana, en el Centro Cívico y en el Palacio Municipal reciben encuestas para seguir de cerca la evolución del humor social de los cordobeses. En los últimos sondeos, se midió a Llaryora con Natalia de la Sota y con el intendente de Río Cuarto, Juan Manuel Llamosas, como sus posibles compañeros de fórmula.
Schiarettistas y llaryoristas siempre responden lo mismo cuando se los consulta sobre quién ocuparía el segundo escalón en la fórmula provincial. “El o la dirigente que más nos convenga. El tema es que hoy no sabemos eso. Hay que esperar”.
Sin embargo, tanto el gobernador como el intendente capitalino admiten en privado que, sin dejar de pensar en una o en un peronista para ese cargo, en los próximos meses se trabajará para ampliar la base electoral de Hacemos por Córdoba. Y en este caso, no habría que descartar una sorpresa en la fórmula oficialista.
¿Un o una extrapartidaria? ¿Un o una radical? Todo está por verse en el PJ, que no descarta ninguna opción. La resolución se tomará dentro de varios meses.
El veredicto de las encuestas marcará el perfil de quien ocupará el segundo escalón de la fórmula provincial oficialista.
Schiaretti evitó reuniones con dirigentes nacionales
El viernes pasado, el gobernador Juan Schiaretti visitó la Exposición Rural de Palermo, en pleno corazón porteño.
Como el viaje del mandatario provincial se había planificado con algunos días de anticipación, se especuló con la posibilidad de que aprovechara el viaje a Buenos Aires para tener alguna reunión política con dirigentes nacionales.
Sin embargo, ante un escenario político complicado por la crisis económica y política, Schiaretti decidió dejar para otro momento nuevas conversaciones con el objetivo de armar una propuesta que se “diferencie de las dos coaliciones que generan la grieta”, repitió en la Rural, en referencia al Frente de Todos y a Juntos por el Cambio.
“Hay un escenario de gran inestabilidad y la gente no quiere que le hablen de candidaturas. Hay que esperar cómo sale este nuevo experimento del Gobierno nacional con (Sergio) Massa. En cualquiera de las dos posibilidades, que le salga bien o mal, nacerá un nuevo escenario político-electoral”, leyó un schiarettista puro, en línea con las escuetas y mesuradas declaraciones del gobernador en el predio de Palermo.
“No es momento de hablar de candidaturas presidenciales. Además, ya hay muchos candidatos presidenciales”, dijo Schiaretti antes de emprender el regreso a Córdoba, luego de haber estado no más de cinco horas en Capital Federal.
