“Aceleramos a fondo”. La frase salió desde el corazón del larretismo. Y marca en palabras lo que ya se ve en acciones concretas. Horacio Rodríguez Larreta está lanzado a la precandidatura presidencial para 2023. Los tiempos se aceleraron. Y el alcalde porteño lo sabe.
En Córdoba, Larreta está jugando fuerte. La semana pasada tuvo su primer éxito. Apostó por Sara Majorel y Pedro Dellarossa en Marcos Juárez y le fue bien.
Pero desde semanas atrás, gente muy allegada al “Pelado” visita y recorre Córdoba.
El emisario que habla en nombre de Larreta es el exdiputado Marcelo Wechsler. El dirigente del PRO quedó a cargo del armado local. El domingo pasado fue “el” hombre que mantuvo informado minuto a minuto a Larreta sobre cómo venían los comicios en Marcos Juárez.
Pero Wechsler no es el único emisario del jefe de Gobierno porteño. Otro hombre de mucho peso del entorno más cercano de Larreta estuvo en Córdoba días atrás, y no es su primer viaje a Córdoba. Se trata de Augusto Rodríguez Larreta, hermano del alcalde de Caba.
El dirigente, que además es empresario, mantuvo reuniones con la dirigencia y se entrevistó con hombres y mujeres del “círculo rojo” cordobés.
“Tiene mucha influencia sobre Horacio y está recorriendo el país para tener una mirada propia de cómo impacta la candidatura de su hermano”, aseguró un “amarillo” que lo guió en sus reuniones en Córdoba.
Nueva oleada de versiones acerca de la re-reelección
La última sesión en la Unicameral cordobesa fue una de las más extensas de las últimas semanas. Tuvo cuatro debates centrales, principalmente por la situación del hospital Neonatal de la provincia y por los cruces por los fondos para combatir los incendios.
Pero en los pasillos y en el recinto se vivió otro debate, que no estuvo incluido en el orden del día: la vuelta de la discusión sobre la habilitación de la re-reelección de intendentes, frenada por el oficialismo ante la falta de apoyo de la UCR.
Tanto oficialistas como opositores cruzaron conversaciones sobre el tema. Incluso hubo legisladores de Hacemos por Córdoba que adelantaron que es posible que, finalmente, aparezca el tan comentado proyecto, que tanto esperan unos 300 intendentes, además de concejales y parlamentarios que aspiran a ir por un tercer mandato consecutivo.
Aunque por ahora sólo es de manera informal, legisladores oficialistas reconocieron que los intendentes de Hacemos por Córdoba aceleraron el pedido para la “re-re”.
Lo que activó el tema fue el resultado de Marcos Juárez, donde se impuso la oposición.
“Ahora la pelota la tienen ellos; los quiero ver. En la primera fecha del Mundial de Fútbol aprueban la re-reelección”, lanzó un legislador radical que anticipó que los nueve miembros de su bloque sostendrán el rechazo.
Al mismo tiempo, comenzaron las conversaciones de oficialistas con la intención de identificar qué votos podrían sumar de la oposición.
“Ya nos consultaron y advirtieron que irán por la re-re”, dijo un legislador opositor que pidió reserva de su nombre.
Nora Bedano y una renuncia con “cartelera”
Durante toda la semana pasada, de modo insistente y creciente, circularon versiones sobre la inminente renuncia de Nora Bedano, la exintendenta de Villa María que desde 2017 está al frente de la Agencia Córdoba Cultura.
Muy lejos de renunciar, el viernes la funcionaria encabezó la 6ª Feria del Centro, en la Plaza de la Música, con las autoridades culturales de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos.
Quienes conocen el oscuro mar de fondo de la Agencia aseguran que justamente ese evento fue el que prolongó por unos días la continuidad de Bedano.
Se alistan para el reemplazo Raúl Sansica, actual director del Teatro Real, y el intendente de Oncativo, Gastón Re. Se trata de la renuncia con más cartelera en mucho tiempo.
De concretarse la salida de Bedano, la mujer volvería a su banca en la Unicameral.
Una interna posible, pero con un problema aún por definir: ¿cuánto cuesta y quién la paga?
A medida que Juntos por el Cambio da señales de que una interna abierta podría ser la herramienta que asegure una convivencia política y electoral para 2023, empiezan a generarse algunos interrogantes de peso respecto de ese eventual proceso definitorio.
Es que, más allá de que esté contemplado en el borrador del reglamento interno que se promete está “al salir del horno” en los próximos días, hay inquietud por el costo que tendría una compulsa interna provincial para dirimir candidaturas.
Fuentes de los dos partidos que intervienen en la conformación de las reglas de competencia aseguran que en mayo pasado hubo un primer presupuesto estimativo para conocer en qué montos hay que pensar en caso de que se avance por el camino de una interna.
El número, ya desactualizado por inflación, ronda un piso de 70 millones de pesos y un techo de 100 millones.
“Imaginate que para marzo del año que viene ese piso estará como mínimo en 100/120 millones, por efecto de la inflación”, estimó a ojo un armador aliancista.
Otro dirigente aportó un dato que para nadie pasa inadvertido: “Y si nos gastamos esa plata para la interna, ¿con qué guita vamos a hacer la campaña?”
Un funcionario schiarettista comenzó a moverse en el interior
La derrota de Hacemos por Córdoba en Marcos Juárez derivó en una usina de análisis y especulaciones en el oficialismo provincial, que empieza a ver las complicaciones electorales que asoman en el horizonte de 2023.
En ese contexto de dudas (y especulaciones), se anticipó la danza de nombres con las candidaturas. Una de las ciudades consideradas claves es Villa María, donde el actual jefe comunal, Martín Gill, es uno de los jefes del Frente de Todos que no puede ir por la reelección.
Esa ciudad convoca a elecciones locales separadas del resto del calendario. La Carta Orgánica establece que deberá efectuarse 60 días antes o después de toda otra elección nacional o provincial, y entre 90 y 45 días antes de la expiración del mandato.
Es decir, una elección en la que las localías pesan más que la tracción de votos; un escenario similar al de Marcos Juárez, desde ese punto de vista.
Eduardo Accastello –quien ya fue intendente de esa ciudad– es el otro cacique del peronismo villamariense. Durante los últimos años, repartió el poder con Gill.
Sin embargo, entre los dirigentes peronistas (y también de Juntos por el Cambio) de esa ciudad comenzó a circular otro nombre como representante de los intereses del schiarettismo. Se trata de Marcos Bovo, un funcionario que se ganó la confianza del gobernador, ya que sus responsabilidades en la comunicación del mandatario lo llevan a pasar varias horas al día con él.
No es casual que semanas atrás Bovo presentara públicamente su asociación civil Red Ciudadana, desde donde se propone “generar respuestas a las situaciones cotidianas, comprometidos con cambiar la realidad”.
El secretario de Comunicación de la Provincia y exfuncionario municipal de Eduardo Accastello y Martín Gill contó con el acompañamiento de seis intendentes de la región, dirigentes deportivos, empresarios, docentes universitarios y hasta funcionarios y empleados municipales.
