El gobernador Juan Schiaretti y su sucesor Martín Llaryora regresarán a Córdoba recién dos semanas antes del decisivo balotaje del 19 de noviembre. Ambos referentes peronistas partieron hacia Arabia Saudita sin pronunciarse sobre cuál será la postura del PJ cordobés en la segunda vuelta nacional.
Los votos que consiguió Schiaretti como candidato presidencial son muy codiciados por Sergio Massa, el candidato del peronismo nacional. Los operadores del ministro de Economía creen que el gobernador no se pronunciará por ningún candidato, pero se ilusionan con que Llaryora abandone la “cómoda neutralidad”, como dicen en el campamento massista.
Coinciden en que ambos son peronistas. Además, Massa y Llaryora compartieron militancia en la juventud, trabajando en la década de 1990 para Ramón “Palito” Ortega.
En el segundo debate presidencial, en la discusión por los fondos para la Caja de Jubilaciones, el candidato oficialista le remarcó a Schiaretti que tenía algún nivel de diálogo con su sucesor.
En este sentido, los massistas locales aseguran que en algún momento Massa volverá a marcar el número del celular de Llaryora para hacerle una advertencia: si llega a la Casa Rosada y no tiene un respaldo explícito del PJ cordobés en el balotaje, intentará tener un bloque propio en la Legislatura provincial.
Se sabe, el PJ provincial no tiene mayoría propia en la Legislatura, y si el eventual Presidente le saca un par de legisladores, con las herramientas de poder que tiene un Gobierno nacional, podría ser una complicación importante para el próximo gobernador.
“No es una amenaza, es política”, aclaró un peronista del interior que trabaja para la candidatura del ministro de Economía.
Rebelión en la granja “amarilla” del PRO cordobés
Fue una semana vertiginosa por donde se la mire para Juntos por el Cambio: la candidata presidencial del espacio, Patricia Bullrich, terminó tercera, quedó fuera del balotaje y a las 48 horas anunció su respaldo a la candidatura de Javier Milei, quien la agravió con dureza durante la campaña para las generalas.
Semejante cimbronazo hizo que las placas tectónicas de Juntos por el Cambio se sacudieron fuerte en ese proceso, que aún no terminó. Entre el sacudón, en el PRO fue donde quedaron más expuestas las diferencias, ya que en ese partido habitan dirigentes que rechazan la jugada de Bullrich y de Mauricio Macri con Milei y otros que se alinean.
Por eso, fue muy comentado el documento que sacó Juntos por el Cambio Córdoba a mitad de semana, en el que sienta postura sobre la necesidad de mantener unida la alianza y que incluyó críticas a la jugada inconsulta del tándem Macri-Bullrich.
El texto fue avalado por el PRO, pero sin la consulta de los asambleístas “amarillos”. “Agost Carreño se cortó solo. No consultó al partido y se sumó a un comunicado con los radicales y el juecismo que algunos no compartimos”, dijo un dirigente del PRO, molesto por el accionar del presidente provincial del espacio, el diputado nacional Oscar Agost Carreño.
El legislador nacional está enrolado en filas del larretismo, el sector del PRO más crítico con la decisión de Bullrich y de Macri.
“Con todo el respeto a los asambleístas y las autoridades del partido, ese comunicado no fue resultado de la asamblea; a partir de ahí, no representa la posición del partido”, fue uno de los tantos mensajes en la misma línea que circularon en los grupos de WhatsApp del PRO.
Otro: “Todo muy bonito, pero no pueden sacar un comunicado oficial cuando NO se consultó a todos”.
La interna “amarilla” amenaza con pronunciarse con el correr de los días y cuando sigan decantando los posicionamientos a favor y en contra del acuerdo con el ultraliberal Javier Milei.
Sorpresa en el “aplausómetro” peronista
El gobernador Juan Schiaretti festejó como un gran triunfo político haber conseguido tres diputados nacionales en Córdoba. Ese fue el clima en el búnker de Hacemos por Nuestro País en la noche del 22 de octubre, cuando se conocieron los resultados de las generales presidenciales.
Schiaretti celebró en el escenario central -con su compañero de fórmula, el bonaerense Florencio Randazzo, y con toda la cúpula del PJ provincial- el segundo lugar en Córdoba. A su lado estuvo el gobernador electo Martín Llaryora, pero a la hora de las presentaciones hubo una sorpresa en el “aplausómetro” de la barra peronista. El intendente electo de la ciudad de Cordoba, Daniel Passerini, fue el que más ovaciones recibió, incluso más que el candidato presidencial y el gobernador electo.
Un experimentado peronista capitalino tuvo una lectura sobre esta situación, en un recinto en el cual eran todos dirigentes y militantes de la Capital. “Es cierto que ‘el Dani’ (por Passerini) se ganó el cariño de los peronistas de la ciudad, porque es un gran tipo y muy buen dirigente, pero no tengas dudas de que fue el más ovacionado porque será el próximo intendente, y todos los dirigentes que llevaron los militantes al acto quisieron quedar bien con quien gobernará la Capital los próximos cuatro años”, graficó el funcionario municipal de segunda línea, que conoce de cerca cómo se mueven los dirigentes y sus militantes en los actos masivos.
Tolosa Paz, el primer desembarco de ministros nacionales
Victoria Tolosa Paz, la ministra de Desarrollo Social de la Nación, fue la primera funcionaria nacional que desembarcó en Córdoba de cara al balotaje del 19 de noviembre.
La titular de la cartera social nacional se reunió el miércoles por la noche con intendentes peronistas, mientras que en la mañana del jueves hizo lo propio con radicales.
No será la única “enviada” a Córdoba. En los próximos días habrá otros ministros que llegarán a la provincia para dialogar con intendentes oficialistas y también opositores. Muchos intendentes esperan con ansiedad al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el administrador del plan “Argentina Hace”, que llega a los municipios.
Un intendente que estuvo con Tolosa Paz en el encuentro, que se realizó en la Facultad de Matemáticas de la UNC, calificó como “positiva” la reunión con la ministra. Se trataron temas “de gestión”, pero también se habló de política.
“Fue muy correcta y en ningún momento nos presionó para que apoyemos a Massa. Pero en su mensaje trató de dejarnos en claro que más allá de las diferencias ideológicas, un eventual gobierno de (Javier) Milei puede ser una catástrofe para los municipios, por el recorte que aplicaría. Nosotros somos radicales y difícilmente trabajaremos para un candidato peronista, pero la verdad que las propuestas de Milei meten miedo. Y los pueblos necesitamos el apoyo financiero de la Provincia, pero también de la Nación”, admitió un intendente radical del departamento Río Segundo que fue a escuchar a la ministra albertista.
