En el comando de campaña local de Unión por la Patria están convencidos de que el gobernador Juan Schiaretti condiciona a su sucesor Martín Llaryora para que no se pronuncie en favor del candidato presidencial Sergio Massa.
“Sergio (Massa) dejó claro en el segundo debate que habla con Llaryora. No tengo dudas de que si no fuera por Schiaretti, Martín ya se habría pronunciado a favor del candidato del peronismo. Pero como será el próximo gobernador, se debe subordinar al ‘Gringo’ hasta el último minuto de su mandato. ¿Vos creés que saldría la ley para quitarle atribuciones al Tribunal de Cuentas si Llaryora lo contradice a Schiaretti?”, se preguntó un intendente peronista del interior que trabaja para Massa, pero que conoce desde hace mucho las internas en el oficialismo provincial.
En los últimos días, algunos dirigentes peronistas hicieron público su apoyo a Massa. Habrá más pronunciamientos de peronistas esta semana, pero Llaryora y el intendente electo Daniel Passerini se mantendrán alejados de la pulseada presidencial.
Ahora que volvió a Córdoba el gobernador electo, no habría que descartar llamados de operadores massistas para que al menos dirigentes y funcionarios llaryoristas se manifiesten a favor del candidato de Unión por la Patria.
De todos modos, los massistas parecen resignados en Córdoba. Lo único que esperan hasta el jueves, cuando termina la campaña, es que Schiaretti no vuelva a embestir contra el ministro de Economía y candidato presidencial. Algo poco probable, por lo que se escucha que dicen en privado los funcionarios schiarettistas puros. El enojo en el massismo es total con Schiaretti.
Llaryora, con pocas dudas sobre su gabinete
En su largo viaje por el exterior, el gobernador electo Martín Llaryora terminó de decidir gran parte del gabinete provincial que lo acompañará en el Centro Cívico desde el 10 de diciembre.
Llaryora compartió con el gobernador Juan Schiaretti el primer tramo de la gira por Arabia Saudita. Alejados del ruido político provincial y nacional, seguramente el actual mandatario y su sucesor habrán hablado sobre el próximo equipo.
Como ya se dijo en este espacio, Schiaretti no pedirá lugares en el futuro gobierno, pero es probable que Llaryora le haya comunicado los nombres que tiene en carpeta y consultado sobre las dudas que tiene en algunas áreas de la gestión provincial.
De todos modos, el intendente capitalino esperará el resultado del balotaje presidencial entre el peronista Sergio Massa y el opositor Javier Milei para llenar los últimos casilleros de su equipo.
Si bien será el gobernador el que lleve la relación con cualquiera de los dos candidatos que sea presidente, hay algunos nombres del futuro gabinete que están bajo signos de interrogación, dependiendo de quién llegue a la Casa Rosada.
Por ejemplo, si Massa es presidente, el villamariense Martín Gill, quien suena fuerte para ser ministro de Industria provincial, tendría muchas chances de ir a un lugar expectable del próximo Gobierno nacional, por ser uno de los principales operadores del massismo en Córdoba. Hay quienes aseguran que podría volver a ocupar el cargo de secretario de Obras Públicas de la Nación, su último pasado por la gestión nacional.
Fiscalizar a Milei, ¿con escasos recursos y con padrones usados?
“Si llega a ganar Milei, yo me hago monje tibetano, pero al Partido Justicialista lo van a tener que cerrar. La disparidad de recursos para hacer la campaña es total”. La frase pertenece a un armador local de Juntos por el Cambio del departamento Colón y se produjo después de los primeros contactos de los interlocutores designados por el Partido Demócrata local para coordinar la fiscalización del candidato libertario el próximo domingo.
La escasez de recursos para llevar adelante esa tarea es total, aseguran en ese entorno. Los fiscales, sean propios o de la rama de PRO que apoya a Milei, no sólo no tendrán ninguna compensación económica por la tarea, sino que tampoco existirá refrigerio alguno (sándwich, facturas o gaseosas) para pasar la larga jornada del domingo. Cada quien deberá proveérselos.
Pero hay un detalle más: La Libertad Avanza no cuenta con padrones electorales propios para encarar esa fiscalización. En teoría, para cada elección (Paso, primera vuelta o balotaje) debería entregarse un nuevo padrón a cada mesa. Ante la carencia de los mismos porque el partido de Milei no cuenta con fondos –o prefiere no invertir en eso– para imprimirlos en todo el país, se reutilizarán los padrones usados por Juntos en las elecciones del 22 de agosto. “Nunca hemos trabajado de esa manera, pero lo vamos a hacer por Argentina”, remarcó un fiscal macrista.
El futuro de Natalia de la Sota
La diputada nacional Natalia de la Sota fue la primera peronista cordobesa que se pronunció a favor de Sergio Massa. Antes de las elecciones generales del 22 de octubre, la hija del fallecido exgobernador José Manuel de la Sota aseguró que apoyaba la candidatura presidencial de Juan Schiaretti hasta esos comicios, pero que luego apoyaría a Massa en caso de que el ministro de Economía llegara al balotaje.
Massa tiene muy en cuenta ese respaldo cuando había dudas sobre si llegaba a la segunda vuelta. Tanto que el jueves pasado invitó a la diputada nacional en una gira de campaña que realizó por Misiones.
La pregunta que se hacen muchos peronistas cordobeses es si De la Sota irá a un cargo nacional en el caso que Massa se convierta en el próximo presidente.
Desde el entorno aseguran que la prioridad de la diputada nacional es seguir en el Congreso y militando en el PJ provincial.
De todos modos, todo dependerá de cómo sigue la relación de Natalia de la Sota con el próximo gobernador, Martín Llaryora.
La legisladora nacional tiene un buen vínculo con el gobernador electo, pero dependerá de los alineamientos políticos. Siempre y cuando Massa sea presidente, De la Sota cree que el PJ provincial debe sumarse a la conducción nacional para “pelear desde adentro” los lugares para el peronismo provincial.
En síntesis, Natalia de la Sota analizaría trabajar políticamente o en algún cargo nacional con Massa si es que Llaryora continúa con la estrategia de Schiaretti de “alambrar” el PJ cordobés.
