La Justicia dispuso este lunes la liberación de la carga del avión venezolano retenido con su tripulación en la Argentina desde el mes pasado. Esta consiste en autopartes procedentes de México destinadas a una empresa automotriz local, informaron fuentes judiciales.
En una primera instancia se informó que el avión trajo al país 47.822 kilos de autopartes para la empresa SAS Automotriz Argentina. Además, según agregó Clarín, una parte de esa carga consistía en autopartes para una planta de la empresa alemana Volkswagen.
SAS, responsable de la provisión de esas autopartes, se desligó de Emtrasur. La compañía aclaró que solo acordó el servicio de traslado a través de una firma de logística internacional y que “desconocía” la relación entre esa firma y Emtrasur.
Por otra parte, una semana después llegaron otros 8000 mil kilos en un avión de la empresa Skylease, desde Miami. La misma autorización se extendió sobre este cargamento, según apuntó La Nación.
La Justicia autorizó la entrega de la carga
La medida fue resuelta por el juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena, según informó Télam, quien investiga si algunos de los tripulantes de la aeronave (cinco iraníes y 14 venezolanos) tienen relación con los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico de la República Islámica de Irán.
Esas personas tienen vedado salir del país y están alojadas en un hotel de la ciudad de Canning, en el partido bonaerense de Ezeiza, en cuyo aeropuerto también está retenido el avión Jumbo de la empresa Emtrasur.
Sin embargo, todavía queda pendiente la decisión judicial sobre el avión y sus tripulantes, también en manos del juez Villena.
Al respecto, Irán pidió al Gobierno que los tripulantes iraníes puedan salir del país y Argentina respondió, a través de voceros diplomáticos, que “remarca lo que ya ha expresado: el tema está en la Justicia y es quien dictaminará los pasos a seguir en la causa”.
El abogado de los tripulantes, Hernán Carluccio, pidió días pasados que se devuelvan los pasaportes a sus clientes y se les permita retornar a sus países por considerar que no han cometido ningún delito. Y a la vez reclamó que también se disponga la restitución del avión.
Avión venezolano-iraní retenido en Ezeiza
El avión de cargo Boeing 747 fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur. Esta es una filial del Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa), empresas que están sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Actualmente, está inmovilizado en el aeropuerto Ezeiza desde su llegada el 8 de junio procedente de México. Antes había intentado sin éxito entrar en Uruguay y previo a llegar a Buenos Aires las condiciones meteorológicas en el momento del aterrizaje hicieron que el vuelo fuera desviado al aeropuerto de Córdoba Ambrosio Taravella (COR).
Según pudo saber La Voz, el vuelo de Emtrasur aterrizó en Córdoba a las 12.40, permaneció en la cabecera de la pista, y a las 14.40 despegó hacia Ezeiza.
A través de un comunicado, el canciller iraní, Hossein Amir Abdollahian, expresó la semana pasada “la profunda preocupación del gobierno iraní y de las familias de la tripulación iraní por la retención de sus documentos de viaje y la restricción de abandonar el país, lo que constituye una violación de los derechos humanos”.
“Irán pide al gobierno de Argentina que cumpla con sus deberes y responsabilidades poniendo fin a las restricciones y facilitando la salida inmediata de los cinco miembros de la tripulación iraní”, rezaba la nota oficial.
“El estatus del avión venezolano y de los miembros de la tripulación iraníes es completamente legal en el marco del derecho internacional y de las convenciones aéreas, por lo que no hay lugar a investigar a los ciudadanos iraníes”, apuntó el canciller iraní.
La nota aseguró que las acusaciones contra los ciudadanos iraníes “son una señal de la hostilidad de los sionistas hacia la República Islámica de Irán y los ciudadanos iraníes”.
