En un acto cargado de tono electoral, con claras críticas al Gobierno nacional de Javier Milei y una fuerte defensa de la obra pública, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, encabezó este miércoles la preadjudicación del tramo final de la Autopista Ruta Nacional 19, que une San Francisco con Córdoba capital.
“Hoy deberíamos estar adjudicando, no preadjudicando. Ya tendríamos que ver las máquinas en marcha, salvando vidas y construyendo progreso”, afirmó Llaryora ante una audiencia de intendentes, funcionarios y vecinos reunidos en el Centro Cívico.
En el acto, además de Llaryora, estuvieron presentes el intendente de Córdoba capital, Daniel Passerini; el ministro de Obras Públicas, Fabián López; y el de Gobierno, Manuel Calvo, entre otras autoridades. Tambiés estuvieron los intendentes y jefes comunales de localidades atravesadas por el Ruta 19.
El gobernador hizo un repaso histórico del reclamo por la Ruta 19, al que definió como una “demanda de décadas” y que tuvo su punto de inflexión en el llamado “Grito de San Justo”, cuando vecinos e intendentes del este provincial unieron fuerzas para exigir la concreción de la obra.
“San Justo es uno de los departamentos más productivos. Necesitábamos rutas, gas, líneas de alta tensión. Y lo pedimos, porque no se puede producir sin infraestructura. Eso es lo que no entienden los que defienden un modelo sin inversión: sin rutas, sin educación, sin ciencia, no hay país posible”, remarcó.
El eje central del discurso estuvo dirigido al Gobierno nacional. Sin mencionarlo directamente en los primeros minutos, Llaryora fue subiendo el tono con el correr de su intervención. Finalmente, arremetió sin eufemismos: “El Estado nacional dice: ‘No hay plata’, pero sigue cobrando impuestos. Córdoba aporta muchísimo más de lo que recibe. Somos una provincia olvidada”.
El mandatario fue aún más explícito al reclamar la autorización nacional para que la provincia pueda asumir la obra. “No podemos esperar más al Gobierno Nacional, si no quieren hacer la obra la hacemos nosotros, solo necesitamos la firma de un decreto, que nos transfieran la ruta para poder entrar con las máquinas”, afirmó el gobernador.
Según dijo el Gobierno, se destinará una inversión con fondos propios de 196.308 millones de pesos para concretar los trabajos.

Obra clave, futuro incierto
El tramo en cuestión de la Autopista 19 (62,9 kilómetros en total) forma parte de una traza estratégica para el corredor bioceánico. Según Llaryora, no solo se trata de una demanda logística sino de una cuestión de vida o muerte.
“Esta es una ruta que se está convirtiendo día a día en una máquina de matar. Está abandonada, sin mantenimiento, con riesgo total para quienes transitan”, advirtió.
La obra fue originalmente financiada con créditos internacionales, cuya continuidad ahora está en duda. El gobernador pidió que esos fondos puedan ser asumidos por Córdoba, dado su historial de cumplimiento y capacidad técnica.
“Esperamos que el BID nos otorgue ese crédito directamente. Ya demostramos que sabemos hacer las cosas bien”, subrayó.
El acto tuvo también un claro tono electoral y mostró a un Llaryora capaz de tomar las riendas donde el gobierno nacional se retira. “Nosotros sí queremos hacer. Queremos terminar lo que otros dejaron tirado. Vamos a hacerlo, aunque no nos ayuden”, prometió.
En un llamado a la unidad y al compromiso ciudadano, concluyó: “Hoy somos responsables de dejar un futuro. Esta obra no es de un partido. Es de todos. Porque la muerte en la ruta no pregunta ideología ni religión. Dejemos atrás la ruta de la muerte. Convirtámosla en la ruta del progreso y de la vida”.
El acto cerró con un aplauso cerrado de los presentes. La escena mostró a un gobernador decidido a marcar la cancha frente a un gobierno nacional al que acusa de abandono. Llaryora no solo pidió autorización para avanzar con la obra, sino también acompañamiento popular.
“Necesitamos que nos ayuden. Que hablen, que reclamen, que presionen. Esta no es solo una obra, es una decisión política. Y es ahora”, concluyó.
La licitación, en manos de Caminos de las Sierras
El proceso licitatorio estuvo a cargo de Caminos de las Sierras, la empresa provincial concesionaria de las rutas de acceso a Córdoba.
El proceso se llevó adelante dividido en tres licitaciones distintas con el objetivo de agilizar la construcción de la obra, que tiene un plazo estimado de 18 meses.
Los días 4 y 5 de junio se abrieron los sobres. Según lo informado, las mejores propuestas presentadas para cada licitación son las siguientes:
Tramo de 29,4 kilómetros. Arroyito-Santiago Temple (Licitación Pública N°2025/000024): participaron ocho oferentes y se concluyó que la mejor propuesta es la presentada por la firma José J. Chediack S.A.I.C.A.
Tramo de 16,8 kilómetros. San Francisco-Cañada Jeanmaire (Licitación Pública N°2025/000025): se presentaron en esta licitación un total de diez oferentes y se evaluó que la mejor propuesta es la presentada por la empresa Benito Roggio e Hijos S.A.
Tramo de 16,7 kilómetros. Devoto-Cañada Jeanmaire (Licitación Pública N°2025/000026): participaron del proceso diez oferentes y se determinó que la mejor propuesta es la presentada por la firma Benito Roggio e Hijos S.A.
Características de la obra
La ruta proyectada tiene características de autopista, con dos carriles por sentido de circulación, con control total de accesos y colectoras; desarrollada en un entorno rural con topografía de llanura y considerando una velocidad máxima de 130 kilómetros por hora.
En el marco de los trabajos está prevista la construcción de cuatro distribuidores de tránsito ubicados en Devoto, Colonia Marina, Tránsito y Los Chañaritos; seis retornos a distinto nivel; dos puentes de 150 metros sobre el río Xanaes; banquinas, colectoras, y se ejecutarán obras de drenaje, iluminación, señalización y forestación.