Durante más de 10 días, las militantes y funcionarias kirchneristas Alexia Abaigar y Eva Mieri estuvieron detenidas por orden de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado. Ambas estaban acusadas de participar en un ataque con excremento y amenazas frente al domicilio del diputado nacional José Luis Espert.
Tras críticas de la Cámara Federal de San Martín, ambas recuperaron la libertad. En diálogo con el programa Voz y Voto, de La Voz, la magistrada defendió su accionar y explicó los fundamentos de su decisión.
“En todos los asuntos que me toca intervenir como juez, me manejo con las pruebas que tengo en el expediente”, afirmó Arroyo Salgado. Y agregó: “Analizo los hechos en función de las pruebas que se van incorporando, y me pronuncio sobre la materialidad y la responsabilidad de los posibles autores, de acuerdo con las constancias de la causa”.
La jueza aseguró que actuó con el mismo criterio que en otros expedientes similares. “Así lo he hecho en este caso, como en tantos otros de amenazas coactivas que he tenido”, señaló.
Mencionó antecedentes, como el del exlegislador Esteban Bullrich y el del exsecretario de Seguridad Eugenio Burzaco, también víctimas de amenazas: “Procedí a la detención de los autores y al traslado a un penal, como corresponde según la ley y los reglamentos aplicables”.
Cuestionó además que se mantenga a personas detenidas en comisarías. “Eso es una irregularidad”, afirmó.
Y sostuvo con firmeza: “Tengo muy en claro que las amenazas son un delito, y así están tipificadas en el Código Penal, con una pena de prisión en expectativa. No relativizo las amenazas, las investigo. Y cuando reúno elementos de prueba, me pronuncio en consecuencia”.
Malestar
También expresó su malestar con otros miembros del Poder Judicial: “Lamento que otros colegas no hayan hecho lo propio con amenazas que mi familia, y particularmente Alberto Nisman, recibió a lo largo de su carrera profesional”.
Recordó un episodio en el que ella misma fue amenazada junto a sus hijas. “Un narcotraficante nos advirtió que, si no liberábamos a otro traficante que operaba con él, yo iba a terminar como Nisman y mis hijas como Candela”, en referencia a Candela Sol Rodríguez. En ese caso, destacó que la justicia sí actuó: “Afortunadamente, el juez y el fiscal avanzaron, detuvieron al responsable y hoy está condenado”.
Arroyo Salgado cerró con una definición sobre su manera de trabajar: “Se trata de aplicar o no aplicar la ley. De valorar las pruebas que uno reúne en el expediente. Y de no tener una visión cegada de los hechos, sino evaluar esas conductas en el contexto en que se suceden”.